«Insostenible». Es el término empleado por los rectores de las cinco universidades públicas de la Comunidad para referirse a la deprimida situación económica que atraviesan y que les obliga a ralentizar todo lo que no sean los gastos obligatorios de funcionamiento en el día a día.

El impacto de este déficit financiero afecta a la investigación que precisa de dinero público para poder arrancar, lo que conlleva asimismo una pérdida de atracción tanto hacia las empresas como al talento más científico, como destacaron los responsables universitarios a preguntas de este diario a término de la primera reunión celebrada en Alicante por el Consell con los rectores de las cinco universidades públicas de la Comunidad y a la que acudieron tanto el titular de Hacienda y Economía, Vicent Soler, como la consellera de Universidades, Carolina Pascual.

La portavoz de los rectores, Eva Alcón, rectora a su vez de la Universidad Jaume I de Castellón y presidenta de turno de la Conferencia de Rectores de la Comunidad, CRUP, subrayó que en cuestión de financiación las instituciones académicas ya han «alcanzado un momento insostenible». Pese a puntualizar que la situación se viene arrastrando desde hace años y que «no es de ahora», también añadió que, por lo mismo, urge «un plan de financiación universitaria de cada una de las universidades.

Y es precisamente para eso para lo que se programó desde el Consell la citada reunión en la sede del Distrito Digital de la Generalitat. La consellera Pascual adelantó que antes de fin de año espera contar con «soluciones» aportadas al respecto por «una mesa de expertos» que ya está trabajando en este sentido y cuyas conclusiones se sumarán a las que emanen de las reuniones con técnicos económicos de las distintas universidades que también han empezado a trabajar en esta misma línea.

Son los primeros pasos hacia un nuevo plan de financiación para las universidades, personalizado por resultados en función de los puntos fuertes y débiles de cada centro y que prevé dejar atrás el obsoleto programa económico actual que data de hace casi una década, como apreció la portavoz de los rectores. «No se pueden repartir los presupuestos con los criterios de 2010», lamentó Alcón.

El dinero que reciben actualmente los campus se destina básicamente para los gastos de funcionamiento y de personal, situación que obliga a todos estos centros a dejar sobre la mesas sus respectivos proyectos de innovación que, a gran escala, ralentiza incluso la economía de la Comunidad. Consultados sobre este punto los rectores recuerdan los resultados anuales de las universidades que avalan sobradamente que tiran del desarrollo del entorno incluso pese a estar infrafinanciadas.

El propio conseller de Hacienda y Economía, Vicent Soler, admitió ante los argumentos de los rectores que se le «cae el alma a los pies, tienen toda la razón de mundo» en sus reclamaciones económicas. No obstante, lo único que pudo confirmar al respecto es el pago adelantado de la deuda histórica con las universidades correspondiente a 2020, y que se hará efectiva antes de que acabe este año.

Son 69 millones de euros, según concretó la consellera Pascual, ante lo que la rectora de Castellón, Eva Alcón, mostró su «satisfacción» en nombre del resto de sus homólogos de las universidades de Alicante, Elche, València y Politécnica de València, no sin puntualizar a continuación que los fondos adelantados permitirán «funcionar» a las entidades económicas, pero poco más.

«Podría servir para inversiones en política universitaria, como proyectos propios de investigación, pero se tienen que destinar a medidas que se adoptan desde el Consell o el Gobierno Central», precisó en referencia a medidas de mejora para el personal y pago de sexenios, que califica de «buenas decisiones», pero que «para abonarlas, se nos debe compensar de alguna manera a las universidades», reiteró.

Sensibilidad

Para la consellera Pascual tanto el encuentro con los rectores como el avance del pago de la deuda histórica son una «muestra de la sensibilidad» de su gabinete con las «reivindicaciones universitarias», así como de la «buena voluntad por ambas partes», al tiempo que trató de poner en valor que los presupuestos para el año que viene aumentan en 2,3 millones para las universidades con respecto al actual ejercicio, de 822,7 millones de euros a 825 millones.

El titular de Hacienda, por su parte, volvió a culpar a la infrafinanciación de la Comunidad de los males que atraviesan las universidades. Afirmó que la revisión de esta cuestión por el Gobierno central es ya «imprescindible e inmediata», y que en cuanto se haga justicia con una autonomía que recibe hasta «800 euros menos per cápita que Cantabria», la situación económica de las universidades cambiará como la noche y el día. Soler aseguró que la actual ministra en funciones le ha traslado que es un tema «prioritario».

Las reformas urgentes para 25.000 alumnos de la UA están en el aire

El rector Palomar advierte de que sin modernización tecnológica no se puede estar a la altura en ningún servicio

«La falta de inversión impide las reformas urgentes de cuatro edificios para 25.000 estudiantes en los aularios 1 y 2 y las facultades de Ciencias y de Ciencias de la Salud, con más de 30 años de antigüedad». La reunión entre el Consell y los rectores pilló al titular de la Universidad de Alicante, Manuel Palomar, en Camboya, con motivo de la coordinación de la UA en un proyecto internacional, pero a preguntas de este diario no dudó en aportar los déficits que arrastra el campus a consecuencia de la falta de financiación. A al cita con el Consell asistió Mónica Martí, vicerrectora de Economía.

El rector añade que la modernización tecnológica para su acceso por los estudiantes, investigadores y servicios en general resulta asimismo «necesaria para estar a la altura», y que tampoco se puede avanzar en el desarrollo de la segunda fase del parque científico. «La falta de inversión impide, una vez más, que se pueda llevar a cabo. Esta circunstancia ralentiza al tiempo la economía en general porque tiene efectos sobre la atracción tanto de las empresas como del talento en un momento clave para el desarrollo del bienestar de los alicantinos», concluye.

Peligra la finalización del campus ilicitano, que supera los 25 millones

La Universidad Miguel Hernández trata de salvar proyectos de investigación con fondos privados

JOSÉ A. MÁS | B. CAMPOY

La Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) está inmersa en varios proyectos con los que quiere finalizar, después de dos décadas desde su puesta en marcha, la urbanización de varios de sus campus, donde también está pendiente la construcción de varios edificios, para los que se necesita la financiación comprometida por el Consell a través de la llamada deuda histórica.

En este sentido, la UMH ha planificado la finalización del campus ilicitano, donde ahora se está finalizando la construcción de una gran plaza, y la construcción de edificios, como el cultural en Elche, o la Nau de la Salut y Clínica Traslacional en San Joan. Estos proyectos requieren de una inversión que superará con creces los 25 millones de euros, y que podrían peligrar si el Consell deja de enviar los fondos previstos. El compromiso del Consell era el de ingresar entre 2019 y 2022 unos 25 millones de euros a la UMH para financiar estas obras.

Pero no solo las infraestructuras universitarias se pueden ver comprometidas si se llevan a cabo recortes en financiación. En la UMH llevan muchos años agudizando el ingenio para sacar adelante proyectos de investigación, que también necesitan de inversión pública.

Hasta la fecha en la Universidad Miguel Hernández se han tratado de salvar los proyectos con fondos privados, a la vez que se han lanzado campañas para buscar apoyos a proyectos importantes del Instituto de Neurociencias.