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La pistola que mató a María del Carmen Martínez no se ha usado en otros crímenes

La Policía declara que la munición utilizada para disparar a la viuda del expresidente de la CAM no es fácil de encontrar

La pistola que mató a María del Carmen Martínez no se ha usado en otros crímenes

La pistola que mató a María del Carmen Martínez no ha sido utilizada en otros crímenes o hechos delictivos. Así lo declaró ayer uno de los responsables del informe elaborado por el Departamento de Balística de la Comisaría General de la Policía en Madrid sobre el arma del crimen en la decimocuarta sesión del juicio por el asesinato de la viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala. Declaraciones que ayer se practicaron por videoconferencia y en las que los funcionarios policiales profundizaron en el tipo de arma utilizada, que no ha sido localizada, al tiempo que señalaron que no habían encontrado vínculos con el acusado y yerno de la víctima, Miguel López.

Los peritos de la Policía aseguraron que la pistola usada en el asesinato puede tener más de un siglo de antigüedad, un modelo de coleccionismo. Se trata de una arma corta semiautomática, «con el cañón desgastado o descalibrado». Éste es uno de los argumentos en los que se apoyan los investigadores para descartar la intervención de un sicario. Un profesional habría optado por un modelo más moderno y con menos posibilidad de fallos.

Las pistolas que pudieron matar a Mari Carmen

La Policía apuntó ayer a dos tipos de pistola como las armas que pudieron emplearse en el asesinato: un FN modelo 1903, muy común en Europa durante las guerras mundiales; o una Webley-Scott, un arma más pesada y de mecánica complicada con tendencia a encasquillarse. Conclusiones a las que la Policía llegó por las marcas que dejó la pistola en la munición del calibre 9mm que se usó en el crimen que, según explicó uno de los agentes, «es muy difícil de encontrar».

«Para ninguna de esas dos armas se fabrica munición», explicó ayer uno de los funcionarios, motivo por el que se tuvieron que adaptar al arma utilizada. Los proyectiles recogidos en Novocar medían, sin manipular, 23 milímetros de largo, pero fueron limados hasta dejarlos en cerca de 20 para poder usarlos. Una manipulación que el responsable policial definió como «burda» y «una barbaridad». Un proceso para el que se necesita tener conocimientos en armas, precisó.

A preguntas del abogado defensor, Javier Sánchez-Vera, explicó que adquisición del material para la recarga de las vainas queda registrada por la Guardia Civil.

Durante la inspección en casa de Miguel López el día de su detención, dos meses después del crimen, se intervino munición del calibre 9 milímetros parabellum. A preguntas de la defensa, el funcionario admitió que esos cartuchos tenían una longitud de 19 milímetros, uno menos que los usados en el crimen, por lo que la operación necesaria para utilizarlos en esas pistolas tendría que haber sido la contraria, es decir, alargarlos. También se encontraron armas, algunas de ellas relacionadas con el tiro olímpico, deporte que practicaba. Para todas tenía licencia.

Tampoco los policías que analizaron las muestras recogidas en el taller que el sospechoso tenía en su casa encontraron evidencias de que allí se hubiera manipulado munición. No localizaron restos de pólvora, latón u otros aditivos. El abogado Francisco Ruiz-Marco, que ejerce la acusación particular en nombre del primogénito de la víctima Vicente Sala, se encargó de recalcar el tiempo que había transcurrido desde el asesinato cuando se inspeccionó esta estancia. Tampoco los investigadores han relacionado las herramientas intervenidas en el taller con el lijado de las vainas. No son compatibles con las muescas de los proyectiles recortados, ni con los brazos de fijación de la prensa que había en la casa.

ADN

Desde Barcelona testificaron los responsables de analizar las muestras de ADN recogidas en el cuerpo de la víctima. La mayoría correspondía a la propia María del Carmen, aunque se localizaron restos genéticos masculinos en la mano izquierda. Estos peritos no llegaron a identificar de quién. Investigaciones posteriores apuntaron a uno de los sanitarios del Samu que auxiliaron a la víctima. En la mano derecha también se halló ADN masculino, pero la muestra era insuficiente para establecer conclusiones.

Ayer definitivamente se renunció al careo previsto entre el perito de la defensa y los de la acusación particular sobre el móvil de la víctima. El primero, que no puede desplazarse a Alicante por motivos personales, sostiene que su WhatsApp se activó manualmente 22 segundos después de que se llamara al 112, algo que lo de la acusación atribuyen a un proceso automático.

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