Niños y jóvenes permanecerán en casa a partir de mañana lunes y sin fecha de vuelta clase, de momento, como medida de prevención frente a la propagación del coronavirus, tal y como ha decidido el Consell. Enrique Castillejo, que preside el Colegio Oficial de Pedagogos y Psicólogos, advierte de que la palabra que deben marcarse los padres a fuego en la piel desde ahora es «paciencia».

P ¿Cómo afrontar, de entrada, una situación tan inusual para los alumnos y sus familias?

R El mensaje principal para los padres es paciencia en mayúsculas. Vamos a tener una situación difícil y desconocida, con los hijos en casa. Hay que formalizar con ellos un gran acuerdo de responsabilidad y de disciplina, una palabra que hay que remarcar mucho, todos diciplinados.

P ¿Es muy distinto según la edad de que se trate?

R Varía según la etapa educativa en que se encuentren. No es lo mismo para los de corta edad que para los que estudian Bachillerato o un ciclo formativo, no obstante la disciplina debe regir igual para todos. Y la primera norma para los padres es que los profesionales son los docentes, no son ellos los que deban determinar lo que estudian o no los niños, se lo tienen que marcar a fuego. Los padres no somos profesores, que no se echen a la espalda los estudios de sus hijos.

P ¿El primer día, mañana mismo, como abordarlo?

R Como norma general los niños tienen un horario lectivo, esto indica que no son vacaciones. Tienen que levantarse con cierta flexibilidad pero a una hora determinada. A las 10 no se puede estar en la cama. Si la disciplina diaria implica ducharse y vestirse para ir al colegio, no se está con el pijama. Y después, seguir un horario similar al del colegio, a la espera de las indicaciones de cada centro.

P ¿Y hasta que se organicen las plataformas de enseñanza online?

R El alumno puede estudiar y reforzar el aprendizaje del trimestre, siempre con la guía del centro docente. E insistir en que no son vacaciones, no podemos irnos todo el día al parque. Hay que quedarse en casa y además extremar precauciones higiénicas, especialmente si hay personas mayores como los abuelos.

P Hay padres que no podrán estar controlando la situación.

R Con las indicaciones del centro en la mano, el alumno estará supervisado por el que lo tenga a su cargo. No hay que perder los pequeños hábitos diarios y convencer a los niños y jóvenes con un discurso serio y responsable deque su forma de ayudar es cumplir con sus obligaciones y no crear problemas dentro del domicilio, ni intentar engañar al que te cuida con que he hecho esto. Hay que demostrarlo, ser disciplinados y responsables. Si se les explica la situación lo van a agradecer. Muchos echarán de menos ir al colegio y dentro de esta crisis y de la gravedad del asunto es una oportunidad para hacerles ver que es un lujo ir todos los días al colegio, comido y aseado, y que aprecien que no es un castigo.

P ¿Cómo resolver la situación de las familias sin recursos tecnológicos?

R Es la prueba de que se hizo mal, lo que tantos años hemos insistido sobre la digitalización no ya de los centros sino de los propios alumnos, porque no es suficiente. En los casos particulares los padres harán lo que esté en su mano, pero seguramente en los centros tendrán creatividad e imaginación suficientes para que esos alumnos sigan la marcha. En los centros van a hacer un gran esfuerzo pese a las dificultades técnicas, porque nos ha pillado el toro a nivel digital y todos los alumnos no están digitalizados. Hay que esperar las indicaciones que den los centros.Harán lo que esté en su mano con indicaciones claras y concisas sobre el trabajo de los niños, para que los alumnos estén atendidos en una situación que es nueva y extremadamente grave.

P La enseñanza online exigirá que estén todavía más tiempo ante una pantalla, ¿qué opina?

R Es la ocasión de implantar una disciplina seria y rígida y no permitir desmanes, porque van a ser muchos días, nadie sabe dónde está el final del túnel y no se puede permitir que las casas se vayan a convertir en una fiesta donde todos hacen lo que quieren. Si las plataformas audiovisuales están a nuestro alcance, se usan en horario normal y no se pone una película a las doce de la mañana.

P ¿Cómo conseguir que sigan estas normas?

R Los padres somos la autoridad y una cosa es hacer partícipes de nuestros problemas a los hijos y otra que ellos, que son niños, tomen las decisiones. La colaboración y su participación pueden ser un estímulo para ellos, pero la autoridad es de los padres y deben ejercerla.

P Lo dice con mucha rotundidad.

R En estos momentos de crisis, que no es solo sanitaria sino económica y social, los padres debemos dar ejemplo de disciplina, de sosiego y de tranquilidad, y cumplir las recomendaciones de las autoridades sanitarias y educativas. Somos ejemplo para los hijos, y si no damos ejemplo no podemos exigir ni esperar que ellos, que son menores y que se fijan tanto en los padres, puedan tener una respuesta distinta.