? El doctor Jover es tajante al respecto. No hay justificación médica para el uso indiscriminado de mascarillas, más allá del que se sabe enfermo o de los profesionales sanitarios en un entorno de posible infección. «Ningún organismo internacional la aconseja a la población en general», puntualiza. Lamenta que su uso indiscriminado desabastece a los que las necesitan y más allá de que su uso quirúrgico reduce el riesgo de contagio de infecciones respiratorias como el nuevo coronavirus o la misma gripe, su uso no se recomienda a personas sanas en la vida cotidiana. «Sólo están justificadas en personas con una infección respiratoria para no contagiar a otros, y en el personal sanitario o familiares que atienden a estos pacientes». Es la misma recomendación de la OMS, el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Europa, y el de Estados Unidos, basada en estudios científicos que evalúan la utilidad de las mascarillas y que han demostrado su eficacia en hospitales y en personas que atienden a enfermos en entornos cerrados, pero no en otros lugares y ni mucho menos un uso masivo que provoca un peligroso déficit.