Hace 50 años había en Alicante 78.507 viviendas, en las que residían 184.716 habitantes, el 47,9% de los cuales eran varones.

Alicante era la quinta ciudad de España más cara, por detrás de Pontevedra, Valladolid, Segovia y Palma de Mallorca, según un informe elaborado por el Banco de Alicante. Durante la última década, los precios en la ciudad habían aumentado un 100%. Por sectores, el índice más elevado era el del vestido, seguido de los gastos de la vivienda. Esta subida se había debido, principalmente, a la mayor demanda ocasionada por el turismo.

En Alicante, después de las playas, el lugar que más atractivo tenía para los turistas era el castillo de Santa Bárbara, donde se registraban dos millones y medio de visitas anuales.

Además de las corridas de temporada, en la plaza de Toros se autorizó la instalación del Teatro Chino, que competía con el más serio y selecto Teatro Principal.

Había en la ciudad más de una docena de cines: Avenida, Casablanca, Chapi, Carlos III, Calderón, Goya, Ideal, Lux, Monumental, Novedades, Rialto, Roxy? Era tal la cantidad de alicantinos que acudían entonces a los cines, que a veces se vendían más entradas de las autorizadas por aforo. Así lo denunció Carlos M. Meseguer en una carta dirigida al director de este periódico, publicada el 3 de enero. Dos días antes, según dijo, en la sesión de la tarde, el público abarrotó los pasillos del cine Goya al no haber butacas libres. Las películas que se proyectaban en sesión doble eran «Juicio de faldas», protagonizada por Manolo Escobar y Conchita Velasco, y «Superargo el gigante», de Ken Wood y Diana Lorys.

Liverpool y Albany eran las salas de fiesta de mayor éxito durante todo el año. También estaba el club El Duende, en el hotel Carlton, donde se bailaba por la tarde y la noche. En la playa de San Juan estaban La Carreta y Charuk. Y ya en El Campello, el Gallo Verde, muy visitado también por los alicantinos. En época veraniega abrían otras salas de fiesta, como Cañaveral, en el paseo de Campoamor, y el club Don Juan, en la playa de San Juan. El 21 de marzo se inauguró la cafetería La Isleta, en la rotonda de la Albufereta.

En cuanto a restaurantes, los más conocidos eran La Cabaña y El Sol de Oro en la calle Quintana, Bahía (Juan Bautista Lafora 7), El Jumillano (César Elguezábal 62), Dársena (frente plaza Canalejas), Puerto (frente al varadero, con discoteca los domingos a partir de las 5 de la tarde), el que había en el ático del hotel Carlton, el del hotel Palace, La Piel del Oso (en Vistahermosa), Babieca y Casa del Conejo, en la playa de San Juan, y ya en El Campello, La Querencia, frente al Gallo Rojo.

A estos establecimientos afectó la orden aprobada por el Ministerio de Información y Turismo el 19 de junio de este año de 1970, que les obligaba a ofrecer a sus clientes un menú del día y platos combinados, en sustitución del denominado menú turístico.

El 18 de abril se dio a conocer el fallo del VIII Premio Óscar Esplá de Música, que fue declarado desierto. El mismo día José Ramón Giner Mallol ganó el premio de poesía Alicante-Primavera, otorgado por la delegación provincial de Cultura del Movimiento, con el poema titulado «Liquidación y cierre»; estaba dotado con 5000 pesetas y formaban parte del jurado Rafael Azuar, Vicente Mojica y Mario Martínez Gomis. El 16 de mayo, un jurado en el que estaban Rafael Azuar y Adrián Espí concedió el premio de cuentos Biblioteca Gabriel Miró, dotado de 30.000 pesetas, al titulado «Cordial magia enemiga» de Tomás López Ramírez, portorriqueño de 23 años residente en Madrid. El IX Premio de Teatro Carlos Arniches lo ganó el 8 de junio Jerónimo López Mozo, de Madrid, por su obra «Matadero solemne», cuya representación fue subvencionada por el ayuntamiento con 50.000 pesetas.

Entre los días 31 de mayo y 11 de junio se celebró por primera vez en la ciudad la Feria del Libro. Participaron 39 editores, libreros y distribuidores. Las ventas alcanzaron los ocho millones de pesetas. Firmaron libros el ilicitano Vicente Molina Foix y el alicantino Rafael Azuar. También fue anunciada la presencia de Enrique Cerdán Tato, pero no acudió a la cita el 10 de junio. Seis meses después, el 10 de diciembre, Cerdán Tato presentó en la Caja de Ahorros Provincial su libro «El lugar más lejano», ganador del premio Sésamo.

El Hércules C.F. empezó y acabó el año jugando en la tercera división de fútbol. No logró ascender al perder en la prórroga el partido de desempate de la promoción, jugado en Madrid el 24 de junio con el Logroñés.

La bellea del Foc de 1970 fue Marisén Morales Antón, del distrito Plaza 18 de Julio (Ayuntamiento).

Obras, inauguraciones

Tras cinco años de gestión, el Plan General de Ordenación Urbana fue aprobado por el ayuntamiento en enero, con la impugnación del concejal Maruenda y la abstención de González de Haro.

También en enero se tomó la decisión municipal de derribar por adjudicación directa los dos últimos balnearios que quedaban en la playa del Postiguet, La Alianza y La Alhambra, arrancando los pilotes de hierro que los sustentaban, como obras complementarias de la urbanización del paseo de Gómiz. Lo mismo sucedió con las conocidas como Casitas de Papel. Desde hacía seis años, algunas de aquellas casas eran compartidas míseramente por dos y tres familias. En su lugar, se aprobó construir viviendas nuevas para más de 150 familias.

Durante todo el año se estuvieron construyendo el «escaléxtric» del Postiguet y, a doscientos metros mar adentro, frente a la plaza del Mar, el Apartotel Meliá.

En julio, el ayuntamiento acordó proyectar dos aparcamientos subterráneos, el de la plaza del Caudillo (Montañeta) y el de la avenida Alfonso X el Sabio, con un costo aproximado este último de 45 millones de pesetas.

Otro acuerdo municipal fue el de permitir la construcción de un parque de atracciones por parte de la empresa propietaria del parque de atracciones de Madrid. Tenía un presupuesto de cien millones de pesetas y en enero se planteó ubicarlo en el castillo de San Fernando. En mayo se constituyó una comisión municipal para tratar el proyecto y en julio se descartó construirlo en los terrenos del castillo de San Fernando, por considerarlos insuficientes, planteándose en su lugar ubicarlo en la finca La Británica (en la Cantera) o al norte de El Palmeral, en la partida de Babel.

Después de que un grupo de ingenieros alemanes y españoles efectuaran durante unos días los trabajos de sondeo entre Santa Pola y Tabarca, el 23 de enero el ayuntamiento decidió sacar a concurso la realización del proyecto de conducción a la isla, mediante enlace subacuático, de los servicios de agua potable, luz y teléfono. Se tardaría 14 años en inaugurarse esta conducción submarina.

El 15 de febrero fue inaugurada oficialmente, y al día siguiente fue abierta al público, la Galería de Alimentación El Pla (Padre Esplá 51), con capacidad para cincuenta establecimientos comerciales.

El 20 de febrero fue inaugurado el Gran Sol, cuyas obras duraron diez años. Era el edificio más alto de la ciudad (110 metros), con 32 plantas, incluidos dos sótanos. Pocos días después, el 2 de marzo, se reanudaron las obras del Riscal, que llevaban paralizadas siete años. Este edificio de 33 plantas había sido aprobado con destino a hotel, pero al incorporarse al proyecto un apartotel la autorización municipal fue retirada, quedándose el esqueleto de hierro.

El 11 de julio fue inaugurada en la tercera planta de la Clínica Vistahermosa la primera unidad coronaria monitorizada de la ciudad.

El 28 de julio fue inaugurado el servicio oficial SEAT de J. Sala Rodríguez. Las instalaciones ocupaban 4000 m² junto a la carretera de Valencia, frente al complejo residencial Vistahermosa.

El ayuntamiento recuperó el 28 de agosto los 71.500 m² que ocupaba El Palmeral, situado en la zona del barrio de San Gabriel. El consistorio había cedido estas parcelas a la empresa Aluminio Ibérico con la condición de que cuidara el palmeral.

Los salesianos estrenaron su nuevo colegio Don Bosco, en San Blas, el 16 de septiembre. Su construcción había costado más de 50 millones de pesetas y ocupaba una superficie de 70.000 m². Tres días después se iniciaron las clases en el nuevo Instituto de Babel, sin que se hubieran acabado las obras.

El ministro de Comercio inauguró el 19 de octubre la escuela de formación náutico-pesquera. Había costado 54 millones de pesetas y ocupaba un solar en la zona pesquera del puerto de 3000 metros cuadrados.

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