La estabilidad con que se afrontaba hace décadas el planeamiento de una ciudad ha desaparecido por los desafíos que se plantean en la actualidad, como el cambio climático y los nuevos modelos de movilidad. Alicante tiene el reto de elaborar un nuevo Plan General por la antigüedad del vigente, que data de 1987. Expertos como el catedrático de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Universidad de Cataluña, Joaquín Sabaté, consideran que la capital de la provincia debe tener en cuenta su comarca y ciudades de su entorno como Elche a la hora de diseñar su futuro planeamiento.

«Hoy en día es inseparable la consideración de cualquier ciudad de la del territorio que le rodea. Afrontar un plan tiene también esa complejidad de discutir en relación con otras ciudades y con un territorio mucho más amplio, o al menos la consideración de lo que hay en el entorno. Será difícil pensar en el futuro de Alicante sin pensar en el de toda una comarca y por qué no de ciudades importantes que están en su entorno como Elche», señaló ayer Sabaté, que habló en el Aula de la Ciudad en la Sede Universitaria de cómo «Proyectar el territorio en tiempos de incertidumbre».

El catedrático dijo también que «sería razonable proceder a la revisión» de un planeamiento con más de 30 años. «Las circunstancias han cambiado mucho y también la normativa a partir de la cual se afrontan los planes. En estos momentos se denominan estructurales y de ordenación. Los primeros dan las pautas más importantes en la ordenación de las ciudades y el territorio, y éste es el más urgente a afrontar».

Sabaté dijo que los parámetros con que se abordan ahora los planes urbanístico han dejado de ser tan seguros. «Ahora los procesos de crecimiento poblacional ya no siguen pautas tan fijas, varía muy rápidamente la fisonomía de las ciudades, y la movilidad está cambiando también a pasos agigantados. La estabilidad con que se afrontaba el planeamiento hace 30 años ha desaparecido».

Otro de los factores que, apuntó, deben tenerse en cuenta en la elaboración de los Planes Generales es el cambio climático. «Es una de las premisas fundamentales de cualquier tipo de plan pero también en el campo de la investigación. Es el aspecto más importante a partir del cual cabe considerar el futuro de nuestras ciudades. Hay un total convencimiento de que las circunstancias ambientales se han convertido en las protagonistas de cualquier discusión sobre el urbanismo y la ciudad».

También se refirió a la brecha social entre pobres y ricos, «que está creciendo y es un tema tremendamente preocupante». Todas estas circustancias, dijo, están haciendo que ciudades y países se planteen una nueva manera de afrontar el urbanismo.