El segundo de los tres mástiles de la réplica del 'Santísima Trinidad', del siglo XVIII, ha cedido durante el último temporal de viento en uno de los muelles del puerto de Alicante, donde aguarda a que en las próximas semanas sea remolcado hasta la República de Cabo Verde para ser usado como restaurante y sala de fiestas.

De 63 metros de eslora y 140 cañones en cuatro alturas, el Santísima Trinidad fue botado con Carlos III y se convirtió en el buque insignia de la Armada española durante la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX hasta su trágico final en la batalla de Trafalgar.

Con un coste de unos 40.000 ducados españoles de la época, el Santísima Trinidad original fue botado en 1769 en La Habana durante el reinado de Carlos III con maderas de caoba, júcaro y caguairán procedentes de bosques de la provincia cubana de Camagüey.

Esta réplica amarrada en el muelle 7 tiene tres mástiles, el primero de los cuales cayó hace meses en otro temporal de viento mientras que el segundo (el central) ha cedido hace solo unos días, sin que, en principio, haga peligrar al resto de la unidad.

Fuentes portuarias han indicado que se sigue a la espera de que la empresa turística que ha adquirido la réplica llegue a finales del presente noviembre para los trabajos de adecuación, que serán previos al permiso de Capitanía Marítima para el traslado hasta el archipiélago de Cabo Verde, situado a unas 2.000 millas náuticas y en pleno océano Atlántico.

Desde su adjudicación el pasado verano por 17.000 euros, el amarre supone un coste de otros 15.000 en tasas a la nueva empresa propietaria, que tiene entre dos y diez meses para acometer las reparaciones básicas imprescindibles para el remolque.

Esta copia del 'Santísima Trinidad' se asienta sobre una plataforma metálica por lo que, técnicamente, no es un barco y, en principio, solo puede adentrarse en la mar remolcado.

Una vez en Cabo Verde, está previsto que sea acondicionado en profundidad en unos astilleros para continuar su uso como restaurante, para 120 comensales, y sala de fiesta, con capacidad para 430 personas.

Según la página web de la propietaria, 'seatravel-caboverde.com', también contará con varios bares, un punto de buceo, un museo y una zona deportiva.

La réplica comenzó a construirse en 2003 en Vigo y fue culminada en Algeciras (Cádiz) un año después, y en un principio recaló en el puerto de Málaga, donde operó como restaurante y bar de ocio nocturno de 2006 a 2011.

Este último año fue trasladado al turístico muelle 4 del puerto de Alicante para permanecer abierto al público hasta octubre de 2016, cuando se detectaron problemas de estabilidad y seguridad que obligaron a su cierre sin que nadie sufragó las costosas reformas, cifradas en más de 200.000 euros.

Poco después fue remolcado al muelle 7, más retirado de los turistas, donde poco a poco ha ido deteriorándose a la espera de su destino final.

En los últimos meses una empresa de Benidorm presentó una oferta para fondearlo en esa localidad pero finalmente desistió del proyecto y, posteriormente, otra mercantil estudio comprarlo para su desguace pero no obtuvo los permisos necesarios.

El pasado verano, una empresa de Cabo Verde lo adquirió por los referidos 17.000 euros en un proceso de compra directa, tras quedar desierto el concurso previo.