El déficit de pediatras en Atención Primaria en la sanidad pública valenciana impide cubrir las nuevas plazas creadas por la Conselleria de Sanidad, según denuncian desde la Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP). Aunque en 2019 se crearon 81 nuevas plazas, muchas permanecen desiertas debido a que no hay suficientes profesionales para cubrirlas. Así, según datos de la Asociación Española de Pediatría (AEP), en la Comunidad Valenciana, 15 plazas no están aún cubiertas por ningún profesional médico y muchas otras (un 28% aproximadamente) no están ocupadas por pediatras, sino por médicos no especialistas en pediatría o médicos sin titulación vía MIR, por lo que la calidad asistencial en pediatría, reconociendo y respetando el esfuerzo y la labor de dichos profesionales, se ve mermada.

Un año después de que los pediatras reclamaran una mejora de la calidad de las consultas de Atención Primaria a la Conselleria de Sanitat, la institución mantiene activo su “Plan Especial de Atención Primaria”, centrado en la creación de nuevas plazas de pediatría y médico de familia. En este escenario, la SVP, en comunión con otras sociedades pediátricas del ámbito de la Atención Primaria, Avalpap y SEPEAP, defiende que está acudiendo, y acudirá, a todas las reuniones convocadas por la Conselleria, para aportar su punto de vista, reivindicaciones y manifestar su preocupación y malestar por la situación límite en la que se encuentra la Atención Primaria.

Para la SVP, no se han analizado otros factores esenciales para garantizar un servicio de calidad a niños y adolescentes. Un ejemplo de ello es el escaso número de plazas de pediatría para formación MIR que se han habilitado en los últimos meses. Hasta el 2019 el número de plazas era de 46. Actualmente se ofertan 50 plazas en toda la Comunidad Valenciana. Un incremento que, según datos de la SVP no basta para cubrir la jubilación de médicos y completar el relevo generacional en todos los centros de salud.

Por otro lado, tras el MIR, los pediatras se encuentran con obstáculos que los vuelven reticentes a ocupar las plazas de Atención Primaria, como horarios que dificultan la conciliación con la vida familiar, consultas masificadas o un sueldo menor que en las clínicas privadas o en hospitales del extranjero. “Ahora mismo la Atención Primaria, aun siendo clave en el desarrollo de los niños, es la opción menos atractiva”, argumenta la doctora Eva Suárez, vicepresidenta de la SVP por Castellón. Por ello, la SVP y otras sociedades médicas valencianas han propuesto a la Conselleria de Sanidad otras medidas a implementar, junto con el aumento de plazas, para hacer más atractiva la pediatría de Atención Primaria a los especialistas recién formados.

Para mejorar las condiciones de los pediatras de Atención Primaria se propone, además de ampliar las plazas de MIR, establecer unos horarios que favorezcan la conciliación familiar, ofrecer tiempo para realizar investigación y formación continuada, así como atención comunitaria dentro y fuera de los centros de salud. Se facilita de esta forma el reciclaje de los profesionales para garantizar la mejor atención a los niños y adolescentes.

Dado que la calidad del servicio se ve más perjudicada en las zonas rurales, entre las propuestas principales también se encuentra centralizar los servicios de pediatría de pueblos distantes o de plazas que atienden a varias localidades pequeñas para evitar el desplazamiento excesivo de profesionales, con la pérdida de tiempo asistencial que ello conlleva. Las sociedades piden también tener en cuenta que en estas zonas los pediatras solo pueden pasar consulta unos pocos días a la semana y durante unas horas y las urgencias hospitalaria suelen estar muy alejadas de estas poblaciones. Estas propuestas se pueden consultar en la petición de firmas activa en Change.org.

Los pediatras valencianos defienden la importancia de garantizar la calidad asistencial de la Atención Primaria por su impacto en el bienestar de los niños y las familias. La revisión bibliográfica pendiente de publicarse en la revista Acta Pediátrica titulada “Qué profesional es el más adecuado para atender la población infantil en Atención Primaria”, destaca que la población infantil atendida por pediatras tiene mejores coberturas vacunales, menor y más adecuada prescripción de antibióticos, mejor detección precoz de enfermedades y mejor adecuación a las Guías de Práctica Clínica, lo que conlleva una mayor calidad de vida y un menor coste económico. Según la doctora Eva Suárez, “en los centros de salud realizamos promoción de hábitos de vida saludables y la prevención de enfermedades. Hablamos con las familias de vacunación, alimentación equilibrada y cuidados según la edad y el historial de cada niño. Una labor educativa diaria que repercute en la salud de los menores”.

Este seguimiento continuo a los niños desde que nacen y la detección precoz de cualquier enfermedad por parte de los pediatras permite que la tasa de mortalidad infantil en España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), sea del 2,69%, más baja que la media europea.

Sin embargo, la saturación de las consultas de pediatría dificulta que los pediatras pueden implicarse en la misma medida con todas las familias, sobre todo en épocas de epidemia donde se pueden atender a más de 40 niños al día entre consultas, citas programadas y atención de urgencias. Unos registros muy por encima de las cifras recomendadas por las sociedades científicas situadas en las 25 visitas máximas por pediatra. Si a ello se suma la ausencia sin sustitución de otros profesionales por guardias o vacaciones, el trabajo de un solo pediatra se ver duplicado, según las estimaciones de la Sociedad Valenciana de Pediatría, lo que puede generar una atención pediátrica de menor calidad.