El Síndic de Greuges ha admitido a trámite la queja presentada a finales de febrero por el grupo municipal socialista buscando su respaldo en la batalla que han iniciado contra el alcalde, el popular Luis Barcala, al que acusan de «hurtar el debate político» por «bloquear» iniciativas registradas para tratar en el Pleno. Los socialistas entienden que con su decisión de aceptar la queja y de enviar al Ayuntamiento un escrito para poder contrastar la información expuesta por el PSOE, el defensor del pueblo valenciano «nos ratifica en el motivo», señaló ayer el portavoz de este grupo, Francesc Sanguino.
A los socialistas les llama poderosamente la atención la introducción que hace en su respuesta la Sindicatura, a modo de jurisprudencia, de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad que señala que «se incluirán en el orden del día las propuestas presentadas con diez naturales de antelación a la fecha del Pleno». Un día después de presentar la queja ante el Síndic, los socialistas acudieron a la Fiscalía Provincial para denunciar una supuesta alteración de documento público en referencia al orden del día del Pleno ordinario municipal celebrado el día 27 de febrero.
En ese documento, firmado por el alcalde Luis Barcala, se registraron las cinco mociones presentadas por el PSOE (tres de ellas propias y dos compartidas con otros grupos de la izquierda) como declaraciones institucionales. Para ello, según recordó ayer Sanguino, se borró del texto la palabra «moción», corrigiéndose por «DI» (declaración institucional), manteniéndose las firmas socialistas.
«Lo primero que hicimos fue poner en debate por qué no se aceptaban nuestras mociones. No se nos contestó nada, ni se nos argumentó por parte del informe del secretario, simplemente nos dijeron que no lo eran y que podían ser otra cosa. Insistimos y exigimos que aparecieran como tal en el orden del día y no nos contestaron. Cogieron nuestras mociones, les pusieron típex y les colocaron otro nombre. Coger unos documentos nuestros y transformarlos no nos parecía de recibo», añadió Sanguino. La respuesta a la queja del PSOE está firmada por el adjunto segundo del Síndic, Carlos Castillo, que fue edil del PP.
