En cualquier momento, el alumno que lo desee porque se siente inspirado, puede acercarse a la pared y expresar todo aquello que le sugiere la imaginación a partir del tema en el que se trabaja. El profesor solo actúa como un guía, al estilo de los departamentos de creatividad de cualquier empresa actual que se precie.
Son las nuevas aulas de Formación Profesional en el IES Canastell de San Vicente, que miran hacia el futuro desde su alumnado actual y revolucionan su aprendizaje para acercarles a las empresas también desde las clases diarias.
«El aula es el espacio, la herramienta necesaria para fomentar la colaboración y que propicie una imaginación sin límites», explica el coordinador y jefe de estudios en el citado instituto, Fran Ródenas. «Las más recientes convenciones de empresarios de la provincia hacen hincapié en que el perfil del alumnado y futuro empleado no solo debe ser competente en las destrezas más duras, tal y como conocemos a las matemáticas por ejemplo, sino que debe ser capaz de resolver problemas a partir de un trabajo colaborativo. Los empresarios nos piden que formemos personas resolutivas y hábiles en lo que se denominan destrezas blandas también», añade.
Para aportar esta enseñanza al alumnado que pasa por los ciclos de FP, el profesorado se ha formado previamente en los cursos para docentes que imparte al respecto el Cefire de Cheste (centro de formación docente) para introducir nuevas metodologías lejos de las clases magistrales.«Nos estábamos centrando en enseñar sin más y se nos olvidaba que el alumno tiene que aprender», abunda Ródenas.
Con la plena implicación de la dirección del centro, la totalidad del profesorado se ha formado en las nuevas metodologías de enseñanza basadas en proyectos, retos y servicios, fomentando el trabajo en grupo que puede dar origen a soluciones distintas e igualmente válidas. A continuación, para redondear el método, han decidido adecuar el espacio a este tipo de aprendizaje para fomentarlo a todos los niveles.
«Lo llamamos la pizarra infinita porque está al alcance de cualquier alumno en el aula y en cualquier momento. En lugar de un marco constreñido se convierte en un universo más extenso que propicia compartir todo lo que imaginen para debatir y resolver las cuestiones que se abordan», puntualiza el profesor.
Los pupitres también se disponen en círculos que fomentan la colaboración en equipo, y estos profesores van más allá compartiendo incluso la formación de varios ciclos de FP al mismo tiempo para que los alumnos perciban en la práctica las ventajas de la colaboración.
En concreto, profesores de los ciclos de Sanidad bucodental y Electromecánica unen esfuerzos y han planteado al alumnado un proyecto común. En Sanidad harán un escáner de boca y diseñarán un molde en el aprendizaje de las técnicas de ayuda odontológica -que antes se hacía con plastilina y ahora con impresión 3D-. Y a los compañeros de Electromecánica les corresponde estudiar el diseño de la pieza y su implantación posterior para cerrar el círculo. «El aula abre el camino a nuevas oportunidades y actividades en todo el centro», concluyen.
