Parece que el coronavirus ha llegado para quedarse, al menos un buen tiempo, y esto está afectando a la vida cotidiana. Las medidas para evitar los contagios se extienden en centros sanitarios, edificios públicos y, también, en las iglesias. La Conferencia Episcopal apuntó ayer la «conveniencia» de retirar el agua bendita de las pilas a la entrada de los templos, de no estrechar la mano como signo de paz en las misas y sustituir el besapiés de las imágenes religiosas por una inclinación del cuerpo. Eso sí, el secretario general de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, subrayó la importancia de mantener los templos abiertos como lugar de «esperanza». En definitiva, que el Covid-19 también marca la agenda religiosa. Unas recomendaciones que se han tomado muy en serio en la provincia donde las reverencias están sustituyendo a los besos en besapiés y besamanos.

Unos carteles recomendando evitar besar el pie sustituyéndolo por una reverencia o el simple desfile por delante de la imagen recibió ayer a los miles de files que, como cada año, acuden a uno de los besapiés más antiguos de España, el de Nuestro Padre Jesús, patrón de Orihuela. Los carteles, colocados en las entradas a la iglesia de las Santas Justa y Rufina, también recordaban que la Orden Franciscana Seglar y Muy Ilustre Mayordomía no había prohibido besar el pie de la imagen y, aunque recomendaba no hacerlo, lo dejaba a elección de los fieles.

Se trata de una tradición muy arraigada en la Cuaresma oriolana y existen documentos de 1725 que ya datan peticiones al Ayuntamiento para que autorizara actos de este tipo. La mayoría de feligreses optaron por seguir las recomendaciones y dejar el beso en el pie para otro año, mostrando sus respetos al patrón oriolano con una inclinación. Otros utilizaron otra fórmula, la de besarse los dedos de la mano y tocar la talla para, acto después, limpiarse con toallitas desinfectantes.

El temor al contagio del virus, aumentado en la Vega Baja tras detectarse los dos primeros casos en Callosa de Segura, marcaron el tradicional besapié en Orihuela por el que pasan unas 10.000 personas y seguirá marcando los actos religiosos en una ciudad que cuenta con una Semana Santa declarada de Interés Turístico Internacional. El besapié al conocido como «El Abuelo» en la capital de la Vega Baja es tan seguido por los fieles que llegan a esperar hasta media hora para poder acercarse a la talla en un acto íntimo y lleno de sentimiento para los creyentes.

Oración... sin contacto

En la entrada de la capilla del Cristo de la Buena Muerte, en la Concatedral de San Nicolás de Alicante, donde ayer estuvo todo el día expuesta en besapiés la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo, dos grandes carteles aconsejaban a los fieles visitar a las imágenes evitando tocarlas por razones de higiene, recomendando el rezo y la veneración del Señor mediante la oración. La causa, el temor al contagio por coronavirus, que se ha colado en las celebraciones de la Cuaresma previas a la Semana Santa.

Los numerosos feligreses y turistas que se acercaron a la capilla optaron por honrar al Cautivo, y también al Cristo de la Buena Muerte, desde lejos, con sus rezos, respetando la recomendación del Cabildo catedralicio y de la hermandad de Santa Cruz, a la que pertenece el Cristo de Medinaceli expuesto ayer en besapiés antes de presidir por la noche el Vía Crucis Oficial de la Semana Santa de Alicante.

Ante la imagen del Cautivo se instaló un reclinatorio en el que algunas personas se arrodillaron para orar más cerca del Cristo pese a que una cuerda extendida por delante de la imagen complicaba el acercamiento. Los pies de la talla quedaron cubiertos con las vestiduras en todo momento. No obstante, la hermandad tenía preparado un difusor con líquido desinfectante y un paño de limpieza por si alguna persona muy creyente se empeñaba en besar los pies. El producto fue elegido tras consultar con un imaginero para no dañar la policromía del Cautivo, cuya hermandad celebra este año el 75 aniversario fundacional. En la Semana Santa alicantina se realizan durante Cuaresma una treintena de besamanos y besapiés a imágenes.

Las recomendaciones que ya llegan hasta de la Conferencia Episcopal por el temor al contagio por el coronavirus están marcando los actos religiosos a las puertas de la Semana Santa. La hermandad de la Flagelación y Gloria de Elche, cambiará, en las misas de sus sagrados titulares, los besamanos y besapiés por reverencias. «Queremos extremar al máximo las medidas sanitarias que en estos momentos nos envuelven con los casos de coronavirus», justifica.