Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pérdida de sillares y basura en la Torre El Ciprés pese a ser Bien de Interés Cultural

Alicante Vivo alerta del riesgo de derrumbe de la fortificación de la huerta, que tiene casi medio milenio

El interior, lleno de desperdicios. pilar cortés

La Torre El Ciprés, construida en 1565 y declarada Bien de Interés Cultural en 1997, presenta un deterioro «brutal» e «impresionante», según la Asociación Cultural Alicante Vivo, que alerta del peligro de derrumbe de esta construcción fortificada de la Playa de San Juan que se está desmantelando en una de sus esquinas por la pérdida de sillares. Además, presenta un boquete en una de sus fachadas por el que se puede acceder al interior de esta torre de la huerta, en concreto a la planta baja. La estancia, cubierta por una bóveda de cañón rebajada, está llena de basura y hay restos del colchón que fue utilizado durante largo tiempo por una persona que se refugiaba en su interior. Hoy campan a sus anchas los gatos.

Vecinos del entorno de la torre consideran un peligro que se pueda entrar por si se produce algún derrumbe parcial, en lo que coinciden con Alfredo Campello, de Alicante Vivo, quien avisa del riesgo de las personas que pasan junto a la construcción, que está situada junto a un camino público. Pese a ser propiedad privada, no hay ninguna valla delimitando la torre, que además está llena de grietas y tiene algunas pintadas.

En los años 70 se edificó una promoción urbanística muy cerca de la torre, que, de acuerdo al cartel informativo situado a pocos metros, es un ejemplo relevante del conjunto de las torres de la huerta por sus dimensiones, la planta rectangular que tiene, la bóveda inferior, los forjados, la escalera helicoidal y el sistema constructivo empleado. Además, explica que en la última hilera de sillares figura una inscripción con el año de construcción, 1565. La casa anexa, que fue demolida, se construyó en 1661, y la ermita, que aún está en pie, data de 1668.

Según advierte Alfredo Campello, la ermita está a punto de desplomarse en su parte trasera, «si no se actúa ya, poco futuro tiene porque se hunde», señala. Ante el edificio religioso, hay un pavimento de canto rodado de interés que queda oculto por la hierba, crecida de una forma selvática. A la entrada de la finca había un arco de piedra, también del siglo XVI, que desapareció en un robo después de que lo desmontaran y se lo llevaran en un camión, señalaron desde la asociación cultural. En cuanto a la torre en sí, el interior está «arruinado», lo mismo que el forjado, que «si se acaba cayendo, la torre se desplomará». «Lleva más de 30 años entrando agua cuando llueve y se ha incendiado. Cuando se hunda el forjado, las paredes dejarán de sostenerse y es muy peligroso, porque está pegada a un camino público. Se está deshaciendo». También han ido desapareciendo piedras con el tiempo. La entidad cultural no entiende este abandono de una construcción que tiene casi medio milenio. «En otro sitio la estarían conservando y aquí está a punto de caerse».

Hace dos años, el Consell Valencià de Cultura, una institución consultiva de la Generalitat Valenciana, instó al Ayuntamiento de Alicante a aprobar un plan de protección de las torres declaradas BIC. En un informe sobre el estado de las construcciones defensivas de la antigua huerta de Alicante, se urgía a la intervención del Ayuntamiento de Alicante y de la Dirección de Cultura y Patrimonio para evitar el derrumbe de la Torre El Ciprés, «que parece inminente», así como su restauración y la de la capilla anexa. La institución reclamaba, «en el caso de que fuera necesaria», su expropiación, dado que pertenece a varios dueños.

En la misma línea, el exconcejal de Urbanismo Miguel Ángel Pavón, defensor de la protección del patrimonio, considera que el abandono en que se encuentra puede ser un argumento para expropiar la torre y que sea mantenida en condiciones por la Administración.

Compartir el artículo

stats