Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La inteligencia artificial permitirá en 10 años hacer operaciones de riesgo con éxito

Los algoritmos facilitarán la reducción de las listas de espera y una mejor gestión de los centros

Alumnos del grado de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Alicante, con algunos de los dispositivos que utilizan para sus investigaciones. jose navarro

La inteligencia artificial promete revolucionar el mundo de la sanidad gracias al desarrollo de máquinas cada vez más potentes, capaces de analizar una ingente cantidad de datos. En el plazo de diez años, los expertos aseguran que los médicos contarán con programas que podrán predecir cuál va a ser el resultado de operaciones delicadas, qué posibilidades hay de que fracasen, si es aconsejable hacerlas o no y qué complicaciones van a surgir. «En función de las características del paciente y del tipo de intervención, el programa te podrá decir qué tipo de técnica usar, cuántos días de hospitalización va a necesitar el enfermo, si después necesitará cuidados intensivos e incluso si la operación es viable o no», señala Daniel Ruiz, coordinador del grado de Ingeniería Biomédica de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante. Se trata de avances que nos llevan, a juicio de este experto, «hacia una cirugía personalizada». El equipo de Ruiz ya ha hecho en este sentido una investigación para una fundación en Colombia con la que han desarrollado un sistema para prevenir el resultado de cirugías cardiacas infantiles.

También dentro del quirófano, no tardaremos en ver a robots «que estarán entrenados gracias a técnicas de inteligencia artificial para poder realizar intervenciones quirúrgicas», señala Nuria Oliver, ingeniera en Telecomunicaciones y experta en inteligencia artificial.

En el camino de una medicina más personalizada, esta nueva tecnología va a permitir además que los tratamientos farmacológicos se ajusten mejor a las características de cada paciente. «Ahora mismo los programas informáticos de Sanidad almacenan una ingente cantidad de información de los pacientes, que podrá servir para conocer cuál es el tratamiento más adecuado para un enfermo en base a algoritmos que utilicen variables que hoy ni se tienen en cuenta pero que pueden influir, como puede ser el peso, la talla e incluso la zona en la que vive», señala Daniel Ruiz.

Nuria Oliver también cree que está cerca el momento en el que toda la información sobre la salud que ahora tienen los pacientes al alcance de su mano gracias a las pulseras inteligentes o a sensores en prendas de vestir pueda ser utilizada para prevenir enfermedades. «Vamos a pasar de un modelo generalista y episódico, en el que el médico me ve una o dos veces al año, a otro personalizado y continuo, donde los facultativos tendrán información sobre nuestra salud de manera continua para así prevenir las enfermedades».

Más allá del quirófano y de la medicina personalizada, otra de las aplicaciones más prometedoras de esta tecnología es la detección de enfermedades, con máquinas entrenadas para hallar lesiones en las distintas pruebas de imagen que se hacen en los hospitales. «En estos momentos ya hay 18 modelos de lectura de mamografías, radiografías y otras pruebas radiológicas aprobadas por las autoridades en EE UU y a punto de comercializarse», explica Aurelia Bustos, médica, ingeniera informática, doctora en Inteligencia Artificial (IA) y co-fundadora de Medbravo. Una tarea que en ningún caso va a sustituir la labor de los médicos. Y es que Bustos señala que actualmente un 30% de las pruebas que se encargan son normales «y eso quita mucho tiempo al médico, de esta forma podrán dedicarse por completo a aquellos casos en los que se detecta una patología».

Al respecto, otra de las aplicaciones más prometedoras de la inteligencia artificial es la mejora en la gestión sanitaria con máquinas capaces de analizar todos los datos que actualmente se almacenan en los sistemas informáticos de los hospitales para sacarles el máximo provecho. «Se podrán programar mejor los ingresos hospitalarios, reducir las listas de espera o eliminar ineficiencias», afirma Oliver.

Los expertos aseguran que estos cambios ya están a la vuelta de la esquina, como lo demuestra el hecho de que grandes corporaciones, como Google, estén invirtiendo en este terreno . «En estos momentos hay 98.000 artículos publicados sobre inteligencia artificial aplicada a la sanidad, los cambios van a ser mucho más rápidos de lo que nos pensamos», señala Aurelia Bustos. Coincide con ella Nuria Oliver, quien añade que «que ya hay patentes y prototipos en marcha». Para Daniel Ruiz la mayor limitación en estos momentos es el acceso a los datos. «Los datos de los pacientes llevan en estos momentos la máxima protección por la regulación europea. Primero hay que hacerlos anónimos para que puedan entrar en una investigación y eso es complicado».

Compartir el artículo

stats