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Los jóvenes «dan caña» a Barcala con la limpieza

Cinco centros participan en un Pleno juvenil, en el que se guardó un minuto de silencio contra la violencia machista

Un instante del Pleno juvenil que se celebró ayer en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Alicante. alex domínguez

A los jóvenes alicantinos, que no se callan lo que piensan, también les preocupa la falta de limpieza en la ciudad. Y así se lo hicieron ver ayer al alcalde de Alicante, Luis Barcala, y a otros ediles del equipo de gobierno en un nuevo Pleno juvenil, al que asistió un centenar de alumnos de los institutos San Blas, Figueras Pacheco, Virgen del Remedio, Las Lomas, además del colegio Nuestra Señora del Remedio.

Entre las reivindicaciones sobre las que se puso ayer el foco destacaron la suciedad en la calles (por algo Alicante es la segunda ciudad más sucia, según un estudio de la OCU de este 2019), una movilidad más sostenible ante la situación de crisis climática y la falta de seguridad en los barrios. También se habló de la violencia de género, justo un día después de que en el Pleno ordinario del mes de noviembre se aprobase en Alicante una declaración institucional en contra de la violencia machista con el único voto en contra de los ultras de Vox.

De hecho, el alcalde, emulando lo que sucede al inicio de cada pleno ordinario en el Ayuntamiento, propuso a los jóvenes guardar un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de la violencia machistas, que ya superan el medio centenar en lo que va de año en España. Uno de los jóvenes, en su intervención, solicitó a Barcala que se pongan a las calles de la ciudad nombres de «mujeres que han luchado por la igualdad». La petición quedó en el aire: ni sí ni no.

Sin embargo, de lo que más se habló ayer fue de la limpieza. De su falta. De la suciedad que se extiende por toda la ciudad, pero que los alumnos denunciaron que resulta más evidente en los barrios, como La Florida, Virgen del Remedio o San Gabriel, según señaló una alumna del Figueras Pacheco: «Nuestros barrios no se limpian como otras zonas de Alicante. Reclamamos los mismos servicios que existen en el resto de la ciudad». Al alcalde también le echaron en cara la acumulación de restos de obras en calles y solares.

El alcalde reconoció que la situación de la limpieza en Alicante sigue «muy lejos de los estándares que necesita una ciudad turística», a la vez que defendió que el panorama «ha mejorado» en los últimos meses y recordó el incremento de inspectores y de policías dedicados a la limpieza, además de las reprogramaciones del servicio. Eso sí, Barcala también apuntó a los incívicos, a los que culpó de la imagen de suciedad, junto a un contrato que considera insuficiente y cuyo pliego, de 2013, defendió por redactarse «en momentos muy complicados en lo económico para el Ayuntamiento».

Otras preocupaciones

Respecto a la limpieza, el alcalde además se comprometió a supervisar espacios concretos señalados por los alumnos durante sus intervenciones, la mayoría en la Zona Norte, desde donde también reclamaron más presencia policial en las calles y en las salidas y entradas a los centros educativos.

Los jóvenes, por otro lado, evidenciaron su preocupación por el reciclaje (un joven propuso que se den incentivos económicos a quienes miren en favor del medio ambiente), por mejorar la movilidad sostenible (apostando por una mayor frecuencia del transporte público en la ciudad), por la implantación de más espacios lúdicos de carácter ambiental (lo que aprovechó Barcala para sacar pecho por los senderos urbanos que promovió en su etapa como edil de Medio Ambiente durante el gobierno de Sonia Castedo) y por la construcción de más instalaciones deportivas en Alicante.

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