Alerta máxima por el coronavirus. Situación inédita y excepcional que ha obligado al Gobierno de España y a la Generalitat Valenciana a tomar medidas históricas de emergencia para intentar frenar el avance de la epidemia. Pedro Sánchez, en una comparecencia extraordinaria, anunció el estado de alarma durante al menos 15 días a través de un real decreto que el Consejo de Ministros aprobará hoy para hacer frente a esta pandemia sanitaria. Será la segunda vez que se toma esta resolución desde 1978. A su vez, después del aplazamiento de fiestas populares y del cierre indefinido de centros escolares, Ximo Puig decretó en la Comunidad el cierre de bares, restaurantes, discotecas y gimnasios para evitar focos de contagio; anunció la suspensión de actividades culturales; y tomó el control de la sanidad privada. Intentan evitar por todos los medios los contactos físicos en actividades sociales para limitar que se disparen los infectados.

Pasadas las tres de la tarde, con el rostro visiblemente cansado y preocupado, el presidente del Gobierno reconoció con crudeza que la batalla será larga, pero mostró una firme convicción. «Vamos a ganar a este virus», dijo. Es su desafío más urgente. El contagio avanza de forma imparable y las cifras son demoledoras. Los casos se han elevado a los 4.231 infectados y 121 personas ya han fallecido, según el recuento del Ministerio de Sanidad. En la Comunidad Valenciana ya hay 148 casos -ayer una treintena más en un sólo día, entre ellos el de la directora general de Salud Pública- y se ha registrado el primer muerto en Alicante. El Gobierno, como explicitó el propio Pedro Sánchez, baraja que se alcancen los 10.000 contagiados en los próximos días.

La medida adoptada fue anunciada tan solo 24 horas después de que el Gobierno detallara un paquete de medidas económicas que, sin embargo, diferentes gobiernos autonómicos y partidos de la oposición habían considerado insuficientes. Liderar un país coloca los liderazgos en el ojo del huracán y mucho más en una situación extrema como la actual. A la espera de perfilar hoy el decreto, entre las potestades que otorga el estado de alarma al Gobierno, está la de limitar la circulación de personas o intervenir fábricas, requisar bienes, imponer prestaciones personales obligatorias o sanciones para su cumplimiento. Las medidas estarán orientadas a movilizar todos los recursos del conjunto del Estado tanto económicos como sanitarios, públicos y privados, civiles y militares, para «proteger mejor la salud de todos los ciudadanos, en particular de los más vulnerables», según precisó Sánchez en su resolución política más difícil. Inimaginable hace tan sólo unos pocos días.

El único precedente del estado de alarma data de 2010 cuando Zapatero lo activó por la negativa de los controladores aéreos a trabajar. La ley permite esta declaración ante emergencias sanitarias, catástrofes de gran magnitud, paralización de servicios públicos y desabastecimiento de productos de primera necesidad. Ayer el presidente del Gobierno se dirigió a los españoles como «compatriotas» y dejó claro que a la hora de alinear prioridades, la salud es lo primero. Es la primera gran prueba de fuego para Pedro Sánchez y será, quizá, la más dura de su carrera política. Tiene ante sí el más imprevisible de los escenarios. Pero más allá de trasladar un mensaje pesimista, el presidente quiso dejar claro que esta crisis apretará pero no ahogará a España. Y que cuando el árbitro pite el final de este partido, la victoria dependerá de cada uno de los ciudadanos: «Tardaremos pero vamos a parar el virus», proclamó Pedro Sánchez. Para ello insistió en apelar a la responsabilidad individual. «El heroismo también consiste en lavarse las manos, en quedarse en casa y en protegerse a uno mismo para poder proteger a todos». Con esta contundencia, el presidente del Gobierno se dirigió a las personas más vulnerables y con enfermedades crónicas para que traten de blindarse al máximo frente a la infección y a los jóvenes para que colaboren con una «distancia social».

De Madrid a València

La irrupción de la pandemia ha dado pie a medidas drásticas en todas las comunidades. Y la Generalitat no se ha quedado atrás. Tanto el presidente del Gobierno como el jefe del Consell, Ximo Puig, insistieron en la responsabilidad de los ciudadanos para evitar la concentración en espacios públicos, como recalcan todos los profesionales sanitarios. Si Pedro Sánchez fue sobrio y controló sus gestos emocionales, Ximo Puig hizo lo propio en su cuarta comparecencia pública desde el inicio de esta crisis. El Gobierno valenciano ha decretado el cierre, desde esta pasada medianoche, de todas las actividades culturales, deportivas y de ocio, de espacios tanto públicos como privados, así como de los centros de día y ocupacionales de la Comunidad para limitar la propagación del virus. Así lo anunció el presidente de la Generalitat, quien tras presidir una nueva reunión de la mesa para la prevención y actuación frente al coronarivus, indicó que se trata de «medidas necesarias para combatir esta situación», y añadió que, a pesar que estamos viviendo «una situación muy complicada», no hay que tener «más alarma de la necesaria».

El Consell aprobó una declaración de emergencia mediante la cual la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública trata de garantizar el abastecimiento. A través de dos comparecencias de los miembros del Consell, Puig junto a la vicepresidenta Mónica Oltra y los consellers Vicent Marzà, Gabriela Bravo y Ana Barceló anunciaron las medidas adoptadas entre las que destaca la suspensión de la apertura al público de centros culturales, museos, teatros, bibliotecas, cines, cancelación de espectáculos en vía pública así como de todas las pruebas deportivas. Además, se decreta el cierre de discotecas, se suspende la actividad de los bares, restaurantes, cafeterías, de los espectáculos taurinos en la plaza de toros, de los festejos de bous al carrer y de espectáculos con animales. Limitar movimientos en la calle.

Dejaron claro, sin embargo, que la suspensión de la hostelería no afecta al servicio de comida a domicilio que dichos establecimientos estén desplegando. También incluye el cierre de gimnasios, piscinas y establecimientos donde se desarrollan actividades deportivas. En el ámbito social, se suspende la actividad de los centros diurnos, ocupacionales, de atención temprana y los centros de día. Tras reunirse con empresas de distribución del sector comercial y asociaciones de consumidores para analizar la situación, Ximo Puig quiso agradecer la actitud de los ciudadanos valencianos ante esta situación e indicó que durante estos días se tomarán todas las medidas que consideren «necesarias para combatir esta situación», con lo cual no descartó adoptar nuevas resoluciones. También insistió en la necesidad de tomar conciencia de la situación y tener en cuenta que se tiene que evitar el acopio de material o de productos «que vaya más allá de lo que es el sentido común».

Por otro lado, una de las novedades más destacadas que fue dada a conocer ayer fue la incorporación al Sistema Valenciano de Salud de los medios y recursos sanitarios de las diputaciones, los ayuntamientos, las mutuas de accidentes y trabajo junto a los centros y establecimientos sanitarios o locales privados para hacer frente a la pandemia. Así lo recoge el decreto aprobado por el pleno del Consell, de cuyo contenido informó Ana Barceló, y en el que también se prevé recuperar a personal jubilado que así lo desee además de contratar a estudiantes en su último año de formación. Frente global contra el coronavirus.

Ocho decisiones urgentes que pone en marcha el Gobierno valenciano

Cierre de bares

Suspensión de la actividad de los bares, restaurantes, cafeterías y establecimientos ubicados en zonas marítimo-terrestres, de los espectáculos taurinos en la plaza de toros, de los festejos de bous al carrer y también de los espectáculos con animales.

Servicios Sociales

Se suspende la actividad en los centros de servicios sociales, centros de día y ocupacionales y la actividad programada ambulatoria, aunque aquellos que no puedan abandonar algún tratamiento se les procurará la atención domiciliaria correspondiente.

Centros culturales

Prohibida la apertura al público de centros culturales, museos, teatros, bibliotecas, archivos, otros espacios escénicos y culturales, salas de exposiciones y de espacios de exhibición de cine.

Espectáculos y deporte

Cierre de todos los espectáculos en la vía pública y espacios abiertos, así como de todas las pruebas deportivas cuyo permiso compete al conjunto de los municipios y a la Generalitat.

Discotecas y cines

También se decreta el cierre de discotecas, salas de fiesta, salas de baile y pubs, cines y establecimientos con butacas o asientos públicos.

Parques de atracciones

Las actividades feriales, parques de atracciones y los establecimientos donde se realice actividad de juegos de azar también suspenden su actividad.

Gimnasios y piscinas

El decreto también incluye el cierre de gimnasios, piscinas y establecimientos donde se desarrollan actividades deportivas

Sanidad privada

Puesta a disposición del Sistema Valenciano de Salud de los recursos de diputaciones, ayuntamientos, mutuas y de los centros privados. También de locales privados

La Generalitat se queja de viajes innecesarios: «No son unas vacaciones. Es una emergencia»

El descontrol en el éxodo de Madrid a la Comunidad genera malestar en el Consell, que pide sólo desplazamientos ineludibles

El descontrol en el éxodo de Madrid a la Comunidad genera malestar en el Consell, que pide sólo desplazamientos ineludibles

El desplazamiento de decenas de madrileños a la costa valenciana para pasar la cuarentena ha provocado la reacción inmediata de los dirigentes valencianos. Hay malestar en el Consell por la situación. Ayer la vicepresidenta Mónica Oltra y la consellera Ana Barceló aludieron a la responsabilidad ciudadana para evitar cualquier tipo de viaje que sea innecesario. Ante la alerta generada por el traslado de ciudadanos a sus segundas residencias en la Comunidad Valenciana, Ana Barceló recordó que en España existe libre circulación y pidió a todos, «vengan de donde vengan» que cumplan las recomendaciones, permanezcan en sus domicilios y guarden la distancia para evitar contagios. También quiso dejar claro que no es competencia suya las decisiones relacionadas con la movilidad de los ciudadanos.

En la misma línea se pronunció Mónica Oltra, quien pidió encarecidamente que «no viajen si no es imprescindible», entendiendo por ello «que uno tenga un familiar muy enfermo de cualquier cosa en un sitio y quiera ir a despedirse». Todo lo demás, según dijo «no entra dentro de lo imprescindible». Según Mónica Oltra «no son vacaciones, es una emergencia sanitaria que requiere de un comportamiento de la población para no contribuir a expandir más el virus», advirtiendo de que «no vienen días fáciles». La vicepresidenta aseguró que todas las decisiones que se están tomando frente a esta enfermedad son de común acuerdo, incluidas las adoptadas en territorios afectados con más riesgo de contagio, y donde se han adoptado, además, medidas más específicas.

Tras insistir en la importancia de seguir las recomendaciones y apelar a la responsabilidad para se cumplan, las dirigentes insistieron en que cualquier persona que se encuentre en la Comunidad y tenga síntomas compatibles con el coronavirus debe quedarse su residencia y llamar al teléfono habilitado. También informaron de que dos de los últimos casos positivos son importados: una persona de Torrevieja que había estado de viaje del Imserso en Alcalá de Henares, y una mujer residente en Gandia, que venía de una visita en Madrid. La consellera Ana Barceló y la vicepresidenta Oltra, no comparecieron juntas en la mesa, en contra de lo que viene siendo habitual. Fueron cediéndose el sitio para mantener la distancia de un metro de separación recomendada para evitar contagios en espacios reducidos.

Cuarta comparecencia pública de Ximo Puig durante esta semana

Las situaciones más complicadas definen el éxito o el fracaso de los líderes políticos. Si algo caracteriza al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, es su voluntad por dar la cara ante los vaivenes que está provocando la crisis del coronavirus. Ayer protagonizó su cuarta comparecencia pública para explicar cómo avanza la situación por la expansión de la pandemia en la Comunidad Valenciana. Tras anunciar su decisión de aplazar las Fallas, comparecer ante las Cortes Valencianas e informar el jueves por la tarde de las novedades, ayer Ximo Puig volvió a convocar una rueda de prensa para dar a conocer el cierre de bares y restaurantes y dejar claro que se seguirán tomando todas las decisiones oportunas para frenar el contagio por coronavirus.