El sindicato de funcionarios de prisiones Acaip-UGT ha denunciado este domingo que, a pesar del estado de alarma que entró en vigor la pasada medianoche como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus, "la actividad en los centros penitenciarios de Alicante sigue con normalidad", y que esta mañana han continuado celebrándose las comunicaciones de los internos en los locutorios, "a pesar de la restricción de movimientos que el estado de alarma ha decretado" y "sin que se estén tomando medidas para evitarlo".

Fuentes del citado sindicato han explicado, a través de un comunicado, que "en la sala de espera de comunicaciones se siguen aglutinando decenas de familiares mientras que los funcionarios de prisiones que allí prestan servicio no tienen a su disposición equipos de protección individual, no solo para prevenir su contagio sino el de internos". Además, indican que "ya la semana pasada se solicitaron equipos de prevención y que se tomaran medidas", e insisten en que "lo que no terminamos de entender es que, una vez restringidos los movimientos de la población en general, se siguen permitiendo celebrar las comunicaciones y exponiendo a trabajadores, familiares e internos a un posible contagio, con lo que eso supondría dentro de un centro penitenciario".

De momento, explican, las únicas medidas que se han tomado en la cárcel de Fontcalent son "retener los paquetes que los familiares traen a los internos para ser entregados 48 horas después, y tomar la temperatura a aquellos que vengan a comunicar". No obstante, denuncian que "esto se realiza sin guantes y sin mascarillas". Asimismo, "una vez los familiares acceden al recinto, comunican en un locutorio de apenas 4 metros cuadrados, donde llegan a estar hasta cuatro personas en cada turno". Una vez finalizada la comunicación, "internos clasificados en tercer grado realizan una somera limpieza mientras entra el siguiente turno".

El sindicato recuerda que ha instado a las autoridades pertinentes a "tomar las medidas oportunas para respetar el estado de alarma y que se restrinjan las comunicaciones". Acaip-UGT incide en que "hay que limitar los accesos a los centros penitenciarios de todo aquel personal que no sea imprescindible, al igual que en el resto de la sociedad general". Los trabajadores, recuerdan fuentes de la citada organización, "tenemos que seguir acudiendo, con eso los

internos tienen todas sus necesidades cubiertas".

"Nosotros no podemos quedarnos en casa, las familias sí", apostillan. Y recuerdan, además, que el hecho de que una prisión se convierta en un foco de infección "puede tener consecuencias impredecibles, ya que se trata de un entorno cerrado, hacinado y muchos de los internos tienen patologías de las denominadas de riesgo".