«Nunca había hecho atletismo, me parece muy divertido pero lo mejor es que conoces a mucha gente». Marta se esfuerza, con una sonrisa de oreja a oreja, en su recorrido por una pista que ni en sueños habría pensado pisar. «A mí lo que mejor se me da es el salto de altura», apunta a su lado Lucía, que también destaca como «lo más guay» de hacer deporte en «un sitio tan grande», que además «te diviertes y haces nuevos amigos».
Con otros 1.200 niños y niñas de 8 a 12 años, todos ellos escolarizados en colegios de la Zona Norte, comparten sus primeras jornadas de atletismo ayer y hoy en las pistas del Estadio de Atletismo Joaquín Villar. Los profesores de Educación Física han colaborado voluntariamente para organizar una actividad con la que fomentar a pates iguales el compañerismo y el esfuerzo, junto a entrenadores del Club de Atletismo Alicante que también se han ofrecido para responsabilizarse técnicamente de la realización de las pruebas deportivas.
Desde el ciclo formativo de segundo ciclo de Actividades Físicas y Animación Deportiva, TAFAD, del Instituto Haygón de San Vicente, también se han implicado «por lo que los alumnos están siempre bajo la supervisión de técnicos deportivos», destaca Carlos Cabero, del grupo de profesores de Educación Física.
Las pistas se convirtieron ayer en un reguero de niños y niñas practicando disco, peso, jabalina, relevos, triple salto, salto de altura, salto de longitud, carrera de 50 metros vallas, de 50 metros lisos y de hasta 400 metros lisos. Un total de diez pruebas en las que se fueron turnando y que los profesores organizaron por edades mezclando alumnos de todos los colegios.
«Para que todos participen distribuimos las diez pruebas entre los alumnos, que van rotando en diez grupos y en dos fases, entre las que se hace un descanso para que almuercen», explica Cabero. De hecho, Mercalicante también colabora con la donación de dos piezas de fruta para cada uno de los participantes, en el marco de su programa «Hábitos y alimentación saludables».
Todos estos profesores voluntarios huyen de centrar esta actividad en la competición, prefieren fomentar el compañerismo, por lo que imprimen a las jornadas de un carácter más bien «lúdico», explican a pie de pista.
«El objetivo es que los alumnos puedan conocer en primera persona la práctica del atletismo y las instalaciones propias de este deporte en un ambiente divertido», abunda Cabero, al tiempo que insiste en que todo el tiempo están bajo la supervisión de monitores, igualmente voluntarios.
Cuando terminaron de correr, saltar y lanzar el disco y el peso, hicieron una despedida conjunta desde el centro de las pistas como los deportistas de élite. Toda una experiencia.
