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Miguel López responde a las acusaciones que nadie impidió ver el acta que después se destruyó

El abogado del yerno de María del Carmen Martínez, que fue absuelto del crimen, rechaza la indefensión que esgrimen ante el Tribunal Superior el fiscal y el letrado del hijo mayor de la víctima por no haber tenido acceso al primer veredicto devuelto por la juez

El abogado Javier Sánchez-Vera, defensor de Miguel López, en una de las jornadas del juicio. Foto: Rafa Arjones

Nadie impidió a las acusaciones del proceso por el asesinato de María del Carmen Martínez tener acceso al primer veredicto del jurado y sólo si la magistrada lo hubiera prohibido podría hablarse de indefensión. Es lo que sostiene el abogado de Miguel López, yerno de la víctima, en la respuesta a los recursos que contra la absolución de su cliente han presentado las dos acusaciones, la pública y la que el abogado Francisco Ruiz Marco ejerce en nombre del hijo mayor de la fallecida. Ambas han planteado al Tribunal Superior que el juicio por el asesinato de la viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala tiene que repetirse después de que el primer veredicto, que era condenatorio por siete votos a dos, fuera devuelto por falta de motivación. Un dictamen al que no tuvieron acceso y que posteriormente fue destruido una vez que el tribunal popular concluyera por seis votos a tres que López no era culpable de la muerte a tiros de su suegra.

Frente a la indefensión alegada por las acusaciones, que inciden en el perjuicio que les causó tanto la devolución de ese primer veredicto como la imposibilidad de constatar si realmente adolecía de motivación, Javier Sánchez-Vera, la defensa de López, afirma que «fueron las partes acusadoras quienes omitieron que querían ver el acta que se devolvía o que quisieran realizar adiciones o enmiendas». Y agrega que «en todo momento pudieron alegar lo que consideraran oportuno, y de hecho lo hicieron, pero no pidieron ver el acta que allí estaba a su entera disposición, encima de la mesa de la magistrada, que la tenía en la mano, y pudo ser vista».

Para el letrado, «los hoy recurrentes guardaron silencio en la audiencia (...) y ahora, después de dictada la sentencia y advertido el tenor la misma, es decir, que es absolutoria, impostadamente pretenden la nulidad de lo actuado». En su opinión, el momento para plantear las alegaciones fue cuando la magistrada les convocó para comunicar que devolvía el veredicto y no ahora, con los recursos.

«Presunciones»

Sánchez-Vera rechaza también que hubiera parcialidad por parte de la magistrada Francisca Bru en las instrucciones que dio a los jurados en esa comparecencia, otro de los motivos a los que se aduce en los recursos. «La presidenta indicó a los jurados que motivasen, lo cual, y esto es fundamental, afecta a todas las partes por igual, no sólo a las acusaciones, como pretenden, y nunca puede ser vulnerador de derecho fundamental alguno. (...). Fuese el acta de no culpabilidad o fuese de culpabilidad, la necesidad de una mínima motivación, que era lo que la magistrada estaba reclamando y que fundamentó en sus instrucciones, era ineludible». Y tacha de «grave» que los acusadores «presuman que el acta rechazada era de culpabilidad y que fue devuelta por la magistrada-presidenta porque no estaba de acuerdo de con ella».

A lo largo de su extensa contestación a las apelaciones, la defensa de López insiste en que la actitud de los acusadores, tras la negativa de la juez a aceptar ese primer dictamen, no hacía evidenciar que hubieran detectado irregularidad alguna, y añade que cuando la juez dijo «el acta es mía», lo que quería decir es que con ella tenía que redactar la sentencia.

El cambio en el jurado

Llama la atención la defensa de López sobre lo que considera «un hecho relevante», que fue la sustitución la mañana del día que se alcanzó el veredicto definitivo de una miembro del jurado por el primer suplente después de que la chica sufriera una crisis de ansiedad. «¿Qué más da el primer acta devuelta, sobre la que giran los dos recursos una y otra vez, si lo único cierto y verdad es que la deliberación comenzó el domingo, cuando entró el suplente número 1?», pregunta el abogado, quien agrega que con la entrada del nuevo jurado «comenzó de nuevo la deliberación teniendo a partir de ese momento que debatir y votar cada uno de los puntos», restando validez a lo anterior.

El abogado rechaza que la valoración de la sentencia sea «defectuosa» y añade que «si se quería más precisión en las respuestas de los jurados, se debió consensuar un objeto del veredicto más amplio como el propuesto en un primer momento por la magistrada».

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