Tal como vimos la semana pasada, son numerosas las esculturas que adornan las calles de Alicante. Nos referimos a las públicas, las que no están en las iglesias o en casas o parcelas privadas, como en el cementerio. Pero, ¿son suficientes?

Adriano Carrillo Valdés y Miguel Bañuls opinan que son insuficientes, que en Alicante «nunca se ha apostado por tener cultura en la calle», dice Adriano, «especialmente esculturas contemporáneas, las cuales servirían para acercar este tipo de arte a los alicantinos», concreta Bañuls. En cuanto a la calidad del conjunto de las esculturas públicas alicantinas, Adriano le daría «un aprobado por los pelos, siendo benévolo».

Ambos son escultores alicantinos y descendientes de escultores alicantinos. Adriano ha realizado y vendido muchas obras, pero en la ciudad solo hay un mural suyo, en la entrada de un zaguán entre la calle San Vicente y la Rambla. Su padre, Adrián Carrillo García, fue un excelente escultor, dos de cuyas obras se hallan en las plazas de San Blas y de la Santísima Faz. Su abuelo, Miguel Carrillo Soler, esculpía y pintaba en su taller de la calle San Nicolás.

Muy pronto será inaugurado en el hospital de San Juan un busto de Balmis realizado por Miguel Bañuls. Es bisnieto de Vicente Bañuls y sobrino-nieto de Daniel Bañuls, dos célebres escultores alicantinos.

Carrillo y Bañuls creen que los escultores alicantinos no son debidamente promocionados y valorados por los responsables políticos de la ciudad. Lo mismo opinan los escultores alicantinos Pepe Díaz Azorín y Eduardo Lastres, a pesar de que una decena de sus obras pueden verse en las calles y plazas alicantinas. Azorín estima que en la ciudad hay buenas esculturas, pero no suficientes; «faltan sobre todo bustos de personalidades», apunta.

Respecto a las declaraciones que recogí en el artículo anterior de la catedrática de Historia del Arte Inmaculada Vidal, he de matizar que se refería a hechos genéricos y en ningún caso a un ayuntamiento en concreto.

Hay dos libros publicados que tratan con detalle la historia de la escultura urbana alicantina: «La escultura pública en el espacio urbano de Alicante», de Rosa M.ª Castells González (Fundación Eduardo Capa, 2002), y «Las esculturas urbanas en los paseos por Alicante», de Santiago Varela Botella (Urbana de Exteriores, S.L., 2012). También hay una web, «Escultura y Arte en Alicante», que contiene datos interesantes.