La construcción de la nave cerrada para el movimiento de graneles en el Puerto de Alicante ha comenzado con los trabajos previos, que consisten en el desmantelamiento del muelle 17, donde se concentra el 90% de la operativa, para reforzarlo y que pueda soportar la gran cantidad de peso que tendrán la nave cerrada y los futuros graneles. Esta nueva terminal consistirá en una sola nave central de 14.000 metros cuadrados de superficie, 300 metros de largo, 46,6 metros de ancho y 25,8 metros de alto con capacidad para gestionar tres millones de toneladas de graneles al año, el doble que ahora. La instalación se concibe para absorber el material que se mueve ahora a cielo abierto, operativa polémica al realizarse muy próxima a las viviendas del entorno portuario y que genera quejas en la población.

Los trabajos previos para la construcción de la nave cerrada del muelle 17 contemplan el desmontaje de los sistemas de humidificación, y continuarán con la retirada de las pantallas antiviento, que tendrán que ser trasladadas al muelle 13, para no paralizar toda la operativa de graneles en el Puerto y, de esta forma, seguir manteniendo los sistemas de prevención para evitar las emisiones.

Este muelle tiene menor capacidad, por lo que el Puerto se verá obligado a reducir la operativa de graneles. Hasta noviembre, en Alicante se habían movido 1,3 millones de toneladas de granel sólido, un 12% menos que los once primeros meses de 2018.

Una vez despejado el muelle 17, comenzarán los trabajos de refuerzo para que pueda soportar la gran cantidad de peso de la nave y los tres millones de toneladas de graneles anuales. A salvo de imprevistos que puedan surgir por la complejidad del proyecto, la previsión es que la nave esté operativa a final de año. Estará totalmente automatizada, lo que ha obligado a elevar su altura hasta los 25,8 metros frente a los 17,2 metros del proyecto inicial. Se trata de una infraestructura a cargo del grupo francés Eiffage, que ultima los preparativos para la construcción y gestión para los próximos 30 años de la nueva terminal de graneles.

La Conselleria de Medio Ambiente exige que, mientras se construyen las naves cerradas, haya lonas para cubrir el material que se almacena en los muelles, que se moje, que los acopios no superen en altura las pantallas cortavientos y que los camiones no abandonen los muelles sin una limpieza previa de las ruedas y los bajos para evitar que las partículas entren en la ciudad.