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El transporte escolar, en números rojos por los impagos de Educación

Empresas medianas, para las que el traslado de escolares representa el 80% de su facturación, aseguran que tienen problemas para pagar el gasoil

El transporte escolar, en números rojos por los impagos de Educación

Parcialmente resuelto el problema de impagos de Educación a los comedores escolares, que han recibido hasta el momento al menos los gastos correspondientes hasta el pasado mes de noviembre, al tiempo que aseguran que el mes de diciembre se ha tramitado ya, el sector que asegura estar pasando ahora los peores momentos económicos es el del transporte escolar, también dependiente de los ingresos por parte de la conselleria.

Ayer mismo, la federación provincial del transporte escolar vio reflejado en sus cuentas el apunte contable del pago del mes de octubre, el último facturado por un sector que, según aseguran, empiezan a tener serios problemas para arrancar los autobuses porque solo pueden subsistir si reciben ingresos de otro tipo de servicios, como pueda ser el de las excursiones escolares que directamente pagan las familias. «Ese es el único dinero con el que podemos contar al día y, en nuestro caso, que somos una empresa mediana, lo que ingresamos por ese concepto lo tenemos que destinar íntegro para el pago del gasoil; si no, no podemos seguir funcionando», afirma el propietario de una de las cincuenta empresas concesionarias del transporte escolar en la provincia, que solicita mantenerse en el anonimato.

Este tipo de empresas de tamaño medio arrojan un gasto medio mensual cada una de ellas en gasoil de 15.000 euros, amén de otros 20.000 euros para el pago de los seguros sociales con una media también de medio centenar de trabajadores, entre conductores y monitores a los que también tienen que pagar la conselleria.

«Dos de nuestros empleados se han despedido ya porque no pueden soportar los impagos, nosotros no damos abasto para pagar todas las nóminas», abunda el gerente de otra empresa afectada que suma una quincena de rutas escolares en la provincia de Alicante y a la que la Conselleria de Educación adeuda cerca de medio millón de euros. «Cualquier día de estos nos quedamos sin gasoil para llevar a los chiquillos al colegio. Nosotros desplazamos todos los días a cerca de 900 alumnos, los llevamos y los recogemos», recalcan desde una de las compañías de transporte.

Facturas

Desde la federación provincial apuntan que la facturación mensual que corresponde a la Conselleria de Educación para mantener el transporte escolar en la provincia de Alicante asciende a 1,7 millones de euros, por lo que la deuda de al menos tres meses supera los cinco millones de euros, y superará los seis millones a final de febrero.

Empresarios afectados señalan a preguntas de este diario que llevan muy mal el día a día, con serios problemas para conciliar el sueño porque dar la cara ante sus trabajadores sin poder pagarles «es muy complicado», lamentan.

Añaden que hasta dos meses de nóminas pueden adelantar gracias a los créditos bancarios, pero ya ni siquiera las entidades financieras les permiten ampliar la deuda a consecuencia de los impagos de Educación. «Estos años atrás estaban pagando bien desde la conselleria pero este curso lo estamos pasando muy, muy mal», señalan afectados consultados por este diario.

En el conjunto de la provincia los 420 autobuses que hacen el servicio del transporte escolar mueven a diario a más de 15.000 alumnos de colegios e institutos. Responsables de la federación lamentan que efectivamente las empresas más pequeñas que solo centran su servicio en el traslado de escolares tienen serias dificultades para pagar el gasóleo necesario para salir.

Los entre 45 a 60 días de demora de margen que aseguran que pueden resistir sin cobrar en el sector, se multiplican este curso por tres, lo que les resulta «inasumible» en palabras de varios de los afectados. En algunos casos los intereses bancarios que arrastran alcanzan el 20% de sus cuentas y conductores y monitores que tampoco cobran buscan otro tipo de ingresos para poder mantener a sus familias.

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