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Los farmacéuticos elevan a casi 900 los medicamentos no disponibles

Los boticarios dicen que hay 363 productos en falta y que no figuran en el cómputo de Sanidad

Una farmacéutica busca un medicamento en el almacén de una botica. jose navarro

Los farmacéuticos alertan de que hay un elevado número de medicamentos que están en desabastecimiento y que no figuran en los listados que periódicamente publica el Ministerio de Sanidad. Serían 363 medicinas que se suman a las 533 contabilizadas en estos momentos de manera oficial, por lo que el número total de tratamientos que faltan en las oficinas de farmacia alcanza casi los 900 productos. La alerta la han lanzado Jesús Aguilar, presidente del Consejo General del Colegio de Farmacéuticos y Carlos Coves, presidente de la distribuidora Hefame en unas jornadas organizadas por el Colegio de Farmacéuticos de Alicante.

La mitad de estos medicamentos están indicados para pacientes que sufren enfermedades del sistema cardiovascular y nervioso. Así, en estos momentos faltan fármacos para reducir la tensión arterial, analgésicos, diuréticos, ansiolíticos, antisicóticos, vacunas para la meningitis o colirios para la presión ocular, estos dos últimos no están incluidos en los listados del Ministerio de Sanidad.

Los pacientes son los principales afectados por estos desabastecimientos, ya que en muchos casos no existe alternativa y hay que volver al médico para que cambie el tratamiento. En muchas ocasiones el desabastecimiento de un medicamento también está repercutiendo en los genéricos, que acaban por agotarse también al no poder asumir toda la demanda. «Es demencial. Tienes que explicarles lo que está ocurriendo, perder tiempo en averiguar qué pasa con cada fármaco, derivarles al médico para que les cambie el medicamento... al final es mucho más trabajo para todos», señala Fe Ballestero, presidenta del Colegio de Farmacéuticos. Otra derivada es el abandono de tratamientos, algo que ha detectado en su farmacia María Dolores Botella, vicepresidenta de la institución. «La gente mayor no se fía cuando le cambias el medicamento por otro similar y, sencillamente, dejan de tomarlo hasta que van a su médico».

La diferencia entre el número de medicamentos contabilizados por Sanidad y el que realmente está en desabastecimiento obedece, cree Coves, a que la Agencia Española del Medicamento tarda un tiempo en detectar esa falta «y a los laboratorios tampoco les interesa comunicarlo de inmediato para que no les incluyan en esos listados». En este sentido, 8.000 farmacias de España han creado una red de alerta que a diario detecta todas las faltas de medicinas. «Queremos ofrecer esta herramienta al ministerio para que la incluya en los programas de prescripción de los médicos, para que éstos sepan con mayor exactitud qué medicamentos están en falta y así cambiar la prescripción».

En cuanto a los motivos que provocan el desabastecimiento de un medicamento, se ha producido una tormenta perfecta en la que se han unido la paulatina desaparición de plantas de fabricación en Europa y un aumento de la demanda. «En China, por ejemplo, la clase media está aumentando, lo que supone que millones de personas tienen acceso a estos medicamentos y los laboratorios no tienen tanta capacidad de producción», explica Coves. Un problema al que Aguilar suma «el bajo precio que en España se paga por los medicamentos».

El presidente de los farmacéuticos pone un ejemplo. «Un tratamiento para un enfermo crónico que incluya una simbastatina para el colesterol, enalapril para la tensióny ácido acetilsalicílico como antiagregante plaquetario cuesta 3,65 euros al mes. Aparcar dos horas en la zona verde de Madrid, cuesta 4,7 euros».

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