Aunque el Ayuntamiento suele informar de las incidencias en las bibliotecas municipales con antelación en su página de una red social, hay usuarios molestos porque no siempre es así y cuando están en pleno estudio tienen que desalojar. También hay quejas porque es un problema que no se soluciona, que tiene que ver con la falta de personal para cubrir bajas de trabajadores o vacaciones, y que se viene repitiendo desde hace más de un año. La semana pasada, sin ir más lejos, la biblioteca Diagonal, en el barrio de Los Ángeles, estuvo cerrada el lunes en jornada completa y el martes por la mañana; la del Cabo, el lunes entero y el miércoles por la tarde; la biblioteca Juan XXIII, cerrada el lunes por la tarde y todo el martes; Ciudad de Asís, el martes y el miércoles en jornada completa; mientras que la de Benalúa estuvo fuera de servicio el lunes por la mañana y el viernes tarde. Ayer, por ejemplo, cerró antes de tiempo por la mañana la biblioteca de Ciudad de Asís.
A la espera de que se informe sobre si esta semana se repetirán las incidencias, hay usuarios que afirman que «llevamos años así», incluso en los comentarios de la propia página de bibliotecas. Estudiantes, opositores y personas mayores que frecuentan estas dotaciones reclaman que se solucionen estos problemas para poder acudir a las bibliotecas con normalidad, sin tener que estar pendientes de las continuas incidencias. La falta de personal para cubrir los puntos de lectura a causa de bajas por enfermedad o vacaciones de los trabajadores provoca prácticamente cada semana cambios de horarios y cierres parciales para trastorno de sus usuarios, entre los que hay también escolares.
Alicante tiene 11 bibliotecas y ninguna sala de estudio municipal para una población de 335.000 habitantes, mientras que Elche tiene 9 bibliotecas y 11 salas de estudio para 232.517 habitantes. En València hay 38 bibliotecas y una sala de lectura para 794.000 habitantes.
El grupo municipal de Compromís se ha hecho eco de esta problemática, denunciando el abandono de la red de bibliotecas públicas municipales. Asimismo, reclaman que se aumenten las salas de estudio, y que se cree una dotación que esté abierta las 24 horas en el centro de la ciudad ya que todas las bibliotecas cierran a las 20.30 horas como muy tarde. Solo las que están adscritas a la Universidad de Alicante cierran más tarde. Otra petición es que se amplíen los horarios y que se invierta en la compra de nuevo material. Algunas de estas propuestas se plantearon en el pleno municipal de la semana pasada.
En la actualidad hay cuatro bibliotecas (Babel, Benalúa, San Blas y Virgen del Remedio) con un horario continuado de 9.30 a 20.00 horas; seis bibliotecas con horarios de 9.30 a 13.30 y 16.30 a 19.30 horas (Ciudad de Asís, Pla-Carolinas, Los Ángeles, Villafranqueza, Juan XXIII y el Cabo de las Huertas) y una biblioteca especial (Mercado Central) que solo abre los martes y viernes 9.30 a 13.30 16.30 a 19.30 horas. Compromís denuncia que hay bibliotecas con horario partido porque cada una depende de un trabajador, lo que supone que si éste se ausenta por cualquier motivo la biblioteca cierra y no se cubre su plaza. «Alicante tiene que ponerse las pilas para hacer mucho más accesible la cultura a toda la ciudadanía. Elche o València cuentan con redes de bibliotecas amplias que dan servicio en barrios y salas de estudio 24 horas, ¿cómo es posible que en Alicante no haya ninguna? La desidia en materia de cultura por parte de éste equipo de gobierno es una vergüenza», dijo el edil Rafael Mas.
El concejal de Cultura, Antonio Manresa, de Ciudadanos, explicó que «hay un problema endogámico en el Ayuntamiento de falta de personal en según qué puestos. Faltan bibliotecarios porque hemos estado con un plan de ajuste que nos constreñía. Poco a poco se van cubriendo plazas hasta que lleguemos a todas». Manresa apuntó que Cultura ha comunicado a Recursos Humanos todas las necesidades de personal en cuanto a conserjes, bibliotecarios, etc... «Entiendo que en un año no puede llegarse a todo, pero se irán cubriendo poco a poco las necesidades de personal, y también las de las bibliotecas».
