Un problema creciente y que cada vez se produce a edades más tempranas. Un proyecto europeo de la Universidad de Alicante (UA), en el que participan seis países en total, ha puesto sobre la mesa la violencia de género en las primeras relaciones entre adolescentes. Y da un paso más para intervenir en los institutos para tratar de frenar esta peligrosa tendencia.

La investigadora principal del proyecto financiado con fondos europeos es la catedrática de Salud Pública y experta en violencia de género Carmen Vives, que ha coordinado las encuestas realizadas a 300 alumnos de entre 12 y 15 años y la posterior intervención con ellos procedentes de institutos de Alicante por parte de España y de otros 300 por país de centros educativos de Inglaterra, Italia, Polonia, Portugal y Rumanía.

Los datos, aunque la muestra de población no permita extrapolarlos son preocupantes. En la encuesta repartida a los jóvenes un 10% refirió haber sufrido algún problema de violencia física en sus relaciones, cuando la prevalencia en la edad adulta es del 6%. Más extendida, tanto entre adolescentes como adultos, es la violencia psicológica que en el caso del estudio alcanzó el 30%. Además, al preguntarles a los adolescentes si conocían algún caso de violencia de género en su entorno, el 35% de los alumnos alicantinos dijo que sí. A partir de ahí, los expertos de la Universidad de Alicante separaron a los alumnos en dos grupos «control», a la mitad se les ofrecerían sesiones y talleres para transmitir valores como la igualdad de género, la necesidad de plantearse las relaciones desde el respeto, potenciar habilidades personales para ser capaces de resolver problemas sin recurrir a la violencia y el desarrollo de la empatía, explica Vives. También se crearon debates y los alumnos realizaron cortos cinematográficos sobre situaciones de conflictos de pareja y la mejor manera para resolverlos. Este proyecto, denominado Lights4Violence, dio pie a la investigadora de la UA, tras valorar los resultados, a solicitar un proyecto nacional para poder extenderlo a más centros escolares alicantinos y ampliarlo también a Barcelona. El Instituto de Salud Carlos III les ha concedido financiación para llevar a cabo «Promoción de Activos Protectores de la Violencia de Género en la Adolescencia y la Preadolescencia». De esta forma quieren llegar a 800 estudiantes de institutos de Alicante y formar a entre 50 y 60 profesores para que sean ellos quienes continúen con la intervención de prevención «que nos parece fundamental para atajar el problema», indica la catedrática. «Creemos que es importante dar competencias a los profesores para que sean ellos quienes transmitan estos valores a sus alumnos presentes y futuros y realizamos una formación semanal con ellos», afirma.

Por otra parte, Vives también está inmersa en otro proyecto de la Comisión Europea para trabajar las masculinidades positivas. «Trabajar en este tema es clave para prevenir la violencia de género porque el concepto de masculinidad que entiende al hombre como el proveedor de recursos para la familia y el único que toma las decisiones, el que no llora, al final impregna a la organización toda la sociedad y no deja de ser una distopía», advierte la catedrática.