En la previa, el bipartito había presumido de «acercar a la calle» el tradicional acto institucional del Ayuntamiento de Alicante con motivo del Día de la Mujer, que oficialmente se conmemora este domingo, 8 de marzo. Con todo, el acto, organizado en Plaza de Argel (en pleno corazón de la Zona Norte) en una jornada ventosa y en la que amenazó lluvia, iba a pasar sin pena ni gloria. Con instantes más emotivos (como las intervenciones de mujeres del barrio, de la comunidad senegalesa y la gitana, además del coro de la Asociación Futuro de la Mujer) y otros sin más.

Y así, sin sobresaltos, discurrió el acto hasta que la vicealcaldesa, Mari Carmen Sánchez (de Cs), subió al escenario. Tomó la palabra (pese a llevar días afónica) y habló de las mujeres y de sus derechos, de los avances conseguidos y de lo «mucho que queda por recorrer», de que la igualdad es una «batalla en la que no se pueden bajar los brazos» y de que incumbe a todos la «responsabilidad de seguir denunciando una lacra como es la violencia contra las mujeres, la máxima expresión de desigualdad».

También se refirió a que Alicante tiene «nombre de mujer», por aquellas que han dejado huella, en alusión a las trabajadoras de la Fábrica de Tabacos y a la periodista Pirula Arderius. Y, aquí, en esa enumeración de ilustres alicantinas, Mari Carmen Sánchez empezó a torcerse, a pisar charcos innecesarios. Todo empezó cuando la vicealcaldesa citó también a la escritora Paca Aguirre, Premio Nacional de las Letras en 2018 y a quien el PP dejó sin calle en Alicante en la revisión del callejero con motivo de la aplicación de la Ley de Memoria Histórica. Pero Sánchez no se quedó ahí. Recordó las recientes palabras del nuevo comisario de la Policía Nacional, Ignacio del Olmo, quien en su presentación habló de que la mujer debe «empoderarse», además de recitar a Miguel Hernández.

Ventana abierta...

La «dos» del bipartito quiso seguir esa estela. Y lo hizo con una estrofa del poema «Eterna sombra». En concreto, recitó: «Soy una abierta ventana que escucha, por donde va tenebrosa la vida. Pero hay un rayo de sol en la lucha que siempre deja la sombra vencida». Versos bien traídos, en principio, en esa dura lucha contra una lacra social como es la violencia machista, pero que acabaron de encrespar a la izquierda, que no aplaudió el discurso de Mari Carmen Sánchez. Y todo porque el bipartito, de PP y Cs, bloqueó hace apenas una semana una iniciativa plenaria para respaldar al poeta oriolano frente al veto a sus versos del gobierno de Madrid, también formado por un bipartito de PP y Cs.

Desde la izquierda hablaron ayer de discurso «bochornoso» y «desafortunado» de la vicealcaldesa, además de incidir en la contradicción de que el bipartito impida una propuesta en el Pleno de apoyo al poeta y, una semana más tarde, recurra a sus versos en un acto oficial, por el 8-M. El alcalde de Alicante, Luis Barcala, huyó de la polémica, asegurando que la obra del poeta oriolano no es patrimonio de nadie. Al revés, pertenece a todos.

Tampoco pasó desapercibido, por las formas, la intervención previa de la edil de Igualdad, María Conejero (Cs), quien criticó la violencia machista («nos matan como a chinches») y las actitudes en contra de la igualdad («nos tratan como a lelas»).