Adiós a ese pescado con mala fama, barato, del que la Asociación Española de Pediatría recomendó que no se diera a los niños. El panga deja de servirse en el Hospital General de Alicante y en el Virgen de los Lirios de Alcoy y se sustituye por la merluza, según informaron fuentes del centro hospitalario alicantino.

¿El motivo? Ha arrancado el nuevo contrato centralizado del servicio de alimentación a pacientes y la nueva empresa ha introducido mejoras en lo que hace referencia a la calidad de los productos que ofrece en las comidas. Así, como ejemplo clarificador, la merluza le ha ganado la batalla al panga, donde es habitual desde hace años en las bandejas que se sirven a los enfermos en los hospitales públicos.

La nueva contrata está en marcha desde esta misma semana, el 15 de enero, en los hospitales de Alicante y Alcoy, así como en el valenciano de Sagunto. Viene a sustituir a la anterior, que tuvo una duración de dos años y los cambios introducidos, según las mismas fuentes, no son significativos.

Eso sí, en todos los contratos, las empresas adjudicatarias pueden introducir mejoras y la anterior mercantil decidió, en lugar de un litro de agua al día para los pacientes que establecía el pliego de condiciones, aumentar la cantidad hasta el litro y medio diario.

La nueva concesionaria ha revertido esta medida y ha vuelto al litro de aporte hídrico. Por contra, ha ofrecido mejoras en lo que respecta a la calidad de los productos que ofrece en las dietas, como es el caso de la merluza. Esto no significa que el panga no sirva alguna vez en las comidas, pero no será la tónica habitual.

Además, en el contrato se contemplan los refuerzos de dieta, «por lo que los pacientes que lo necesiten, bajo criterios del personal facultativo, recibirán suplementos de agua», sostienen fuentes del Hospital General.

Precio

También se ha ampliado el precio de cada dieta, pasando de 11 en la anterior adjudicación a 16,5 euros por paciente, por lo que la Conselleria de Sanidad va a pagar más por este servicio, según las mismas fuentes.

Pero la reducción en cincuenta centilitros del agua ha generado las primeras quejas de pacientes, que han recibido con sorpresa la nueva medida. Es el caso de Carlos R., que tiene a su madre ingresada en el centro, y que lamenta que «de un día para otro y sin avisar nos dejan con menos agua, no lo entiendo».