Aena culminó ayer el sellado provisional -falta ahora por redactar el proyecto definitivo- de la cubierta del aeropuerto Alicante-Elche que fue pasto de las llamas en enero, debido a un fallo eléctrico que produjo un chispazo mientras se desarrollaban unas obras. La dificultad para encajar tres pórticos en la cubierta por el peso de cada uno de ellos obligó a la empresa que ejecuta los trabajos, Ferrovial, a contratar los servicios de un helicóptero, para facilitar la labor de los operarios ante la imposibilidad de subir hasta la cubierta maquinaria para elevar los arcos.

La operación se había suspendido el miércoles pasado por el viento, pero ayer las condiciones meteorológicas ayudaron y en 20 minutos los trabajos habían concluido. El helicóptero trasladaba los arcos y los operarios los ajustaban a la cubierta.

De esta forma, se han tapado y consolidado los 1.200 metros cuadrados de cubierta que ardieron el pasado 14 de enero debido a una chispa, producto de unos trabajos menores en la cubierta, que obligó, incluso, a cerrar el aeródromo durante casi 48 horas.

El tráfico aéreo no se ha resentido al reordenarse en la zona más amplia de la «L» en la que se configura el edificio principal, pero Aena trabaja con rapidez y ya tiene habilitada toda la terminal para la temporada alta, aunque posteriormente también se va a realizar una obra más completa que se licitará y ejecutará a lo largo de este año.

Los trabajos actuales han consistido en un cerramiento provisional que se ejecuta a través de una obra de emergencia y que está previsto terminar este mes. Estos trabajos han permitido tapar la cubierta mientras se desescombra toda la zona afectada y se redacta el proyecto de la reconstrucción definitiva, que posteriormente se licitará, adjudicará y ejecutará durante este año.

Se ha construido un paso protegido, una especie de arco, entre la terminal y la zona del dique, que también forma parte del edificio procesador pero está compuesta, básicamente, por puertas de embarque. De esta manera, se recuperan las puertas de este área y los pasajeros estarán resguardados de cualquier filtración de agua que pueda producirse mientras se ejecuta el cerramiento y el posterior desescombro completo de las plantas superiores.

La cubierta del aeropuerto Alicante-Elche está formada por una serie de cúpulas metálicas de 36x36 metros. El cerramiento de la cubierta que se apoya sobre la estructura metálica está conformada por paneles sándwich (capas) fabricados con madera.