Los recortes en Sanidad dejaron hace unos años desmantelada la red de recursos para personas con enfermedad metal en la ciudad de Alicante. Desaparecieron las viviendas tuteladas, los servicios de atención comunitaria para evitar recaídas y se disolvió Afema, la asociación que reunía a las familias.

Poco a poco la ciudad ha ido recuperando estos servicios, de la mano de la Asociación para la Defensa e Integración del Enfermo Mental, Adiem, una entidad que comenzó su andadura en Torrevieja y que ha extendido su actividad a la ciudad de Alicante ante la enorme carencia de servicios en este terreno.

En poco más de un año, la entidad ha conseguido poner en marcha un centro de rehabilitación e inserción social con capacidad para 75 plazas y viviendas tuteladas para cinco personas. También ha arrancado en la ciudad un programa de atención comunitaria, con 25 plazas. A través de este servicio, personal especializado va a los domicilios de los enfermos con más necesidades de apoyo o problemas de adherencia al tratamiento para de esta forma evitar que tengan recaídas. Un programa que se completa con un servicio de ayuda a domicilio para personas dependientes con 15 plazas. La inserción laboral de las personas con enfermedad mental es un pilar esencial, por lo que la entidad cuenta con un área de empleo en el que participan 30 personas.

Estos recursos se suman a las 90 plazas en centro de día y centro de rehabilitación gestionados por una empresa con las que contaba la ciudad antes de la llegada de Adiem y que eran los únicos servicios que sobrevivieron a los recortes en salud mental.

«Con todo lo que hemos puesto en marcha queremos revisar la lista de espera que hay de personas que quieren acceder a una residencia. Pensamos que muchos de ellos, con los apoyos adecuados, pueden vivir de una manera digna en la comunidad», explica Francisco Canales, gerente de Adiem. La idea no es prescindir de las residencias, «habrá personas que necesiten este recurso, pero el objetivo es que sea algo temporal». Según Canales, para financiar estos proyectos, la asociación recibe subvenciones por parte de las consellerias de Igualdad y Sanidad que superan el millón de euros.

La entidad también ha puesto en marcha de manera pionera en la provincia grupos de orientación y recuperación del proyecto de vida. Son grupos de ayuda mutua liderados por personas que han sido usuarias de la asociación y que son la mejor referencia para otras personas que ahora están atravesando por el mismo proceso. «En este grupo me siento muy bien , cuanto cosas que en otras circunstancias no me atrevo, te hacen ver que están ahí para ayudarte», señala Adán Torrente, usuario de Adiem.

Lourdes Ruiz es también usuaria de la asociación desde hace un año, donde participa en talleres, dinámicas, trabajos en equipo... «lo importante es marcarte objetivos y con el acompañamiento adecuado, ir cumpliéndolos». Su compañero Pedro Galiana se siente como en familia, «si algún día un compañero no viene, te preocupas».