Hace dos semanas era poco más que una gripe sin apenas contagiados en un escenario completamente controlado que no merecía la calificación de excepcional.

Ayer, después de llevarse por delante las Fallas y la Magdalena, el coronavirus -ascendido a la categoría de pandemia- dejó sin clases «hasta nueva orden» a más de un millón de alumnos (de universidades, Bachillerato, ESO e Infantil, guarderías, FP, centros de enseñanzas superiores artísticas, centros privados y academias) de la Comunitat Valenciana y protagonizó un pleno monográfico en las Corts -con diez diputados de Vox ausentes por cuarentena- en el que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, tuvo que poner encima de la mesa un plan de choque para contener la epidemia del miedo que amenaza con provocar un tsunami económico de magnitud impredecible.

El mismo día en que los mercados entraron en pánico, el Ibex-35 registró el mayor batacazo de su historia y se contabilizó el mayor número de casos positivos en suelo valenciano (24, hasta un total de 98), el jefe del Consell desgranó un paquete de 27 medidas destinadas a evitar el colapso, 16 de ellas estrechamente vinculadas a la necesidad inaplazable de introducir estímulos y contener la amenaza de una recesión global que se cierne en el horizonte.

El resto de los anuncios van encaminados a robustecer el sistema sanitario para afrontar lo que se le puede venir encima, con la incorporación de 846 profesionales de todos los ámbitos y categorías profesionales, mientras el personal en plantilla no podrá irse de vacaciones ni librar, asegurando su disponibilidad en caso de necesidad.

Aunque, a día de hoy, no existen problemas de saturación con los ingresos hospitalarios, la experiencia de Madrid obliga a pensar en «todos los escenarios de futuro» posibles. De ahí que también vayan a ampliarse las camas hospitalarias y a reforzarse las existencias de material sanitario, objeto de sustracciones en los centros sanitarios.

Sin actividades para jubilados

El virus ha impactado en todos los ámbitos de la vida cotidiana y en los sectores productivos, desencadenado una cascada de cancelaciones de eventos y de grandes pérdidas de negocio en toda la Comunitat. Además de las clases, ayer se suspendieron las prácticas del alumnado de Ciencias de la Salud, las excursiones educativas y los programas de intercambio de profesorado. Incluso se decretó el cierre de los centros especializados de atención a mayores, los clubes sociales de jubilados y los hogares del pensionista, y se suspendieron los viajes para dependientes.

En el ámbito económico, Puig anunció que el reparto del Fondo de Cooperación Municipal se condicionará a que los ayuntamientos destinen el dinero a financiar inversiones que reactiven los sectores productivos valencianos. El Gobierno autonómico también ha aprovechado para pedir al Ejecutivo central que flexibilice las medidas de austeridad todavía vigentes de la anterior crisis.

Por un lado, suavizando las restricciones con las que se topan los consistorios a la hora de dedicar sus remanentes a inversiones. Por otro, aumentando la capacidad de endeudamiento de la Generalitat y abriendo la mano con el techo de gasto, excluyendo del cálculo exigido como límite el gasto socio-sanitario.

El presidente adelantó la creación de un Fondo de Infraestructuras de Movilidad con una dotación mínima de 100 millones de euros y aportaciones del BEI, la UE, las diputaciones, la colaboración público-privada, y la Generalitat. El objetivo: mejorar las infraestructuras y fomentar la ocupación con criterios de sostenibilidad. Otro fondo de Capital Riesgo del IVF dotado con 200 millones irá encaminado a las empresas de dimensión mediana y grande, arraigadas en el territorio, y con capacidad de dinamizar la actividad económica. Sería la primera vez que la Generalitat dota a su política industrial de una herramienta financiera de esta dimensión.

Por otra parte, el presidente Puig esbozó nuevas líneas de crédito en condiciones favorables para facilitar la liquidez de micropymes y autónomos y una línea específica para los talleres de los artistas falleros y las comisiones falleras, especialmente afectadas por el aplazamiento de las fiestas josefinas.

En esa dinámica de facilitar la liquidez, tanto el IVF como la SGR rebajarán las condicionas de acceso al crédito y los avales atendiendo a las nuevas condiciones.

En sintonía con las actuaciones demandadas por las organizaciones empresariales, el Consell plantea una línea de 800.000 euros destinada a las empresas para la implantación de medidas técnicas que permitan el teletrabajo, además de subvenciones a las mercantiles qu puedan ver mermada su producción industrial por los casos de coronavirus. El Ivace pondrá en marcha un servicio de investigación de proveedores alternativos y búsqueda de oportunidades, tanto en mercados locales como exteriores, para las empresas valencianas afectadas por las limitaciones en la producción industrial en países terceros.

Facilidades con los impuestos

Otra medida contempla el fraccionamiento, aplazamiento o bonificación de los impuestos gestionados por la Agencia Tributaria Valenciana para flexibilizar su pago por parte de las empresas, profesionales y familias damnificadas. Una vez se rebaje el nivel de riesgo por la epidemia, el Consell lanzará un plan de vacaciones para personas mayores en destinos de las tres provincias, con el punto de mira puesto en potenciar el turismo interno y compensar las cancelaciones de viajes del Imserso.

Por último, Puig anunció las «modificaciones necesarias» para «garantizar la adecuación y flexibilización de los procesos laborales» con el fin de que las afecciones a los trabajadores por los efectos de la pandemia sean «de carácter temporal», aunque no concretó más. A las medidas de la Generalitat hay que sumar las del Gobierno, que ayer anunció la movilización de 18.000 millones para mitigar el impacto del COVID-19 y «reforzar» los «tensionados servicios sanitarios» de las comunidades. Cada autonomía recibirá un anticipo urgente de 2.800 millones.