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Vicente Giner: «Tomar antibiótico por un constipado es inaceptable»

Llegó hace escasos ocho meses procedente del Virgen de Los Lirios de Alcoy, donde le precede una amplia experiencia en la jefatura de medicina interna desde 2012, y está dispuesto a darle la vuelta a la relación médico paciente con el objetivo de mejorar la salud de la población.

El doctor Vicente Giner Galvañ, en el Hospital de Sant Joan. | PILAR CORTÉS

El doctor Vicente Giner Galvañ «con eñe», como remarca él mismo, «y de la plaza de El Campello» como destaca con orgullo, contagia su entusiasmo por la medicina desde el primer minuto. Funde la gestión, con la clínica y la investigación porque gestionar sin pacientes «no es nada», dice. Y centra la labor del internista actual en dos polos, las enfermedades crónicas que van de la mano de las personas mayores, y los jóvenes sanos, a los que «hay que convencer de que lo están».

¿Qué males son los que tienen hoy una mayor prevalencia?

La cronicidad y la edad van de la mano, y por otra parte la gente joven y sana, a la que es muy difícil convencer de que están sanos. Tienden a hacerse pruebas y olvidan que las endoscopias tienen efectos secundarios, además de que también hay un componente de somatización y de ansiedad importante, mientras que el proceso medico es creativo. Hay talleres de mindfulness y técnicas de relajación con la que ya cuentan por ejemplo en Alcoy. Personas con colon irritable se beneficiarían de talleres del Colegio de Enfermería sobre cómo masticar, en lugar de tanto fármaco, pero convencerles cuesta mucho. Los internistas lo llamamos la «consulta activia». Nadie está loco pero hay dolores que no aparecen en las pruebas y que exponen al paciente a un riesgo, además de tirar recursos porque no se mejora. Tienen que saber que ese dolor lo van a tener toda la vida, pero que no es cáncer, y que se puede abordar desde Enfermería en la asistencia Primaria sin incrementar gastos.

Ahorro y mejora de la salud, parece una poción mágica.

Recursos hay muchos pero el problema es cómo se enfocan y optimizarlos. No siempre quien gasta más gestiona mejor. Se trata de pensar en terminos de salud poblacional y de promoción de la salud más que de pacientes y enfermedad. Las fibromiálgicas y artrósicas, por ejemplo, deberían poder beneficiarse de recursos de la sociedad como el gimnasio y no lo estamos haciendo. La solución no es farmacológica e incluso añadir sesiones de aquagym.

«Tomar antibiótico por un constipado es absolutamente inaceptable. Mayor gasto no mejora la medicina»

¿Y eso no resulta más caro?

Es mucho más barato que las medicinas, seguro. Existen evidencias a nivel de beneficio y del estado general, sabiendo lo que a esas personas les supone caminar, llegar, y estar en la consulta médica o incluso posar de forma adecuada para una radiografía. Yo no veo a un paciente con artritis sino a una persona con problemas de movilidad.

¿Llegaremos a ver ese cambio en el concepto de la medicina?

Previamente hace falta un cambio cultural y en los facultativos, porque la gente llega ya esperando la radiografía. Pero ya está cambiando. En Alcoy no esperan a los pacientes, van a las asociaciones de vecinos y a colegios e institutos. No podemos ser el sancta sanctorum de la sapiencia y el diagnóstico. Ninguna prueba por sí misma es diagnóstica de nada, los médicos tenemos probabilidades, nunca certezas, y hay que explicarlo a la gente. Hace falta una deprescripción por la seguridad del paciente, porque en ocasiones la medicina actual es demasiado agresiva y crea más problemas de los que solventa, sobre todo con los mayores. Tomar antibiótico para un constipado, por ejemplo, es absolutamente inaceptable.

«El facultativo tiene un poder curativo si se gana la confianza del paciente, somos como los chamanes»

¿Tiene tiempo el médico para esas visitas?

Se trata de priorizar. Tenemos un compromiso social y hay cosas que podemos aportar para cumplir la misión de devolver en valor recursos de la sociedad. Aumentar el contacto humano. El facultativo tiene un poder curativo si se gana la confianza del paciente, seguimos siendo en el fondo los chamanes de la tribu. Habría que recuperar el papel del médico de cabecera que va a casa pero para eso hace falta desburocratizar la Sanidad. Dignifico por ejemplo la muerte en casa, con su cama y su gente que saben que van a despedirse, sin grandes dramatismos.

Será lento, pero lo veo posible.

¿Cómo llevar una vida sana?

La obesidad . Necesitamos un solo gramo de sal y consumimos de 10 a 12 al día. Prácticamente no caminamos, yo prohibiría los ascensores y el tabaco debería ser ilegal. Todos lo sabemos, es incómodo, pero sabemos lo que hay que hacer.

¿Medicina interna ha cambiado mucho con la tecnología?

Sí. Contamos con la exploración complementaria como es la historia clínica. Preguntamos incluso si se tiene periquito, integramos las historias desde una visión global e incorporamos junto al endoscopio tecnologías como la ecografía clínica inmediata. O la monitorización ambulatoria de la presión arterial también, con registro de 24 horas, como un móvil programado conectado al brazo. Permite ajustar la tensión arterial de lo ancianos, son muy eficaces. O en fumadores, diabéticos y ancianos se puede detectar un problema circulatorio de forma precoz en 15 minutos, y medir la fuerza del paciente con un dinamómetro y optar o no por la prótesis.

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