Ingenieros y expertos en estrutructuras reclamaron ayer a Aena -ente que depende del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana- que se realice una inspección a fondo de la zona del aeropuerto de Alicante-Elche afectada por el fuego, ya que ha estado sometida durante más de 24 horas a fuertes temperaturas. Ayer, el aeródromo recobró la normalidad aeronáutica operando 189 vuelos, pero instalaciones como la sala vip, un restaurante y dos tiendas están cerradas al estar debajo de la cubierta afectada.

Salvador Ivorra, catedrático en el área de Mecánica de los Medios Continuos y Teoría de Estructuras en el Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Alicante y el ingeniero Florentino Regalado coincidieron al apuntar la urgencia de que se revise a fondo la estructura de la zona afectada, ya que hay que comprobar que todo esté en perfectas condiciones, máxime cuando se trata de un área en la cubierta que ocupa una superficie de 1.200 m2.

Estos expertos mostraron también ayer su extrañeza por la gran incidencia que tuvo el fuego que se produjo el miércoles en la zona de la cubierta donde se detectaron las llamas, debido a que los materiales empleados en los denominados paneles sándwich (capas) aislantes, a excepción de la madera, son, en teoría, ignífugos, a no ser que se hayan producido intervenciones posteriores a la inauguración de la terminal en 2011.

En cuanto a la causa concreta de que se extendiera el fuego en una zona de paneles protegida por materiales ignífugos, el catedrático Salvador Ivorra apuntó que «la verdad es que se han podido dar una serie de circunstancias para la que la llama, al parecer provocada por un cortocircuito, cuyo origen deberá concluir la investigación, llegara a una de las seis capas de paneles de la cubierta». Una parte de la cubierta que está formada por una especie de correas de madera que no son ignífugas, pero a la que en teoría resulta imposible que llegue el fuego al estar en el centro del sándwich y protegida completamente.

«¿Qué ha podido pasar? ¿Se filtró oxígeno o algún tipo de gas que aceleraron las llamas? Hay que dejar trabajar a los peritos porque el resto de materiales tiene propiedades contra el fuego», subrayó Salvador Ivorra.

El caso es que los bomberos que han trabajado en la zona, en la que ayer se retiraban escombros, han realizado una labor prácticamente quirúrjica y muy complicada para llegar al punto donde estaban las llamas, completamente extinguidas desde la madrugada de ayer. A lo largo de la jornada del viernes se fueron retirando los 20 bomberos que permanecían en la cubierta buscando zonas calientes con cámaras térmicas. Por la noche y durante todo el fin de semana seguirá en las instalaciones un retén de guardia, pero más reducido.

Los técnicos que trabajan en determinar las causas que provocaron el fuego en una parte de la cubierta se han encontrado ahora, por otro lado, con un problema añadido, y es la previsión de lluvias a partir de mañana domingo, que en el caso de la zona donde se ubica el aeródromo caerán en un área que se ha quedado sin protección aislante, lo que podría multiplicar las goteras. Ivorra apuntó que «no tiene por qué haber problemas para evitar que entre agua colocando, por ejemplo, lonas». Las tareas para extinguir los rescoldos del fuego ha sido muy complejas por la ubicación donde se declararon las llamas, un área de difícil acceso, y también por la composición de materiales de la cubierta.

Tela asfáltica

Florentino Regalado, autor, entre otros, del proyecto de impermeabilización de la estación del TRAM en Luceros, apuntó que «no debo profundizar en el tema porque no tengo datos, pero una posibilidad pudiera ser que en la colocación de la tela asfáltica para impermeabilizar la cubierta se utilizara algún tipo de pintura asfáltica. Durante mucho tiempo hemos visto mallas colocadas en la cubierta».

En cuanto a la necesidad de una revisión a fondo, Regalado apuntó que «es importante que se realice pero al ser una estructura metálica yo creo que habrá resistido bien las altas temperaturas. No obstante, por supuesto que hay que comprobar que no existan deformaciones».

Salvador Ivorra apuntó, por su parte, que «además de analizar la afección a los paneles sándwich, debe realizarse una evaluación de la afección a la estructura metálica tras el incendio. El fuego duró muchas horas y aunque no se hubiesen alcanzado temperaturas muy elevadas -que sí ha ocurrido-, la exposición de la estructura principal durante tantas horas a estas temperaturas podría haber generado un deterioro de la estructura metálica que haga necesaria una intervención estructural en la zona de afección del incendio». Ivorra subrayó, en este sentido, que «a pesar de disponer de tratamientos que protejan la estructura metálica del fuego, tantas horas sometida a estas temperaturas hacen necesaria una peritación del estado de la misma por técnicos cualificados para certificar su capacidad portante tras la acción del fuego».

La cubierta del aeropuerto de Alicante-Elche está formada por una serie de cúpulas metálicas de 36x36 metros. El cerramiento de la cubierta que se apoya sobre la estructura metálica está conformada por paneles sándwich (capas) fabricados con madera. Estos paneles han generado a lo largo de la vida de la construcción una serie de problemas en determinadas zonas de la cubierta, principalmente debidos a las filtraciones de agua, recordó Ivorra.

«Durante estos últimos años, en numerosas zonas de la terminal, hemos podido observar mallas de protección horizontal para prevenir posibles caídas de material sobre los pasajeros, o bien proteger a los trabajadores que trabajaban sobre la cubierta. Se han realizado diversas actuaciones de impermeabilización de la cubierta y sustitución de algunos de estos paneles», recordó el ingeniero experto en estructuras.

Paneles

Los paneles resistentes que configuran el cerramiento de la cubierta están formados por cinco capas de diferentes materiales. Tienen una cara vista de fibras, la cara trasera está formada por aglomerado hidrófugo de viruta de madera y aglomerante también hidrófugo. Internamente tienen una capa de lana de roca (fibra de vidrio) otra de tablero también de lana de roca completamente ignífugas.

Con respecto a la resistencia al fuego de estos paneles, el fabricante de los mismos indica -explicó Salvador Ivorra- que los tratamientos ignífugos de estos materiales garantizan que estos tengan muy limitada su contribución al fuego, con nulo o bajo nivel de humos y sin caída de gotas o partículas inflamadas. «Sin embargo en las imágenes que hemos visto en periódico y televisión se ha observado una gran cantidad de humo e incluso llamas, lo cual no es coherente con las características ignífugas del panel a no ser que tanto los cabios de pino rojo no dispusieran de tratamientos ignífugos, puesto que la lana de roca debe ser ignífuga», aseveró Salvador Ivorra, catedrático de la Universidad de Alicante.

Treinta mil viajeros afectados y más de 24 horas de tensión

En cuanto al balance del cierre aeroportuario como consecuencia del incendio, Aena precisó ayer que entre el miércoles y el jueves se vieron afectados 254 vuelos-30.000 pasajeros-. 148 pudieron operar (miércoles por la mañana y jueves por la tarde) desde el mismo aeropuerto, 85 desde Murcia y 21 desde València. Doscientos pasajeros que vieron como se cancelaban sus vuelos pernoctaron en hoteles de Alicante, principalmente en el Meliá y el Maya. Desde ayer la terminal está completamente operativa ayudada, además, por el centro de control de València, que tuvo un papel clave para atender los desvíos hacia los aeropuertos de Manises y Murcia. Por otro lado, Air Nostrum anunció ayer que desde mayo ampliará su oferta desde el aeropuerto vigués de Peinador con vuelos a Alicante, Las Palmas Fuerteventura y Lanzarote.

Sindicatos critican la falta de policías locales en la terminal

El Sindicato de Policías Municipales de España denunció ayer la falta de efectivos en el aeropuerto, que tan solo mantiene a una patrulla en horario de mañanas en la llamada oficina permanente de la Policía Local de Elche, para regular el tráfico en los accesos al recinto aeroportuario. El sindicato señaló que, por la falta de efectivos, desde hace dos años ya no se presta servicio las 24 horas, habiendo denunciado «los problemas que se generan a la hora de la activación de un plan de emergencias al no existir presencia policial en el momento en el que se activa el mismo». El edil de Seguridad Ciudadana de Elche, Ramón Abad negó que la falta de agentes sea la causa de esta falta en el aeropuerto, y dijo que se debe más bien a la «falta de competencias». En el convenio firmado con Aena, se establece que la seguridad ciudadana depende de la Policía Nacional, el control de fronteras de la Guardia Civil y el tráfico de la Policía Local. En este sentido, el edil señaló que de esta última cuestión «se encargan los agentes locales y los de movilidad, y «mantenemos el retén permanente con una oficina física y una oficial a cargo», si bien es cierto que solo funciona por las mañanas. Por las tarde, son los agentes de movilidad quienes realizan el servicio, «y por la noches el aeropuerto cierra, por lo que no hay tráfico que regular, aunque las patrullas destinadas en las pedanías rondan también la zona», señaló Abad. El sindicato, no obstante, pidió más «celeridad» para ampliar la plantilla de agentes locales en el aeropuerto.