Cerca de 600 personas sufren cada año una embolia pulmonar en la provincia de Alicante, una dolencia potencialmente mortal si no se actúa a tiempo. El Hospital General de Alicante ha implantado una nueva técnica que permite deshacer los coágulos y que pueden desplazarse por la sangre y bloquear las arterias en los pulmones, dando lugar a la embolia. La trombosis venosa profunda es la tercera causa de muerte cardiovascular tras el infarto de miocardio y el ictus y su prevalencia es bastante alta, ya que afecta a dos personas por cada mil habitantes al año.
600 casos de embolia pulmonar al año
La sección de Radiología Vascular Intervencionista ha desarrollado esta nueva técnica, con la que a través de catéteres y otros dispositivos más complejos se puede acceder a las venas más profundas afectadas por los coágulos «y mediante el control de rayos X eliminarlos, aspirándolos, fragmentándolos y posteriormente disolviéndolos con medicación», señala Javier Irurzun, jefe de sección de Radiología Intervencionista en el Hospital General de Alicante. Esta nueva técnica, denominada trombectomía mecánica, permite además actuar sobre el trombo, «por lo que se evitan efectos indeseados en el resto del organismo». Se trata además de una técnica mínimamente invasiva, con lo que se reducen riesgos derivados de la intervención y se acelera la recuperación del paciente.
Centro de referencia
El Hospital General de Alicante es centro de referencia para toda la provincia de Alicante en la aplicación de este procedimiento, que de momento está indicado en pacientes jóvenes y en aquellos casos más graves de trombosis venosa profunda. Estos pacientes son derivados desde otros servicios, como la Unidad de Cuidados Intensivos, Medicina Interna o Cirugía Vascular. Además de producir las temidas embolias pulmonares, los trombos en las piernas y en las arterias pulmonares pueden cronificarse, «provocando dolor e hinchazón en las piernas, que a su vez puede producir úlceras e infecciones, y llegar a desembocar en la pérdida de la pierna», señala Irurzun.
Sección de Radiología Vascular Intervencionista del Hospital General de Alicante. | JOSE NAVARRO
En este sentido, el responsable de Radiología Intervencionista del centro sanitario señala que durante el tiempo que llevan aplicando esta técnica han llegado a actuar «en situaciones muy al límite».
En el caso de los pacientes más jóvenes en muchas ocasiones los trombos en la zona de la pelvis se deben a un problema anatómico por el que una arteria ocluye una vena que impide que la sangre circule.
En estos pacientes, el equipo médico también coloca un «stend», similar al que se implanta tras un infarto de miocardio, que ayuda a resolver esta compresión.
Los nuevos anticoagulantes llegan al 40% de pacientes
Cerca del 40% de los pacientes tratados con anticoagulantes toman ya los fármacos de nueva generación, que evitan los controles periódicos a los que deben someterse quienes reciben Sintrom. De esta forma se evita al paciente y a sus familiares tener que desplazarse al centro de salud al menos una vez al mes para que le extraigan sangre, se envíen los resultados a las unidades de hematología y estas pauten el tratamiento para las siguientes semanas. Los nuevos anticoagulantes, de los que hay cuatro disponibles en el mercado, permiten en este sentido «establecer una dosis fija de medicación», señala Juan Gabriel Martínez, jefe de Cardiología del Hospital General de Alicante. El centro sanitario acogió la semana pasada una jornada para explicar a médicos de otros servicios cómo manejar a los pacientes que toman medicación anticoagulante. El objetivo es que cada vez más pacientes se beneficien de estos nuevos tratamientos, que por el momento son caros y requieren de visado para su prescripción. «Hay estudios ya publicados que señalan el beneficio económico que suponen, al tiempo que también son más seguros porque reducen las hemorragias». Cada vez más pacientes toman anticoagulantes. En el área de Cardiología su aumento es debido a que cada vez hay más pacientes que sufren fibrilación auricular.
