Los sondeos arqueológicos previos al traslado de Torre Placia han comenzado in situ con el trabajo de varios operarios que están abriendo catas en las proximidades de la construcción defensiva para comprobar, y datar, las estructuras anexas a la fortaleza que hay en el subsuelo.

Estos trabajos se prolongarán durante diez días y a continuación se iniciará el traslado de Torre Placia a una parcela próxima, a cargo de la empresa Estudio Métodos de la Restauración, adjudicataria del contrato para el traslado por 1,4 millones de euros. Una vez que se ejecute el desmontaje de la construcción defensiva y la Conselleria de Cultura emita sus informes se procederá a su traslado, desde su actual ubicación, en la calle Clara Campoamor, a su nuevo emplazamiento, una parcela de propiedad municipal cercana, calificada como de equipamiento cultural, entre las calles Conrado Albaladejo y Juana Francés, en la Playa de San Juan, a unos 500 metros de distancia.

El cambio de ubicación de Torre Placia se decidió tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV), de septiembre de 2004, que anuló la licencia de edificación otorgada a una cooperativa de viviendas en el entorno de la construcción defensiva. El auto de ejecución suponía la demolición de once viviendas próximas.

La decisión de mover el monumento a otro emplazamiento cercano evitó la desaparición de las viviendas colindantes, los bungalows construidos a menos de 25 metros con permiso municipal desde el año 2000, y que la sentencia del TSJCV obligaba a derribar si no se trasladaba la torre cuya construcción data del siglo XVI.

Para poder realizar el traslado el Ayuntamiento adquirió Torre Placia (el inmueble ya está inscrito a su favor en el Registro de la Propiedad desde diciembre de 2017) e inició el procedimiento para la contratación de la redacción del proyecto y la posterior ejecución de las obras de traslado. El coste de la fortaleza para las arcas municipales fue de 1,7 millones de euros.