Colegios e institutos de la provincia están preparados en general para seguir impartiendo las clases online en caso de verse obligados a cerrar como ha sucedido en Madrid para tratar de contener la propagación del coronavirus.

Los centros de Secundaria, en concreto, pusieron en marcha el curso pasado un plan piloto implantado por la Conselleria de Educación basado en la plataforma virtual que utiliza la Universidad de Alicante, para impartir cursos a distancia a nivel incluso internacional mediante el software Moodle para el aprendizaje online.

El programa Aules con el que cuentan todos los institutos y que asegura la protección de datos, pone en contacto a profesores y alumnos a través de su propia contraseña personal para compartir lecciones, videos, y cualquier tipo de material de aprendizaje que permitiría una enseñanza online global, como explican profesores de Informática consultados por este diario.

Aseguran los expertos en la materia que en caso de producirse una situación de emergencia que obligara a cerrar los centros, cualquier profesor con apenas una semana de formación para trabajar con lo más básico podría utilizar esta plataforma con sus alumnos y continuar las clases a distancia.

Cuando se domina la herramienta el nivel permite incluso llegar a evaluar con trabajos tipo test, pero a nivel más inicial se pueden encargar trabajos y controlar al alumnado fijando unas horas para su entrega.

Aunque todavía no está formado la totalidad del profesorado, porque la plataforma se ha generalizado este curso, los que dominan la Informática afirman que se podrían crear la clases online en poco tiempo.

Recursos

El principal problema o punto negro que los directores de centros advierten al respecto, a preguntas de este diario, radica en los alumnos que no disponen de recursos tecnológicos en sus hogares. Desde la Conselleria de Educación descartaron ayer contemplar este escenario. «No debemos hacer conjeturas sobre situaciones que no se están dando en el territorio valenciano», contestaron a preguntas de INFORMACIÓN. «En el momento actual, en nuestra autonomía no hay ninguna circunstancia que recomiende introducir cambios en el funcionamiento normalizado de la actividad académica. No nos encontramos a fecha de hoy entre las zonas de transmisión comunitaria significativa y nada indica que se vayan a suspender las clases», concretaron, pese a insistir de que se trata de prever un escenario que dejaría sin enseñanza a los alumnos sin recursos.

De hecho, en el Instituto Cavanilles admiten que todo depende de la infraestructura tecnológica que el alumnado tenga en sus casas, aunque el centro disponga del nivel tecnológico necesario para continuar la formación online en caso de cierre. «Se podría alcanzar al 90% del alumnado y de los contenidos básicos», confirma el director, Rafael Herrero.

Desde el Instituto Mare Nostrum añaden que se trataría de «reforzar» el trabajo que se viene realizando, aunque también hay contenidos que requieren de la intervención directa del profesor. Añaden en el Bahía de Babel que los profesores tienen ya a todos os matriculados en la plataforma, por lo que pueden interactuar con ellos a partir de los trabajos y prácticas que se suben online.

Primaria

La situación al respecto en los centros de Primaria resulta más diversa. Hay colegios como El Palmeral en los que la dirección reunió ayer mismo al profesorado para abordar soluciones pedagógicas ante una futurible situación de cierre.

«Estamos barajando herramientas como Quizzi o Epuzzle para los alumnos de segundo y tercer ciclo; así como grupos de clases vía Telegram». La directora, de El Palmeral, Rosa Pinto, se refiere a la preparación de vídeos y juegos online con lecciones para procurar mantener el ritmo de la enseñanza del alumnado en un escenario como el que están viviendo los escolares en Madrid.

Otros colegios de San Vicente y Elche añaden que el contacto vía web con las familias puede ser una herramienta que favorezca a un tiempo la preparación de un plan de seguimiento con el alumnado en el caso de tener que quedarse en casa. «Se podrían poner trabajos y enviar deberes», precisan.

También los hay que cuentan con un trabajo previo a partir de programas como el classroom o con tabletas, pero generalmente para los alumnos a partir de cuarto o quinto curso.

En las etapas de enseñanza inferiores los colegios consultados proponen, en última instancia, utilizar el correo electrónico que tienen con las familias para ir enviando explicaciones y tareas a realizar con los estudiantes de menor edad.