P Su conferencia habla sobre la racionalidad en la sociología del conocimiento y de la ciencia, ¿en qué consiste esta racionalidad?
R Consiste en reivindicar una concepción de las ciencias sociales alejadas de la charlatanería, que defienda que es posible hablar sobre lo social con la misma precisión, fortaleza teórica y empírica que se puede hablar del mundo físico natural. Las ciencias sociales y en especial la sociología no son un terreno para la palabra vacía, la especulación, la ideología o el activismo político. Se puede hacer una ciencia social profunda y seria.
P En un momento de fake news y manipulación de la opinión pública es necesario reivindicarlo.
R Las carreras académicas a veces tienen un ciclo vital que hizo que la sociología se pusiera muy de moda en los años 60 y 70, luego decayó. Hoy las facultades son sólidas. En un mundo globalizado se mantiene la tensión entre lo global, con una lógica unificadora del mundo, y lo subjetivo, las identidades primarias. Para explicar la tensión entre esa tendencia unificadora y la reivindicación de lo propio, del valor de la identidad y de la lengua tiene mucho futuro la sociología. No es casual que los partidos emergentes como Podemos sean impulsados por gente que proviene de las ciencias políticas y la sociología.
P Ha presidido el CIS durante dos años, ¿cómo fue la experiencia?
R Muy gratificante. Tras estar 30 años de profesor de universidad aprendí de otra administración pública, me permitió estar en una atalaya donde los fenómenos de la opinión pública se viven desde dentro. Intenté hacer una gestión neutral, vinculada al mundo académico y alejada de las polémicas y de un uso partidista. Creo que contribuí a modernizar la institución.
P Su sucesor José Félix Tezanos sí se ha visto envuelto en polémicas.
R Conozco a José Félix desde hace más de 30 años, fue un magnífico profesor y tiene muy claro el mundo de la ciencia. Le debo una lealtad institucional al CIS, un presidente se debe a la institución y no a la coyuntura diaria que forma parte de la arena política y mediática.
P ¿El CIS se puede convertir en un arma política?
R Claro, el CIS tiene una dimensión y una naturaleza política y no es de extrañar que pueda ser objeto central de la política mediática.
P ¿Cómo se decide qué encuestas se realizan?
R Hay una serie de encuestas que están protocolizadas, también trabajos para la administración pública mediante encomiendas, estudios propios de la institución y los barómetros políticos. Hay una programación establecida aunque el presidente tiene la potestad de realizar cambios. Por ejemplo, ahora el barómetro se realiza todos los meses como en los años 80.
P ¿Cómo definiría a la sociedad española tras su paso por el CIS?
R La definiría como una sociedad tremendamente modernizada en todos sus aspectos, en las estructuras familiares, en el comportamiento político etcétera. Es una sociedad moderna en el sentido más propio de la sociedad de la información y el conocimiento. Tenemos un estado del bienestar homologable a los países que han sido nuestra referencia y una opinión pública más crítica que otros países. La autocrítica quijotesca es un poco el peligro de nuestra sociedad, la excesiva autocrítica que nos lleve a una polarización, que no sepamos ver las muchas cosas que nos unen y que son más de las que nos separan. Que unen a los catalanes, a los vascos, a los valencianos, a los castellanos y a los andaluces. Ese es el peligro que veo, que esa imagen autocrítica sea una profecía falsa que se acaba cumpliendo cuando en realidad somos un país moderno.
P ¿Cómo ve el panorama en Cataluña?
R Es una incertidumbre. El Gobierno de Rajoy cayó por Cataluña. El ciclo electoral del PP se estaba agotando y en cuanto pasaron los sucesos de octubre de 2017 y con Ciudadanos tratando de disputar la hegemonía del centro derecha el Gobierno popular tenía los días contados. No sé hasta dónde llegará la capacidad de negociación del actual Gobierno para resolver el escollo. De cómo se resuelva o se polarice dependerá lo que ocurra con el fenómeno de Vox y con la normalización de Podemos. Estamos en un ciclo electoral virgen que la izquierda puede aprovechar.
P El PP está tratando de reunificar el centro derecha con Cs
R Creo de momento tiene escaso recorrido. No va a tener más recorrido del que ya ha tenido el voto al centro derecha en las últimas elecciones. No sabemos hasta dónde va a llegar el voto a Vox.
