La renovación de los representantes en el Consejo de Mayores no ha satisfecho al portavoz del Centro de Mayores de San Gabriel, Agustín Conesa, que ha presentado por registro municipal una queja para impugnar la votación.

La queja señala textualmente que como "vicepresidente del centro San Gabriel", presentó de cara a la citada votación unos "poderes de la Junta Directiva aprobada en acta" pero que no se le permitió votar.

"La votación que se realizó en la Casa de la Festa fue adulterada porque se me negó mi participación y si pudieron votar personas de otros centros de mayores que no son presidentes elegidos democráticamente por sus socios", argumenta asimismo la protesta.

Fueron convocados los representantes de los 18 centros de mayores de la ciudad y salieron elegidos para renovar el Consejo de Mayores los de Urbanova, Playas, Gabriel Miró y Tómbola.

Conesa afirma que por la elevada edad del presidente de San Gabriel, delegó en él para la votación, pero que no fue aceptada por la concejala Julia María Llopis, responsable de Acción Social y Familia.

La edil afirma por su parte que la votación ha seguido lo que marcan los estatutos del reglamento del Consejo de Mayores y que la elección "es presidencialista, sin delegaciones.Se puede votar por delegación pero no presentarse como presidente para la elección", recalca.

Añade Julia Llopis que se ha vuelto a elegir el Consejo de Mayores porque lo exige el cambio de corporación municipal.

A las quejas de que otros representantes sí optaron a la elección, Llopis responde que existen juntas provisionales elegidas en los centros de mayores ante la baja del presidente y que duran hasta que se vuelva a haber elecciones al cabo de un año.