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«Si no dejan hacer el tardeo, nadie vendrá a comer ni a cenar»

La sentencia del juzgado Contencioso 4 de Alicante que condena al Ayuntamiento a establecer medidas ambientales contra el ruido en el centro tradicional afecta a los negocios del ocio y la restauración

«Si no dejan hacer el tardeo, nadie vendrá a comer ni a cenar»

La asociación que los representa alerta del cierre de locales que puede acarrear, de ahí que se abra a llegar a un acuerdo con la administración local y con los vecinos demandantes dentro de unos horarios y restricciones asumibles.

P ¿Hay un término medio en el conflicto del ruido en Alicante

R El término medio no es que cierren los locales a las doce de la noche y la situación que hay ahora probablemente tampoco. Hay que buscar un término razonable que justifique que el sector se siga manteniendo por su condición de motor económico de la ciudad y que al mismo tiempo las quejas vecinales dejen de tener justificación porque se ha buscado solución a su problema.

P ¿Son conciliables las posturas?

R Las posturas son conciliables si vamos más allá de nuestro propio interés y miramos por el de los trabajadores y sobre todo por el enfoque turístico que tiene la ciudad. En esta zona hay una unidad del negocio de ocio y la restauración. Nadie va a venir a cenar a un restaurante de Alicante desde la provincia si luego no puede tomarse una copa al lado. Si no dejan la opción de hacer un tardeo probablemente no vengan a comer ni a cenar. Desde que quitaron el tardeo en el Mercado se ha notado en la facturación de los negocios. Ese fenómeno a la gente le hacía venir. Si avanzamos en esa línea es mejor echar la persiana ya. Dice la presidenta vecinal que sigamos con nuestra actividad dentro de los locales. Si estuviéramos en el Polo Norte o en Berlín se haría así pero eso es ignorar cuál es la realidad de Alicante. Aquí viene la gente buscando lo que no tiene en su país. Tampoco hablamos de 24 horas de fiesta continua, pero hay que ver cuál es la oferta que se puede hacer y llegar a un arreglo. Tiene que estar presente el punto de vista de la realidad económica de esta ciudad.

P ¿Qué medidas correctoras están dispuestos a tomar?

R Hemos planteado la instalación de toldos anti-ruido y suelos de goma que necesitan un desembolso económico. Igual que hay subvenciones para la insonorización de viviendas, podemos buscar la colaboración de la Diputación o de la Generalitat. Es de un interés tan general que merece la pena compartirlo con otras administraciones. Los vecinos del Casco Antiguo quieren ir hacia adelante (contra el ruido), los de la Playa de San Juan también se ha oído. Éste es el momento de hacer algo que merezca la pena. Pero, hablando en plata, no va a ser una parte la que se baje los pantalones y la otra la que se los suba. Ni aquí ni en ninguna negociación. Todos tenemos que tener la perspectiva de lo que queremos para esta ciudad. Sé cómo estaba Castaños hace 15 años y no lo quiero, y el Casco Antiguo lo mismo.

P La parte vecinal discrepa de que el sector emplee a 2.000 trabajadores...

R Solo hace falta que lo manifieste la Seguridad Social si quiere hacerlo. En el informe que estamos negociando con la Cámara de Comercio se verá de qué estamos hablando. No es un invento. ¿Cómo que es empleo precario? La gente que trabaja en el sector en el centro tradicional no creo que pueda decir eso ni en cuanto a la duración de contrato ni en cuanto a la remuneración, en una franja de edad con un nivel de paro muy elevado.

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