Ante el debate de si las mascletàs deben mantenerse en Luceros o trasladarse a otra ubicación por el deterioro de la fuente de Bañuls, pirotécnicos asiduos al concurso de Hogueras quieren seguir disparando en la plaza por la resonancia que tiene, rodeada de edificios, ya que los fuegos «se lucen» mucho más que en algunas de las ubicaciones que anteriormente se han barajado o incluso que en otros lugares donde se celebró anteriormente el concurso, como la Rambla, Alfonso el Sabio o Campoamor. Por este motivo, coinciden en que, de trasladarse de ubicación, tendrán que subir los calibres y la cantidad de fuegos para que el espectáculo no pierda en calidad.

Una de las más firmes defensoras de las mascletàs en su actual emplazamiento es Reyes Martí. «Si se van de Luceros, las mascletàs de Alicante pierden su encanto. Te vas a ir a una zona muy amplia y no van a tener el efecto ni la repercusión que tienen en Luceros». Está convencida además de que si el monumento, construido en 1930 por Daniel Bañuls, fuese de otro material más resistente no sufriría deterioro. «Hay que mirar el TRAM y el tráfico rodado. No son los cinco minutos que dura la mascletà ni soñarlo. Alguien tiene ganas de que nos vayamos de allí, y hoy en día cuatro tienen más fuerza que cuarenta, parece ser».

Reyes Martí aludió al acto vandálico contra los caballos de la fuente, que un hombre golpeó con un martillo, causando importantes destrozos, y dijo que esto le hizo al monumento más daño que las mascletàs, «que al monumento no le tocan nada. Las vibraciones se van hacia General Marvá y en la zona de la fuente no se ponen fuegos. No es como antes que se disparaba al mismo lado. Se marca una distancia de seguridad más que de sobra de los fuegos aéreos y terrestres. No le veo tanto problema». La pirotécnica seguirá defendiendo Luceros como escenario de los espectáculos. «Hubo una temporada que decían que el azufre (de los fuegos) perjudicaba. ¿Y los tubos de escape no? Me da coraje porque no llevan razón».

El alicantino Pedro Luis Sirvent, de pirotecnia Focs i Artifici, piensa también que la circulación rodada durante los 365 días del año por la plaza y el paso del tranvía perjudican más al monumento que las mascletàs. «Cuando la Universidad hizo un informe, sus técnicos dijeron que había que poner unas colchonetas para amortiguar las carcasas, que eran las que hacían daño porque explotaban en el suelo y su reverberación pasaba por el hormigón, y no los petardos». Esas colchonetas, como una especie de airbag para retener las explosiones, no se llegaron a poner.

Sirvent, pese a su preferencia por Luceros, no ve mal otras ubicaciones alternativas. De hecho, recordó que la mascletà ya se ha disparado antes en otros lugares. «Alternativas hay, como el mercado de Teulada, o la zona entre Canalejas y la Explanada. Pero a los políticos les da miedo hacer cambios», dijo. En su caso, una entidad le ha propuesto disparar en la rotonda del centro Gran Vía antes de Hogueras, un emplazamiento que permitiría lanzar carcasas de 70 milímetros. En Luceros, por la proximidad de los edificios, están limitadas a 50 milímetros.

Manuel Ferrández, de la pirotecnia Ferrández de Redován, dijo que en Luceros las mascletàs se lucen al ser un sitio cerrado por edificios. «Si las mueven a un descampado, todo al aire libre, donde no se recoge el sonido, se luce mucho menos. Habría que incrementar mucho los fuegos para suplir el entorno de Luceros. Es el mejor sitio por la sonoridad del espectáculo y la situación para el público».