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«Hay padres que intentan hacerse los graciosos al ponerle el nombre a sus hijos»

Ha vivido la conversión del Registro Civil en uno de los pioneros en España dedicados en exclusiva a esta materia, la primera boda de un transexual celebrada en el país o la autorización para que una mujer cambiara el nombre de Josefa a Pepa

«Hay padres que intentan hacerse los graciosos al ponerle el nombre a sus hijos»

Tras más de 34 años destinado en el Registro Civil de Alicante como letrado de la Administración de Justicia, Andrés Martínez López-Puigcerver se ha jubilado esta semana a los 72 años con una trayectoria de récord. Como secretario del Registro ha inscrito 340.140 nacimientos, 295.950 defunciones y más de 50.000 expedientes de nacionalidad. También ha dado fe en 39.300 matrimonios. Sonríe al recordar cuando alguien le comenta que su nombre le suena. El motivo es porque su firma aparecerá en la partida de nacimiento o algún otro documento del Registro Civil. «Estoy en los hogares de miles de alicantinos», asegura con orgullo. Procedente de un juzgado de Elda donde prácticamente tocó casi todas las ramas del Derecho en 1985 se incorporó al Registro Civil de Alicante, donde estuvo hasta el pasado jueves. Ha trabajado con nueve magistrados, entre los que se encuentran Luis Segovia, Virtudes López y Julio Calvet, así como con otros nueve fiscales, entre ellos Felipe Briones, y hasta con 300 funcionarios. Se marcha con la incertidumbre de qué pasará en junio cuando se supone que debe entrar en vigor una ley que viene prorrogándose desde 2014 y que desjudicializaría los Registros Civiles.

P ¿Ha cambiado mucho la forma de trabajar en el Registro estos treinta años?

R El cambio más radical vino cuando se digitalizó el archivo en 2008. Hasta entonces todas las inscripciones eran a mano y se hacían con pluma porque la ley exigía que fuera con tinta indeleble. Los funcionarios tenían que tener buena letra y clara.

P ¿Se ha completado la digitalización de todo el archivo?

R El proceso llegó hasta 1958 y se ha quedado a medias. Antes de ese año, no está digitalizado.

P ¿Todos los cambios del Registro Civil han tenido algún reflejo en la ley?

R El Registro ha podido evolucionar mucho, pero está regulado por una Ley de 1957. Un reglamento muy minucioso lo desarrolló un año después a todos los niveles. Ha sido parcheada por reformas parciales y ha evolucionado para adaptarse a las nuevas situaciones.

P ¿Fue complicada la tarea de conseguir que éste fuera uno de los primeros registros civiles exclusivos de España?

R Había que atender que no sólo había razones de población, sino también de hecho. Alicante tenía una gran población y sobre todo un movimiento importante de inmigración. Se trató con cifras y razonando. Se hicieron unos diez registros exclusivos en toda España. Allí se entraba en comparación con otras ciudades que tenían poblaciones de derecho muy superiores a las de Alicante y no fueron exclusivos en el principio.

P ¿Era necesario un segundo Registro Civil para Alicante?

R No tengo más que observar el público que viene todos los días y eso me da la razón de que sí lo era. Era una necesidad de la ciudad de Alicante por la población y la importancia que tiene. También era evidente que era imposible crear el segundo Registro Civil de Alicante, mientras València también siguiera teniendo dos. Por eso ayudé a que allí consiguieran también el tercero.

P ¿Se han celebrado bodas de alguna celebridad?

R Famosos de verdad no han venido a casarse. Sólo lo intentó una pareja de actores, pero pretendían que se cerrara la sala de bodas solamente para los que ellos autorizaran. Esa solicitud no se podía atender porque el matrimonio es un acto público. En vista de que debían tener alguna exclusiva, decidieron casarse en otro lugar donde sí debieron respetar esa petición. Lo normal es que se vayan a una Iglesia o a recintos especiales. No tenemos las cualidades ornamentales para una boda de estas características.

P ¿Ha visto plantones de novias?

R Sí que ha habido alguna novia que no se ha presentado. De los pocos casos que se han dado, han sido las novias las que no han venido. Nunca he visto a nadie que diga que no en el acto de la celebración. En este caso, la ficción supera la realidad y no se ve lo de las películas.

P Puestos con símiles de película. ¿y aquellos que interrumpen para decir un motivo para impedir la boda?

R Eso ni se dice, ni se hace porque hacemos un expediente previo de investigación. En la entrevistas por separado con los cónyuges nos hemos encontrado casos en los que no era un matrimonio libre y el consentimiento estaba viciado. Desde mujeres atemorizadas que al quedarse a solas nos pedían ayuda, a un hombre que no quería casarse con su cuidadora. Otra vez detectamos en plena boda a una persona que suplantaba a su hermano.

P ¿Ha sido eficaz el Registro en detectar bodas de conveniencia?

R Un asiático y una española vinieron a inscribir un matrimonio celebrado por la Iglesia. Era muy sospechoso porque ni él hablaba español o inglés, ni ella el idioma de él. Ni se hablaban entre sí, ni tenían relación personal alguna que indujera que eso pudiera ser un matrimonio. Parecían dos desconocidos y hasta se fueron cada uno por su lado. Ante las dudas, citamos al sacerdote y nos dijo que ésa no era su firma y que estaba falsificada. Al comprobar en otras iglesias, vimos que ese matrimonio no se había celebrado. Así descubrimos una trama que falsificaba esta documentación. En los matrimonios de convivencia se busca con el enlace lograr una serie de ventajas, especialmente para la nacionalidad.

P O sea que de amor nada.

R ¿Quién me puede decir que todos los matrimonios son por amor? El Código Civil ni siquiera lo exige, sólo consentimiento. No habla de procrear como dice la Iglesia católica, ni de amarse los unos a los otros, pero sí de socorrerse, respetarse y atender las necesidades domésticas con igualdad.

P ¿Y eso de consumar el matrimonio?

R En los matrimonios por la Iglesia sí que hay una nulidad para la no consumación. Pero eso no existe en los matrimonios civiles. Una vez vino un hombre que contrajo aquí una semana después de su boda exigiendo que «se le rompieran los papeles» porque «no había consumido» (sic) nada del matrimonio, ni siquiera un rato. No le podíamos atender porque los procedimientos para disolver su matrimonio eran otros, como pedir el divorcio.

P ¿Están superando los matrimonios civiles a los religiosos?

R Hasta hace unos años el matrimonio mayoritario era el que se celebraba por la Iglesia. Los civiles eran muchos menos. Pero ha ido aumentando y ahora está en condiciones se superar a los religiosos.

P ¿Cómo ha evolucionado el papel de la mujer en el matrimonio?

R Hemos pasado desde 1975, en que la mujer perdía la nacionalidad por razón de casarse con un extranjero, a la igualdad absoluta en el matrimonio. El Código Civil establece unas obligaciones a los cónyuges, pero su único límite es el que le dan los interesados. Una vez en que el juez le leyó a una pareja los artículos y las obligaciones del matrimonio. Una de ellas es la fidelidad. Al final de la ceremonia, vinieron a decirme que ellos eran una pareja abierta y amigos del amor libre y estaban preocupados por esa obligación.

P ¿Cómo se vivió eso de ser uno de los primeros Registros Civiles que casó a un transexual?

R Antes de que se aprobaran los matrimonios de personas del mismo sexo, el Supremo por sentencia permitió a una mujer inscribirse en el Registro como hombre. En cambio, el fallo no le permitía contraer matrimonio. Por lo que, cuando vino con su novia para casarse, entendimos que esa situación le estaba vulnerando un derecho fundamental. No podía contraer matrimonio ni con hombres ni con mujeres. Por eso, la boda se acabó autorizando. Para evitar nulidades, se notificó antes a la novia todo el proceso de cambio de sexo de su cónyuge para que supiera con quién se estaba casando.

P Años más tarde el Gobierno aprobó las bodas entre personas del mismo sexo...

R La medida causó una convulsión en parte de la judicatura y fue una de las grandes conquistas de los últimos años. La realidad social era que había personas del mismo sexo que querían contraer matrimonio y no podían. Con su aprobación, el registro de parejas de hecho no tiene ningún objeto de ser hoy. Uno de los motivos para inscribirse era porque no se podían casar. Ahora ya existen los matrimonios de personas del mismo sexo y no hay razón para acudir a esa vía, que tiene menos eficacia.

P ¿Qué opinión le merecieron la actitud de algunos juzgados que trataron de poner trabas a la aplicación de las bodas entre personas del mismo sexo?

R Fue de asombro. Que un juez no quiera aplicar la Ley, no lo concibo de ninguna manera. La ley era la que era y no se podía impedir su aplicación por sus creencias religiosas o de tipo personal respecto al matrimonio. Un juez no puede aplicar criterios subjetivos.

P ¿Qué piensa de que los notarios puedan celebrar bodas?

R Forma parte de ese momento en que se nos intentó vaciar de contenido, pero la esencia de los Registros Civiles es la absoluta gratuidad.

P ¿Cuál es el papel de la madre en el Registro Civil?

R La protagonista es siempre la mujer y la madre. Porque es la que debe figurar obligatoriamente en la inscripción de nacimiento. La madre sale porque es ella quien da a luz, pero es que además es que sabe quién es el padre. Los niños que no tienen padre reconocido figuran sólo con el nombre de la madre. Está en el cien por cien de todas las inscripciones. En cambio, a un hombre no le aparece cuántos hijos tiene. En el caso de que sea una mujer casada, hay presunción de que la paternidad es del marido. Las verdaderas exclusivas en el Registro Civil no estarían en las bodas, sino cuando un famoso viene a reconocer a un hijo. Algunas veces vienen casi disfrazados porque no quieren que les reconozcan.

P ¿Se ha notado el descenso de la natalidad?

R Se ha notado. A lo largo del año, hay épocas en que nacen más que en otras. El mayor número de nacimientos se produce en verano y en los últimos meses del año. Hay muchos menos que cuando empecé, que era una avalancha tremenda. Alguna estadística mensual da menos nacimientos que muertes. No va en una progresión, pero tampoco es un descenso absoluto exagerado. Muchos nacimientos son de personas no españolas. Lo que sí ha aumentado es el número de hijos nacidos en parejas o mujeres solteras respecto a los nacidos en matrimonios. Hasta puede superarlos, del orden de seis de cada diez.

P ¿Suele haber sorpresas cuando se consultan las inscripciones de nacimiento?

R Sí que se han dado casos de que la persona que está consultando se encuentra con que es adoptado, o que su padre biológico no es quien pensaba, o que éste tardó en reconocerle. Esas sorpresas, aparte de estupor, han causado llantos, lágrimas, petición de explicaciones.

P ¿Cuál ha sido el nombre más estrambótico que le ha tocado inscribir en el Registro Civil?

R Ha habido muchos y algunos con reticencias por parte de algunos jueces. Por ejemplo, ponerle Mia a una niña, como Mia Farrow, por mucho que sea un nombre extranjero, en castellano tiene un sentido posesivo. Recuerdo uno que le puso Iloveny, de «I love New York». Las combinaciones se pueden dar.

P ¿Cuál es el límite a la hora de inscribir un nombre?

R El derecho al nombre es bastante relativo, porque el bebé no elige su nombre en absoluto cuando se le inscribe. Los padres son los amos y dueños de los nombres que les van a poner. Algunos les han puesto nombres que son de mascota. En la reforma de 2007, se dio libertad casi absoluta de imposición de nombres. Hay una regla general, que no afecte a la dignidad de la persona, evitar que el nombre combinado con el apellido produzca hilaridad. Hay padres graciosos que se creen que su hijo es un chiste.

P Ustedes fueron de los primeros en permitir que una mujer cambiara el nombre de Josefa a Pepa...

R En 2004, el cambio de nombre para usar diminutivos no estaba permitido. En esta ocasión, se aceptó la petición para un cambio de nombre. Era una señora adulta mayor que dio el paso para pedir llamarse Pepa. Un nombre que en la Comunidad Valenciana tenía sustantividad propia, que era lo que pedía la Ley y por eso se autorizó. No era lo mismo pedirlo en Sevilla que en Alicante. A una recién nacida el juez no se lo hubiera admitido, pero una señora de una edad en la que ya es consciente de lo que estaba cambiando y quería utilizar era algo distinto.

P ¿Muere la gente más vieja?

R En Alicante, muere más vieja y muere más. Esta provincia tiene un clima maravilloso y hay muchos jubilados que vienen a morir aquí.

P ¿Hay documentos en el archivo del Registro con valor histórico?

R Hay dos documentos que siempre cito, porque cada vez que los veo me hago la reflexión de si realmente todos somos iguales ante la muerte. Tenemos la inscripción de la defunción de José Antonio Primo de Rivera y la del poeta Miguel Hernández. El primero tenía trato de Excelentísimo y en la inscripción se decía que las causas de la muerte fue «por salvaguardar la unidad de España por Dios y por la Patria y que fue vilmente asesinado». En el otro lado, Miguel Hernández que parece un pobre hombre que tuvo una muerte natural.

P ¿Cree que el Registro Civil puede ser cambiado por máquinas?

R No se puede llevar a cabo una mecanización del Registro Civil tan absoluta y digital y anónima, porque lo que la gente viene buscando es una relación de persona. Sustituirlo por frías máquinas, no puede ser porque se están regulando derechos de las personas.

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