Podría disfrutar ya de una merecida jubilación tras toda la vida trabajando al frente del depósito judicial de Alicante, pero el empresario Jorge Talavera, de 69 años, tiene muy claro que no va a ser así y se ha embarcado en un proyecto altruista para ayudar a las familias que sufren un grave problema por el que él mismo ha pasado con uno de sus hijos. Ha creado una fundación sin ánimo de lucro que lleva su nombre para ofrecer un tratamiento de las conductas adictivas -tóxicas y comportamentales- y las instalaciones que durante años han albergado cientos de vehículos intervenidos por las Fuerzas de Seguridad a narcotraficantes, estafadores y miembros del crimen organizado se han reconvertido parcialmente en la sede de la Fundación Jorge Talavera. Su trabajo se centra en la rehabilitación de personas con problemas de adicción tóxica al alcohol, cocaína, heroína y otras drogas, así como conductas adictivas de tipo comportamental, como la adicción al juego, al sexo, a las nuevas tecnologías o a las compras compulsivas, entre otras.
El tratamiento que se ofrece inicialmente es de carácter ambulatorio, por lo que desde la Fundación Jorge Talavera indican que no es necesario estar ingresado y que una persona puede continuar con su trabajo y relaciones familiares.
El empresario Jorge Talavera ha explicado a este diario que «yo he sufrido este problema y no creo la Fundación como negocio, sino que hago una inversión personal como un padre que ha sufrido el problema con su hijo y quiere ofrecer una posibilidad más de rehabilitación, porque las ayudas que hay se quedan cortas».
El creador del proyecto destaca que el dinero que se ingresará se destinará exclusivamente al pago de los profesionales que van a atender a las personas que reciban el tratamiento y costear la formación y actividades que desarrollen.
Respaldo empresarial
Cuenta con el respaldo de unas 300 empresas y la idea, según indica su fundador, es darles ocio y deporte para sacarlos del círculo donde están atrapados por su adicción y cuando expongan a qué se quieren dedicar en esta vida se les ofrecerá una formación teórica que luego se completará con prácticas en las empresas que colaboran con el proyecto. El problema de muchas personas adictas que se rehabilitan es que recaen si luego no tienen una oportunidad laboral cuando concluyen su tratamiento.
La Fundación Jorge Talavera anima a las familias con personas con problemas de adicción que contacten con ellos y acudan a sus instalaciones en el Camino Viejo de Elche con el fin de conocerlas, así como a sus profesionales. Toda la información relacionada con este proyecto sin ánimo de lucro se puede consultar en la web «fundacionjorgetalavera.com», una página diseñada de forma altruista por la agencia de marketing online Diurnay.
Según explica la Fundación Jorge Talavera, proporcionan «un soporte terapéutico individualizado de atención tanto al paciente como a su familia, creando tratamientos personalizados y resolviendo todas las dudas que puedan ir surgiendo durante el proceso». Para cada tratamiento se tiene en cuenta la opinión de la persona, la adicción y otras circunstancias personales. En todos los casos se harán controles analíticos periódicos para supervisar el objetivo de abstinencia de los participantes.
Las aspiraciones de la Fundación Jorge Talavera pasan por lograr en el futuro un mayor respaldo empresarial e institucional al proyecto para ampliar la asistencia a personas con problemas de adicción y crear un centro de día y con posterioridad una comunidad terapéutica.
Jorge Talavera ha reunido esta semana a cerca de doscientas personas en una comida en la sede de la Fundación que ha servido de presentación de este esperanzador proyecto. Un encuentro que ha reunido a empresas que están respaldando desde el principio a la Fundación así como a miembros de la judicatura y a numerosos miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad con los que este empresario alicantino ha trabajado durante muchos años como depositario judicial. Como dijo el hijo de Jorge Talavera en la presentación, hay muchas propuestas para rehabilitar a personas con adicciones, pero la diferencia de este proyecto es que ofrece «una esperanza» de futuro una vez se consigue salir del agujero.
