La Asociación de Locales de Ocio y Restaurantes de Alicante (Alroa) ha iniciado una campaña de recogida de firmas -llevan recogidas 2.000 en tan solo 48 horas- para reclamar al Ayuntamiento que recurra ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana la sentencia que le obliga a declarar zona acústica saturada (ZAS) el área urbana donde se desarrolla el popular tardeo. Los empresarios consideran que el fallo supone el principio del fin de este producto turístico.
En concreto, la sentencia obliga a limitar el ruido en once calles donde, según datos de la asociación, funcionan unos cien locales que dan empleo a 2.000 personas. Javier Galdeano, presidente de la asociación, advierte de que si el Consistorio acata la sentencia el «desastre será absoluto con cierres y despidos». Galdeano subrayó ayer que la sentencia es perfectamente recurrible porque, además, «puede volverse en contra del propio Ayuntamiento en forma de demandas de algún establecimiento, o de los vecinos por los supuestos daños morales sufridos desde que arrancó el desarrollo de una zona que, también hay que decirlo, acabó con el deterioro que sufría la zona en 2012. Nosotros hemos sido los que relanzamos toda ese área», enfatizó el presidente de Alroa. La asociación ha lanzado la campaña a través de Change.org.
Por su parte, el departamento jurídico municipal estudia la sentencia por si se puede recurrir algún aspecto de la sentencia pero la idea es firme. Se va a declarar la zona acústica saturada con unas medidas ambientales.
El juzgado de lo Contencioso 4 de Alicante hizo pública una sentencia el pasado viernes, en la que condena al Ayuntamiento por vulneración de derechos fundamentales estimando la denuncia de la asociación de vecinos por el ruido en el centro de Alicante y le ordena iniciar los trámites para declarar ZAS el área entre las calles San Ildefonso, Castaños, López Torregrosa, Artilleros, Rambla, Pascual Pérez, Teatro, Teniente Álvarez Soto, Bailen, Gerona y San Francisco. La juez insta al equipo de gobierno a establecer las limitaciones y medidas necesarias para la recuperación en la zona de los niveles sonoros previstos por la normativa. Contra la sentencia cabe recurso, que se debe presentar en 15 días en el mismo juzgado y puede llegarse al TSJCV.
Por su parte, el alcalde, Luis Barcala, anunció ayer que el consistorio ha iniciado el estudio para la implantación de la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) en el centro. «Eso sin perjuicio de que veamos las consecuencias de la aplicación y el ámbito de esa propia sentencia, que estaremos a lo que digan los servicios jurídicos». Barcala recordó que el Ayuntamiento ya presentó hace unas semanas una serie de medidas para «equilibrar» el derecho de los vecinos y el de los locales de ocio. «Esas medidas siguen vigentes y las vamos a aplicar». Preguntado por la recogida de firmas que han iniciado los locales de ocio contra la ZAS, Barcala lamentó que se ha llegado a la actual situación porque «todas las partes han sido incapaces durante años de ponerse de acuerdo, con posiciones a veces un poco radicales».
