El segundo fin de semana en la casa de Papá Noel, en el Panteón de Quijano de Alicante, ha sido un desorden por varios motivos. Además de la «polémica» actuación del cantante y sus letras sobre las drogas, la emblemática localización ha albergado varias peleas entre los asistentes por el turno de las colas para fotografiarse con Santa Claus.

Para evitar precisamente estos problemas, el Ayuntamiento planteó la instalación de un dispensador de tickets para «entrar de forma organizada» a la casita navideña y que las jornadas transcurrieran sin incidentes. Pues no fue así: el ordenador se rompió el sábado por la mañana y la empresa se vio obligada a llamar varias veces a la Policía para intervenir en fuertes discusiones entre los que esperaban en la cola. «No hay números desde ayer pero hemos avisado y lo vamos a arreglar lo antes posible», indicaban los propios trabajadores.

Aunque los mismos empleados aseguran que los tickets no han evitado las peleas entre personas para acceder al recinto. Usuarios en internet indican que los dispensadores han dado problemas. Por todo ello, la casa de Papá Noel está recibiendo numerosas críticas por las redes sociales y por comentarios de los asistentes, tanto por la organización como por el trato de los ayudantes de Santa Claus hacia los niños. Este evento se está convirtiendo en un auténtico quebradero de cabeza para el gobierno municipal, que acumula polémica tras polémica todos los años.