La plasticidad neuronal y su relación con trastornos psiquiátricos es el área de trabajo de Javier Gilabert, biólogo de 36 años por la Universidad de València. Actualmente Gilabert trabaja en el Collège de France y aunque no descarta volver, asegura que depende de las condiciones que le ofrecieran. «En Francia se trabaja mejor. No hay problemas de financiación ni de continuidad».
Y es que la estabilidad es, para este investigador, el factor determinante a la hora de asentarse de nuevo en España. «El problema en España no es tanto encontrar una plaza como que te financien toda la investigación completa y mantener tus proyectos». Una situación que no se da en otras zonas de Europa, como Francia. «Allí si sigues publicando continúan financiándote. En España todo es más inestable». Pasan los años y Gilabert no cree que las cosas hayan cambiado mucho en nuestro país respecto a las condiciones en las que trabajan sus científicos. «Van apareciendo nuevas ayudas, como las que impulsa la Generalitat Valenciana, pero piden unos requisitos tan altos que si los cumples, para eso te quedas en el país en el que estás trabajando». Además, lamenta, «estas ayudas se anunciaron hace cuatro años y las pusieron en marcha el año pasado coincidiendo con las elecciones».
