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Expertos piden a Sanidad un test para detectar los casos ocultos de hepatitis C

Entre el 50% y el 80% de quienes padecen la enfermedad lo desconocen

Equipo de la sección de Aparato Digestivo del Hospital Marina Baixa, que ha elaborado el estudio. David Revenga

Entre el 50% y el 80% de las personas que sufren hepatitis C lo desconocen. Una enfermedad que no da síntomas al principio, pero que a la larga degenera en cirrosis, cáncer de hígado y en muchos casos en un trasplante o en una muerte precoz. Investigadores de la provincia de Alicante han pedido a la Conselleria de Sanidad que en la Comunidad Valenciana se implante un sistema de cribado, similar al que funciona para otras enfermedades como el cáncer de colon o de mama, con el objetivo de aflorar y tratar estos casos ocultos. Para ello, el responsable de Digestivo del Hospital Marina Baixa, Antonio García-Herola, ha liderado un estudio en el que se pone de manifiesto el ahorro que supondría implantar este sistema, los beneficios en salud que aportaría tratar a todos los pacientes que desconocen que padecen la enfermedad frente al coste económico de estos tratamientos.

Población diana

«Sabemos que la mayor parte de casos ocultos se concentran en la población nacida entre 1955 y 1975, que es cuando se produjo en España una explosión demográfica y que coincide con el uso en las consultas y en los hospitales de jeringuillas reutilizables», principal vía de contagio de la enfermedad, señala García-Herola. El sistema de cribado se aplicaría desde las consultas de los médicos de familia. «Consistiría en un sistema de alerta en el ordenador del médico, que saltara cuando llega un paciente de esa edad para que el médico le pida un análisis de sangre que determine la presencia del virus de la hepatitis C». Una prueba que, según el responsable del Hospital Marina Baixa, «es barata y fácil de hacer».

El estudio se ha hecho sobre el total de población de la Comunidad Valenciana. El cribado se aplicaría a 1.155.370 personas y «permitiría detectar 1.331 casos ocultos de la enfermedad, frente a los 23 que se detectan si no existe un cribado». Tratando a estos enfermos «se evitarían un 93% de los casos de cirrosis, un 90% de los trasplantes hepáticos y un 93% de las muertes por causas hepáticas». El coste por cada paciente tratado es de 10.800 euros, «una cifra viable», según García-Herola. Además, este estudio también concluye que por cada paciente de hepatitis diagnosticado y tratado «se ganan 3,3 años de vida».

Actualmente hay varias comunidades autónomas, como Cantabria y La Rioja, que han implantado sistemas de cribado similares al que plantea el estudio del Hospital Marina Baixa, que ya ha sido presentado a la Conselleria de Sanidad, «ya que pensamos que los costes de aplicarlo no son elevados y se produciría un enorme ahorro en cuanto a costes en salud». Otras comunidades autónomas aplican sistemas de detección de la enfermedad, «pero solo en colectivos de riesgo».

El tratamiento de la hepatitis C ha dado un vuelco en los últimos años gracias, señala el responsable de Digestivo del Hospital de Marina Baixa, «a la llegada de los nuevos antirretrovirales, lo que ha llevado a que la Organización Mundial de la Salud se plantee que en el año 2030 quede erradicada la enfermedad».

En abril de 2015, se puso en marcha en España el Plan Estratégico Nacional para el Abordaje de la Hepatitis C en el Sistema Nacional de Salud y, hasta mayo de 2019, se han tratado con estos medicamentos de última generación a más de 130.000 pacientes. Los enfermos que son portadores de la enfermedad y lo desconocen están en riesgo de desarrollar a medio largo plazo una cirrosis hepática y sus complicaciones asociadas como el cáncer de hígado o la necesidad de un trasplante hepático. También pueden transmitir la infección a otras personas.

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