Elche va un paso por delante. La propuesta del Consell de prohibir al tráfico la carretera que conecta Arenales con Urbanova prohibir al tráfico la carretera que conecta Arenales con Urbanovacayó como un jarro de agua fría en el municipio vecino que vio claros inconvenientes y envío, pronto, su informe alternativo y negativo a Valencia. El pasado mes de noviembre el Ayuntamiento de Alicante prometió hacer lo propio junto a los vecinos de Urbanova, los principales afectados. La próxima junta de distrito que se celebrará durante los primeros días de febrero debatirá finalmente la polémica medida.
«Lo que pretenden hacer es una salvajada. Lo trasladaremos a la junta para solicitar y tener el mayor apoyo posible del municipio y del resto de entidades». Carlos de Juan es el presidente de la Asociación de Vecinos de Urbanova y alerta, como hiciera Elche, de los múltiples inconvenientes de esta iniciativa para Alicante.
Carlos asegura que tienen previstas reuniones para el mes que viene también con Adrián Santos, concejal de Urbanismo, para comenzar a analizar las cuestiones más importantes. «Solo los que pasamos por ahí sabemos lo que ocurre. De mayo a octubre esta carretera tiene un tráfico excesivamente colapsado ya que da servicio a Arenales del Sol, porque es más cómodo y más corto». Otro núcleo de población cercano es Gran Alacant donde miles de usuarios van hacia el norte de alicante cruzando urbanova. Un volumen de tráfico que ocasionaría una gran congestión en la Nacional 332.
Reclamaciones históricas
«El nuestro es un barrio íntegramente afectado, es una degradación de los derechos», aseguró Carlos de Juan. «Ya tenemos una precariedad de servicios y comunicación, debemos nutrirnos de los servicios del Altet, imaginad si nos cortan la vía de comunicación principal».
La protección del valor paisajístico y ambiental es una de las razones que motivan la exclusión de tráfico en la carretera y que integra el Plan de Acción Territorial de la Infraestructura Verde del Litoral.
En este caso, la polémica la protagoniza la protección del humedal de la salinas. De Juan afirmó que se trata de «errores que arrastramos desde hace muchos años». El presidente de la asociación de vecinos aseguró que «ahí no hay humedales que valgan, son unas antiguas salinas, que se terminaron porque la salinera catalana dejó de producir».
Asimismo, explicó que «si no es con un motor, no llega agua e incluso los más defensores reconocieron públicamente que o se colocan motores o ahí no hay dios que meta el agua. Se estanca y sólo da lugar a plagas de mosquitos como la de este verano», concluyó Carlos de Juan.
