Dos centros educativos de la ciudad de Alicante están pendientes de la vuelta desde Italia de 70 estudiantes de Bachillerato, una vez que el país vecino ha suspendido los vuelos hacia España. Poco a poco y tras dos horas de humedad y mucho frío algunos de los alicantinos atrapados en Roma han ido embarcando en el ferry que les va a trasladar a Barcelona. Entre ellos Beatriz y Carlos, una pareja de Benidorm que ya se ha acomodado en el camarote para afrontar las más de veinte horas de travesía. Si no hay nuevas incidencias el barco levará anclas pasadas las doce de la noche pero siguen los controles.

Sesenta alumnos del colegio concertado Calasancio, que se fueron de viaje de fin de estudios este último domingo día 8 de marzo, hace apenas tres días, querían adelantar la vuelta a primera hora de esta mañana vía Valencia en avión, y desde la capital del Turia llegar en autobús hasta Alicante, pero la suspensión de vuelos de Italia con España dio al traste con esta opción. En estos momentos hacen cola en Roma para coger un ferry con dirección Barcelona a las 00.00 horas. Les esperan 20 horas de viaje.

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A primera hora de la tarde se informó de que saldrán en barco hacia Barcelona y desde allí en autobús a Alicante. Sin embargo, el grupo está bloqueado al haberse detectado fiebre (37,5 grados) en al menos cinco de los alumnos, según han trasladado miembros de la expedición en la redes sociales.

Alumnos con los que se ha podido contactar por WhatsApp dijeron además que la visita prevista al Vaticano se frustró en su momento porque se les negó la entrada por ser un grupo numeroso.

También relatan que la cena del martes en un restaurante en Roma fue toda una odisea, porque se les obligaba a guardar una distancia de dos metros entre unos y otros. Y que cuando llegaban a los sitios, al tratarse de más de sesenta personas, oían a agentes de la Policía hacer comentarios sobe la locura que era estar allí.

La propia directora religiosa del centro, en un comunicado a las familias les ha hecho saber que «una vez hemos hablado con la agencia de viajes y con los profesores que se encuentran con vuestros hijos, y comprobado que la situación actual de las visitas programadas se pone cada vez más difícil y no hay previsión de mejora, vemos adecuado adelantar la vuelta».

Numerosos padres de alumnos del centro educativo, que coinciden en preservar su anonimato, contactaron ayer con el diario INFORMACIÓN para mostrar su malestar ante la posibilidad de que a su regreso, no se obligue a los 60 estudiantes a guardar cuarentena como medida de precaución tras su estancia en Italia, junto a los profesores.

Las únicas medidas previstas informadas desde la dirección religiosa del citado centro a los padres de alumnos las consideran en general insuficientes. Entre ellas se indica que «tras las recomendaciones de Sanidad» se van a reforzar los protocolos de desinfección de superficies y utensilios por parte de la empresa de limpieza del colegio.

Se añade que se va a formar en el correcto lavado de las manos a alumnos, profesores y personal administrativo, que va a haber disponibles jabones y desinfectantes en todo el colegio, y que se pondrán en contacto con las familias que tengan entre sus hijos alumnos con alguna patología respiratoria, cardiovascular o inmunológica previas.

Intercambio

Otra decena de estudiantes del Instituto Antonio José Cavanilles, de intercambio con familias italianas en Palermo, al sur de Italia, durante todo el trimestre, también habían previsto adelantar la vuelta a Alicante para este sábado en lugar del próximo 8 de abril, como inicialmente estaba programado, pero la suspensión de vuelos desde Italia se prolonga en principio hasta el próximo día 25 de marzo y lo ha dejado todo paralizado, como informan desde el instituto a este diario.

Algunos de los padres de estos alumnos preferirían que sus hijos volvieran ya a casa pero los profesores están pendientes de lo que les indiquen las autoridades sanitarias al respecto para determinar lo que corresponda. De momento indican que los estudiantes están bien, aunque confinados en las casas con las familias de intercambio porque no se permiten salidas que no sean por cuestiones médicas o por ir a trabajar de forma controlada.

Alex Herrera, uno de estos alumnos, explicaba ayer a INFORMACIÓN que ya no tienen más remedio que quedarse allí hasta que puedan volar a España, que según es habían dicho el último vuelo había salido ayer a las 14 horas. A su lado, Nuria Galvañ añade que ellos están tranquilos aunque no puedan salir, y que la presión en realidad la reciben desde sus familias en Alicante cuando les llaman angustiados «y nos ponen un poco nerviosos». Por otra parte dicen estar contentos porque el objetivo por el que fueron a Palermo, mejorar su nivel de italiano, lo han logrado, que todos han superado el examen de A1. «Creo que lo hemos sacado todos, a las dos semanas de estar aquí», concreta Álex. «Además, la amistades que hemos hecho será un recuerdo que no vamos a olvidar», destaca. Nuria concluye que alguna inquietud sí que se genera el cierre de las escuelas «y no saber lo que va a pasar mañana porque no está controlado si volvemos antes o en un mes.

Los 38 estudiantes de la Universidad de Alicante de Erasmus en diversas localidades de Italia, tampoco pueden volver hasta que se abra el espacio aéreo, aunque hasta el momento no habían mostrado la intención de hacerlo.