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El Ayuntamiento proyecta un eje peatonal para conectar el Mercado y la Explanada

Un estudio apuesta por la retirada del tráfico de la avenida Constitución y la calle Bailén, extendiéndola hasta Gabriel Miró

Por la avenida de la Constitución circulan ahora a diario unos 1.400 vehículos, frente a unas 3.000 personas (una cifra que se prevé aumentar en un 20% con la peatonalización). rafa arjones

Ir paseando, sin las molestias derivadas del tránsito de vehículos, por el Centro de Alicante. Hacerlo en un entorno estrictamente peatonal, más amable que el actual, desde Alfonso El Sabio, a la altura del Mercado, hasta la Explanada, gracias a la retirada del tráfico de la avenida de la Constitución, la calle Bailén, el Portal de Elche y la calle Bilbao, con tramos de «plataforma compartida» para permitir el acceso a los vados. Ésta es la iniciativa definida por el Ayuntamiento de Alicante, como resultado de un estudio elaborado por técnicos municipales y expertos externos para «abrir la ciudad aún más al mar». Y es que el entorno del que se pretende retirar el tráfico reúne tres condicionantes: el flujo de peatones es elevado, «siendo en ocasiones insuficiente el ancho de aceras actual en algunos puntos de la calle»; forma parte de un eje con «potencial comercial en un entorno clave» del Centro de Alicante; y contribuye a «completar, estructurar y tejer» el eje de las ya peatonales Castaños y calle San Francisco.

En el estudio se pusieron sobre la mesa hasta tres posibles soluciones en busca de un Centro Tradicional «más humano, accesible e inclusivo, que compatibilice las actividades comerciales, residenciales y de ocio», según indica el documento. Del trío de opciones estudiadas, los expertos y técnicos el Ayuntamiento apuestan decididamente por la más «ambiciosa», por la que supone una mayor ampliación de las zonas peatonales, pasando de los actuales 14.100 metros cuadrados de vías sin tráfico rodado en el entorno afectado a una superficie de casi 23.000 metros cuadrados libre de vehículos.

Según recoge el estudio, que se prevé presentar a los vecinos el próximo mes de enero, se apuesta por la peatonalización de la avenida de la Constitución y la comunicación del Mercado Central con el Teatro Principal con soluciones puntuales de plataforma compartida de manera que se permita el acceso a los vados para los residentes. En esa línea, se propone peatonalizar la Calle Bailén entre la Duque de Zaragoza y Gerona, con el tramo final con tratamiento de plataforma compartida para dotar de acceso a los vados. Igualmente se propone la peatonalización del tramo de la Calle Bailén entre el Portal de Elche y Calle Barón de Finestrat. Además, se insta a la peatonalización del vial norte de la plaza de Gabriel Miró.

Por otro lado, con el objetivo de «calmar» el tráfico, se proyecta convertir la calle San Fernando, entre Canalejas y la Rambla, en una plataforma compartida, que en este caso significa una vía con las aceras al mismo nivel que la calzada (al estilo de la reurbanizada plaza Séneca), promoviendo un tráfico «más relajado», sin aparcamiento, con más árboles y en un entorno totalmente accesible. De igual manera, y con ese mismo objetivo, también se proyecta la creación de nuevas plataformas compartidas en las calles Rafael Terol, Calle del Cid, continuidad de Castaños y Médico Manero Mollà, así como dos tramos de las calles de las Navas y Susana Llaneras, en el entorno de la Plaza Nueva.

El estudio estima que por el tramo superior de Constitución-Bailén transitan a diario unos 3.000 peatones (incluyendo también a los ciclistas), una cifra que aumentará en torno al 12% cuando se peatonalice, según las previsiones. «La potencial creación de nuevos negocios en el eje peatonalizado incrementará los flujos peatonales y ciclistas por el aumento de la atracción comercial del área», añaden los expertos, que restan importancia a los efectos de la eliminación del tráfico a los 43 vados de la zona, ya que se habilitarán plataformas compartidas para permitir el acceso de los vehículos a los garajes.

Respecto a la repercusión en el tráfico, el estudio señala que por la avenida de la Constitución circulan a diario unos 1.400 vehículos, frente a los 2.100 que transitan por la calle Bailén. Mientras, el tráfico en la Rambla, actualmente, ronda los 8.600 vehículos al día. La estimación de los técnicos apunta a que el tráfico en la Rambla, con la peatonalización, crecerá entre un 15 y un 20%, mientras que el volumen de vehículos en San Fernando se reducirá sobre un 10%.

Cambio de modelo

La decisión de peatonalizar vías que en total suman unos 8.600 metros cuadrados más busca, según el Ayuntamiento, «cambiar el concepto actual de ciudad», apostando por los peatones en detrimento de los coches. El concejal de Movilidad, el popular José Ramón González, subraya que es un «proyecto muy importante con el que el gobierno local, tal y como se comprometió, va a cambiar el modelo de ciudad, peatonalizando el Centro y creando nuevas plataformas compartidas para conseguir que sea más sostenible», con el objetivo, añade el edil, de «recuperar espacios para los ciudadanos, dando prioridad al peatón, con más zonas verdes, calmando el tráfico, mejorando la vida de los residentes, reactivando la actividad comercial y el espacio urbano, y potenciando también el atractivo turístico».

El proyecto, según el concejal, debe ser de «todos» y donde la participación ciudadana es «prioritaria». Los vecinos, recuerdan desde el Ayuntamiento de Alicante, dispusieron de dos meses para realizar propuestas. No obstante, en enero se presentará a los residentes el proyecto, ya con la solución adoptada por el gobierno local, «y se volverá a recabar la opinión, propuestas y la participación antes de redactar el texto definitivo».

Los veladores, en el foco: limitados en Constitución y prohibidos en Bailén

La propuesta técnica reconoce que las terrazas son una de las «debilidades» del proyecto por las molestias a los vecinos del Centro

Los expertos y técnicos municipales que han elaborado el proyecto de peatonalización del Centro Tradicional no escapan de la realidad. En el documento se subraya que los veladores, que están en el foco tras la reciente sentencia del ruido que afecta al entorno de Castaños, son una de las «debilidades y amenazas» de la iniciativa por las «posibles molestias a vecinos y las dificultades de accesibilidad». Así, para «mejora de la accesibilidad», como para beneficiar la «convivencia con los vecinos», el informe técnico del Ayuntamiento propone la «categorización» de las vías a peatonalizar, estableciendo dos zonas: ejes exentos de veladores y ejes con restricción de licencias.

Como ejes exentos de veladores figuran las calles Bailén y San Fernando (que se incluye como una plataforma compartida, es decir, una vía abierta a la circulación de vehículos pero en la que se «busca el calmado del tráfico»). En cuanto a ejes peatonales con «restricción de licencias orientados a una contención de la situación actual» se incluyen Constitución, Gabriel Miró, Ruperto Chapí, el Portal de Elche y la Plaza Nueva. De esta manera, de las nuevas calles que peatonalizarán, Constitución, en el tramo entre la avenida de Alfonso El Sabio y la calle del Teatro, se convierte en la principal vía en la que se permitirá, con restricciones, la instalación de veladores.

La presencia de terrazas también afectará a una actividad: la carga y descarga, según se recoge en el documento técnico, donde se propone su regulación mediante restricción horaria, como sucede ya en el entorno del Casco Antiguo. Durante franjas concretas del día se permitiría el acceso a las áreas peatonales de los vehículos de reparto de mercancías, «de manera que los comercios, restaurantes y locales del ámbito puedan seguir realizando su aprovisionamiento de forma adecuada». En el caso concreto de la calle Castaños, la carga y descarga será, según el estudio, «compatible con los veladores existentes de forma que se utilice el mismo espacio para veladores y para la carga y descarga, según proponen los expertos en movilidad». Por otro lado, se encuentra la gestión de las emergencias. Respecto al recorrido de estos vehículos ante posibles cortes al tráfico de la Rambla y Alfonso El Sabio con motivo de eventos como la Cabalgata de Reyes o las Hogueras, la alternativa que se propone supondría que la avenida Constitución y la calle Bailén «aseguren» un acceso y salida de los vehículos de emergencia, que tendrán San Fernando, Gerona, la calle del Teatro y Médico Pascual Pérez como principales vías de entrada y salida.

La «nueva» Rambla: un carril de bajada y tres de subida

La retirada del tráfico obligaría a habilitar una vía extra para las paradas de los autobuses, a costa de la actual zona de aparcamiento

La propuesta que maneja el Ayuntamiento para ampliar la zona peatonalizada en el Centro Tradicional provocaría un cambio en el tráfico de la Rambla. Actualmente, la avenida cuenta con dos carriles de subida (uno para el tráfico privado y otro limitado para el transporte público) y uno de bajada, junto al que se encuentra un carril para el aparcamiento de motocicletas, también reservado para hoteles del entorno, una parada de autobús, junto a una zona para los taxis y otra de carga y descarga.

La peatonalización del eje Constitución-Bailén, que también se prolongaría al entorno de la Explanada, no permitiría el paso del autobús por la avenida de la Constitución así como en la calle Bailén, modificándose todas las línea (las afectadas son la 5, la 8, la 10, la 13 y la 39) hacia la Rambla con el acceso a través de la Calle Tomás López Torregrosa. «Respecto al estacionamiento en calle, el número de plazas a modificar resulta significativo, en especial para los estacionamientos reservados y para las motos. Las plazas para vehículos de la zona naranja pasarían a ser absorbidas por los estacionamientos subterráneos del entorno», según recoge el informe a nivel técnico del Ayuntamiento.

Dimensiones

Así, la nueva sección para el tráfico que se propone para la Rambla «con tal de ajustar las necesidades de espacio para la nueva configuración del transporte público y flujos de tráfico» consistiría en un carril de bajada hacia la Explanada, que sería veinte centímentros más ancho que el actual al ser compartido por autobuses y vehículos privados, y tres de subida: con un área de estacionamiento y cabecera para las líneas autobús (que se convertiría en la principal novedad en detrimento de la actual zona de aparcamiento en sentido contrario), un carril exclusivo para el transporte público y un tercero para el vehículo privado, también en sentido a la avenida Alfonso El Sabio, que sería cuarenta centímentros más estrecho que el actual. Por su parte, las dos aceras no sufrirían ninguna modificación en cuanto a su actual amplitud.

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