La falta de trenes ha provocado que el Ministerio de Fomento deje para una segunda fase -en principio a lo largo del año 2021- la llegada a Alicante del AVE low cost, bautizado como «Avlo», que comenzará a circular entre Madrid, Zaragoza y Barcelona a partir del próximo 6 de abril, coincidiendo con el primer gran puente festivo del año que marca la Semana Santa. La horquilla de precios será muy amplia, posibilitando el viaje desde 15 euros por trayecto, pero con limitaciones, tal como sucede con el modelo que siguen las compañías aéreas de bajo coste, lo que provoca que los precios suban en función de otras prestaciones como, por ejemplo, la posibilidad de que se pueda cambiar el billete sin penalización económica. Alicante, al igual que Sevilla, queda en una segunda fase y en un principio se prima el corredor Madrid-Cataluña. El problema es que Renfe carece de trenes operativos (solo habrá cuatro por sentido) para iniciar un servicio con el que el Fomento pretende marcar terreno ante la llegada dentro de un año de, entre otras, la potente SNCF, la compañía estatal de ferrocarriles de Francia que entrará en el negocio de la Alta Velocidad.

Renfe trabaja en la transformación de unidades de la serie 112 de Talgo en «Avlos» en sus talleres de Madrid, La Sagra, Málaga y Valladolid. El AVE barato se convertirá en el servicio de alta velocidad de Renfe con mayor capacidad de viajeros, con 438 plazas por tren, un 20% más de plazas respecto a los actuales trenes de la serie 112. Solo habrá una clase, «turista» y se elimina el vagón cafetería, sustituido por máquinas automáticas.

Posteriormente, a medida que se vaya extendiendo el nuevo servicio, se incorporarán los nuevos trenes de la serie 106, con una capacidad aún mayor, de 581 plazas por tren. Este tipo de servicio resulta estratégico para Renfe en el contexto de la liberalización del transporte de viajeros por ferrocarril y será el primer paso de la compañía en los llamados servicios «low cost» de Alta Velocidad.

Fomento quiere que Renfe sea la primera en estar preparada para dar el servicio porque la puesta en marcha de estos trenes coincidirá, además, con la liberalización del transporte ferroviario en Europa, que permitirá que empresas privadas o de otros estados de la UE puedan operar en España, tanto en la línea Alicante-Madrid como los corredores entre Madrid, València, Sevilla y Barcelona. Renfe prevé recibir a lo largo de este año un lote de 40 trenes AVE fabricados por Talgo. La previsión es que pese a la liberalización del tráfico en Europa en diciembre de este año, Renfe siga concentrando el 80% de la actividad.

El «Avlo» es un «tren inteligente» en el que se podrán reducir costes gracias al uso de las nuevas tecnologías y la personalización de servicios. El planteamiento se asemeja al modelo de negocio de las compañías aéreas de bajo coste. Reducir los servicios generales y cobrarlos si el pasajero los solicita. Pagar por el transporte de maletas más grandes o la elección de asientos, que serán más baratos en función de su ubicación (ventanilla, pasillo, sentido de la marcha). Algo que ya ha incorporado, por ejemplo, Renfe con la tarifa «mesa», que permite viajar más barato aunque compartiendo espacio con otros pasajeros.

Otro factor que permite rebajar tarifas en estos trenes es el aumento de la capacidad, que pasará de los cuatro asientos por fila que tienen los trenes AVE en clase «turista» a cinco plazas, lo que permitirá incrementar la capacidad del tren en un 30%.

Se suprimirá también el vagón cafetería para ganar más espacio al transporte de viajeros y será sustituido por máquinas automáticas de refrescos, café o comidas que ocuparán menos espacio. Desaparecerán los billetes en clase «preferente» y, por ende, el tren circulará con menos personal.

El recorte del tiempo en el viaje a Barcelona beneficiará a 200.000 viajeros

A partir de las 15 horas de esta tarde arranca el dispositivo especial de Renfe -traslado de los pasajeros en autobús entre Tarragona y Barcelona- con motivo de los trabajos para que el lunes esté operativa la variante de Vandellós, un hito en el Corredor Mediterráneo de pasajeros, ya que va a posibilitar que los Euromed que circulan entre Alicante y Barcelona reduzcan el tiempo de viaje entre 30 y 40 minutos. Una variante que mejora la conexión pero con una particularidad, y es que desaparece la parada en el casco urbano de Tarragona, en la que solo pararán los Talgo, ya que en el tramo de Alta Velocidad se ha construido una nueva estación como, por ejemplo, sucedió en Villena y Cuenca, en el corredor con Madrid. Doscientos mil pasajeros se van beneficiar del recorte de tiempos, que son los que se deplazan anualmente en Euromed entre Alicante y Barcelona. El tráfico concreto Alicante-Tarragona es menor, en torno a los 18.000 viajeros al año, según Renfe. Durante la primera semana los trenes circularán por la nueva variante a 80 km/hora ya que, «como es preceptivo para las puestas en servicio de nuevas infraestructuras, se implantará una limitación temporal de velocidad». Durante el fin de semana del 17 al 19 de enero «se auscultará la vía con trenes laboratorio de Adif para garantizar el paso de los trenes a la velocidad máxima de 200 km/h a partir del 20 de enero». La construcción de la nueva variante ha supuesto una inversión cercana a los 700 millones de euros. El nuevo trayecto tiene una longitud de 64,1 km (incluyendo los ramales de conexión). El primer Euromed con recorte de tiempos saldrá de Barcelona hacia Alicante el lunes 13 a las 8.15 horas y llegará a las 12.45, 26 minutos antes de lo habitual. El recorte de 40 minutos a partir del 20 de enero.