Los vecinos de la urbanización Benacantil II, en la playa de San Juan han dicho «basta». Los residentes de este inmueble, situado en la avenida de Holanda, uno de los principales viales de acceso al centro comercial Fontana, denuncian que llevan conviviendo con un «socavón» en la puerta de acceso al complejo desde principios de año. Desesperados, los particulares han puesto el grito en el cielo y solicitan «soluciones urgentes» al Ayuntamiento de Alicante. Tal y como señalan los damnificados y colectivos vecinales, en verano esta zona fue «un absoluto caos» y culpan a la administración local del colapso. Por su parte, fuentes municipales aseguran que es responsabilidad de Telefónica, por lo que «se va a remitir un informe de carácter urgente a la compañía».
El escenario para la comunidad de propietarios se ha agravado desde el pasado mes de septiembre, puesto que tras el temporal que azotó la provincia, parte del pavimento que hay junto a este agujero se hundió. La brigada se vio obligada a cerrar ambas puertas de entrada y salida a la urbanización, y ahora los vecinos están obligados a tener 24 horas al día abierto el acceso de emergencia. «Nadie se ha preocupado por nosotros, llevamos casi un año con este agujero en el suelo y aquí solo vemos gente pasar a tomar notas, pero sin soluciones», advierten los mismos vecinos que atendieron a este periódico. Además, indican los afectados que han tenido que «echar», en numerosas ocasiones, a gente «que se colaba en las instalaciones a jugar al fútbol en las pistas» o que «han sorprendido intentando acceder a los locales» de la urbanización. Añaden que la comunidad ha instado en varias ocasiones al Ayuntamiento para que soluciones esta problemática, pero en pleno mes de diciembre, «todo sigue igual o peor» después de varios temporales.
A esta causa se ha sumado la asociación de vecinos Juntos Avanzamos Playa de San Juan. El colectivo asegura que lleva meses en contacto con el propio alcalde, Luis Barcala, quien aseguró en septiembre que «la reparación se efectuaría en breve». La agrupación indica que los afectados han acudido a ellos para expresar «su indignación» por estar sufriendo esta situación casi un año, y «especialmente en verano», con la cantidad de gente que se acumula en plenos meses de julio y agosto. «Solo queremos que se asuman las responsabilidades», apostilla el presidente de la Asociación, José Vicente Caracena, quien habla directamente de «desidia» por parte del primer edil alicantino. Asimismo, la entidad vecinal asegura que «si no se da solución a corto plazo a los residentes, acudiremos al Síndic de Greuges para denunciar la problemática».
Responsabilidad
Tanto el Ayuntamiento como Aguas de Alicante han tenido conocimiento de estos hundimientos durante los últimos meses, tal y como confirmaron a este medio, y ya han tomado medidas en el asunto. Los propios técnicos de Aguas indicaron que se habían realizado varias revisiones tanto de la red de agua potable como de la red de alcantarillado, sin detectar la existencia de incidencias que explicasen el origen de lo ocurrido. «Del resultado de dichos exámenes se ha informado en todo momento a los trabajadores municipales del área de Infraestructuras y Mantenimiento», resalta la empresa.
Por su parte, fuentes municipales aseguran que los empleados públicos también han estado evaluando la situación estos últimos meses y han resuelto que la responsabilidad de arreglar el socavón compete a Telefónica. Por todo ello, el área municipal tenía previsto esta semana pasada remitir un informe a la compañía para que «actúe de inmediato».
«Un caos absoluto» en pleno verano
El Consistorio cerró la calle a finales del periodo estival por el hundimiento del pavimento
Una de las principales quejas vecinales reside en la gestión municipal de la situación el pasado verano. El socavón se originó a principios de año por un hundimiento de la tierra, que provocó un agujero de aproximadamente un metro cuadrado. Los temporales de agosto y septiembre terminaron por empeorar el escenario, puesto que también se destrozó parte del pavimento, y ante tal situación, el Ayuntamiento cerró la calle al tráfico en septiembre. Esta decisión desencadenó un «caos absoluto» para los conductores y residentes, puesto que la calle estuvo varios meses «colapsada» por la presencia de las vallas que acotaban la zona afectada. Sin embargo, la administración terminó por cerrar todo el vial al tráfico en plena época estival, cuento este tramo es de los pocos que tiene acceso directo a la zona comercial sitada en el centro de la playa de San Juan.
Por ello, la Asociación de Vecinos lamenta «el estrés y los problemas por los atascos que se originaron en toda la zona», cuando aún había mucha gente de vacaciones en Alicante.
