Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Consell da por acabada la Oficina de Turismo y pone en duda que se pueda trasladar

La Generalitat prevé entregar la infraestructura a finales de mes al Ayuntamiento, que será quien deba equiparla y decidir si la abre o la mueve

El Consell tiene previsto entregar la Oficina de Turismo al Ayuntamiento de forma inminente. rafa arjones

Turisme Comunitat Valenciana ha dado por finalizada la construcción de la nueva Oficina de Turismo de Alicante -debía estar operativa desde abril de 2019- tras acabar el enlucido interior, y la previsión es entregarla al Ayuntamiento de Alicante a finales de este mes para que el Consistorio la equipe y pueda inaugurarse para la Semana Santa, primer gran evento turístico del año. Turisme da por culminado su trabajo tras adjudicar la construcción de la oficina en mayo de 2018 y solucionar los problemas de pagos con la promotora de una obra polémica por su ubicación, decidida en su día por el entonces alcalde Gabriel Echávarri, pero aceptada después por su sucesor, Luis Barcala.

Ahora parece no gustar a nadie, aunque todo apunta a que no se moverá del sitio, la plaza del Puerto, debido a que no hay espacio donde pueda caber y por el alto coste de su traslado. Cuestión, el precio, que no se ha llegado a calcular ni en el Consistorio ni en la comisión técnica de seguimiento porque nunca se ha reunido. Turismo duda, por su parte, que la construcción se pueda trasladar.

Sin la oficina entregada y terminada tampoco se puede decidir cuál será su futura ubicación. El alcalde, Luis Barcala, y el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, pactaron antes del verano crear una comisión de seguimiento para decidir su traslado y futura ubicación, pero el tema sigue en «punto muerto», debido al retraso acumulado en la entrega de la polémica oficina. El inmueble ocupa una esquina de la plaza del Puerto.

Si se acordara un nuevo emplazamiento, quedaría por abordar la cuestión del coste que representa el cambio y quién lo pagará. Desmontar lo hecho y volver a levantarlo en otro lugar vendrá a costar lo mismo que se destinó inicialmente al proyecto, es decir, sobre 700.000 euros, según apuntan fuentes conocedoras de la evolución de las obras y del propio proyecto. Es más, tanto la concejala de Turismo, Mari Carmen Sánchez, como el propio alcalde, Luis Barcala, han expresado sus dudas sobre la viabilidad de mover la oficina.

El Puerto llegó a ofrecer la Zona Volvo y el jardín anexo a la sala de exposiciones de la Lonja del Pescado pero no se ha vuelto a hablar del tema.

Coleando desde 2015

La construcción de la Oficina de Turismo de Alicante fue uno de los primeros anuncios del tripartito que llegó al Ayuntamiento en 2015. Se descartó un proyecto realizado por los propios técnicos municipales y tras convencer a Francesc Colomer, secretario autonómico de Turismo, el Ayuntamiento logró 700.000 euros del Consell para levantar la que iba a ser emblemática oficina. Turismo la pagaba siguiendo al pie de la letra el proyecto diseñado por el promotor, el Ayuntamiento.

Entre 2015 y mayo de 2018 se fue tramitando el proyecto a espaldas de la Concejalía de Urbanismo en la Concejalía de Turismo, a cargo entonces de la edil socialista Eva Montesinos. Se encargó el proyecto a un estudio de Arquitectura externo y se diseñó la oficina cuya ubicación final decidió el entonces alcalde, Gabriel Echávarri, porque la idea inicial del arquitecto era colocarla en el centro de la plaza del Puerto. Atrás se quedó un proyecto de los técnicos municipales, a coste cero, que ubicaba la oficina en la plaza del Mar, donde hoy está el barco de la Vuelta al Mundo a Vela.

Finalmente, se decidió que la oficina se ubicara en el lugar de la plaza en la que durante cinco años estuvo un carrusel infantil. Previamente, por otro lado, y para que la oficina pudiera ocupar el espacio donde se ha levantado hubo que reforzar la estructura de la plaza, construida sobre un parking, con un coste de 90.000 euros a cargo del Ayuntamiento.

Tras caer el tripartito de izquierdas todo siguió adelante hasta que llegó la hora de pedir la licencia en mayo de 2018 en Urbanismo ya controlada por el PP. Los técnicos la rechazaron. Tras unos días en los que el Consell amenazó con no pagar, el Ayuntamiento recurrió, en junio de 2018, a un recurso legal para autorizar la construcción de la oficina sobre la plaza en la que la normativa urbanística portuaria impedía realizar cualquier tipo de obra fija, al tratarse de la cubierta de un aparcamiento público. El equipo de técnicos y asesores instaron a los redactores del proyecto a revisarlo y realizar los cambios para que la oficina tuviera carácter desmontable, con lo cual el departamento municipal de Vías la autorizó, tal como había sucedido con la cafetería y el carrusel.

Compartir el artículo

stats